viernes. 19.04.2024

El 15M y la defensa de la democracia

En mi opinión el movimiento 15-M ya ha conseguido logros importantes, aunque sean logros difícilmente cuantificables y cuya maduración se vea a medio plazo. De momento ha conseguido remover las conciencias de mucha gente y está siendo una excelente escuela de formación de líderes sociales con unos valores de participación y ética política que las instituciones nacidas de la Transición han ido perdiendo con el tiempo.

En mi opinión el movimiento 15-M ya ha conseguido logros importantes, aunque sean logros difícilmente cuantificables y cuya maduración se vea a medio plazo. De momento ha conseguido remover las conciencias de mucha gente y está siendo una excelente escuela de formación de líderes sociales con unos valores de participación y ética política que las instituciones nacidas de la Transición han ido perdiendo con el tiempo.

Sin embargo los impulsores del 15-M deben aspirar a más, deben apostar por convertirlo en catalizador de un amplio movimiento social para la regeneración de la vida política y la defensa y mejora del modelo social europeo. Para eso tienen que darle continuidad, hacer más efectiva su forma de funcionamiento, aumentar su capacidad de coordinación y de interlocución… y, sobre todo, blindarse ante la utilización del movimiento por parte de minorías oportunistas o provocadoras. La fuerza del 15-M, su capacidad de mantener el prestigio social dependerá de su coherencia, de que se siga manteniendo entre sus principios el de la no violencia.

Intervenciones violentas como las que tuvieron lugar el miércoles en los alrededores del Parlamento catalán no tienen ninguna justificación ética ni ninguna utilidad política, no es esta la manera de mejorar la democracia e incrementar la ética en las Instituciones. Además, cualquier acción violenta, aunque sea protagonizada por una minoría o responda a la intervención desproporcionada de la policía, sirve de perfecta coartada a los voceros de los poderes fácticos -que viven muy cómodos con el actual estado de cosas- para desprestigiar al 15-M calificándolo de peligro para la democracia y la convivencia pacífica.

Ejemplos hay muchos pero uno de los más significativo es el de la dirección de Telemadrid, que no tienen ningún empacho en proyectar imágenes de manifestaciones en Grecia y decir que son las protagonizadas por el 15-M. Estos defensores de la democracia a tiempo parcial podrían dedicar algunas energías a defenderla de los políticos corruptos, a denunciar a los imputados reelegidos o  a combatir hechos tan sorprendentes y sospechosos como el que, violentando la voluntad popular, dio a Esperanza Aguirre su primera mayoría en la Asamblea de Madrid. Estos sí que son verdaderos riesgos para la democracia.

El 15M y la defensa de la democracia
Comentarios