martes. 23.04.2024

Economía financiera contra economía real (VII)

NUEVATRIBUNA.ES - 27.4.2010Como señala el influyente -de eso no hay duda- diario inglés The Economist (1) -, tras dos meses de reuniones de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno heleno, se desvelaba el mecanismo de rescate para Grecia acordado el 11 de abril.
NUEVATRIBUNA.ES - 27.4.2010

Como señala el influyente -de eso no hay duda- diario inglés The Economist (1) -, tras dos meses de reuniones de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno heleno, se desvelaba el mecanismo de rescate para Grecia acordado el 11 de abril. Las fechas, como se verá en lo que sigue, son importantes para valorar las medidas y los errores de unos y otros, aunque lo que no será tan brillante para el país heleno son sus cielos. El plan consiste en una línea de crédito de hasta 30.000 millones de euros al 5% de interés por parte de la Unión Europea (2) más otra línea de 15.000 millones por parte del FMI. También se desvelaba el reparto del crédito entre los países de la Unión, correspondiéndole a Alemania el 27,9%, a Francia el 21%, a Italia el 18,4% y a España el 12,2% (3.673 millones de euros). Cualquier ingenuo observador podría preguntarse si se necesitan dos meses para llegar a esto o si es que se han estudiado otras soluciones. Con la mentalidad neoliberal y bajo el síndrome de Weimar era imposible que la Comisión y los jefes de Gobierno de la UE llegaran a otras conclusiones. El retraso servía para varias cosas: a) castigar al pueblo heleno en nombre del gobierno actual por las fechorías del gobierno anterior (el del conservador de Karamanlis, el del engaño con Goldman Sachs); b) dar tiempo a la cancillera alemana, la señora Merkel, para calmar a sus posibles votantes en las próximas elecciones; c) para implicar al FMI en la ayuda; d) para determinar un tipo de interés punitivo para las finanzas griegas -y para el gasto social que hay detrás- por sus supuestos desmanes, pero no lo suficientemente alto como para que fuera peor el remedio que la enfermedad. Sigamos.

Y aquí viene un error tremendo del actual Gobierno griego que ha pecado de ingenuidad, quizá porque no era consciente del enemigo que tenía enfrente. El día 15 de abril solicitaba entablar conversaciones con la Comisión, el FMI y el BCE para “un programa multi-anual si decidiera (3) pedir este tipo de asistencia”, en lugar de utilizar de inmediato el fondo de rescate y suscribir la emisión de la deuda griega -adelantando los vencimientos si es necesario- antes de que los diferenciales con el bono (bund) alemán se dispararan y pillar así, sin cobertura con ganancias ciertas, a los fondos especulativos que habían jugado a la baja a plazo -habían vendido lo que no tenían a plazo para comprar la deuda al contado en el momento de la suscripción-; cuando el mercado de los seguros sobre la deuda (cds) aún no se había disparado, y cuando los tipos de interés a medio y largo plazo era -como es normal- más alto que a corto plazo. Ambas cosas -cds y curvas de tipos creciente a plazo- indicaban que los fondos no especulativos aún mantenían un nivel aceptable de confianza en las posibilidades griegas. El gobierno griego creía que podía negociar con Bruselas, Alemania y el BCE, no sólo las condiciones de la línea de crédito para los vencimientos próximos, sino también para los que vencen en el 2011 y en el 2012, quizá en un intento de presentar algo que dar al pueblo griego. Y este fue su segundo error, porque los tiburones, es decir, los hedge funds, estaban al acecho y ya no iban a esperar; tampoco los gobiernos europeos, sobre todo Alemania, podían garantizar semejante pretensión. Fuera de contexto -y en mi opinión sorprendente- era lo que decía The Wall Street Journal el día 19 de abril, señalando -no me atrevo a decir que informando- que había en la zona euro un cambio de criterio para convertir “cada nación en el guardián fiscal de sus hermanos” (4). ¡Ojalá fuera cierto!, pero me temo que no van por ahí las intenciones de Bruselas.

El día 21 rectificaba el gobierno heleno e iniciaba conversaciones con el FMI y la UE (5), no para activar el fondo de de rescate de inmediato, sino para negociar sobre la activación del plan de rescate. Es decir, rectificaba un error para cometer otro. La consecuencia de esta dilación es la de que los bonos griegos superaron la barrera del 8% de interés y los tiburones se fijaban, sin dejar ese objetivo, otro: Portugal. De forma moderada, por más que alarme el periodista que recoge la noticia, pero el ataque a la UE por parte de los especuladores se extiende. En cambio, los gobiernos de la UE y sus burócratas no parecen entender cómo funcionan, no los mercados, sino los especuladores que operan en ellos, y acordaron un texto conjunto ¡para el 15 de mayo! sobre el plan de rescate porque el 19 de ese mes vencen 8.500 millones de la deuda griega. No entienden que los mercados y especuladores no esperan a estas fechas, sino que hoy mismo están ya descontando los valores a plazo de suscripción de la deuda helena, jugando a la baja -vendiendo bonos ahora al contado y a plazo- para comprarlos cuando se hayan asegurado que los precios de recompra sean más bajos que los de venta ahora, y de ahí las bajadas de las cotizaciones de los bonos pendientes de vencimiento y la consiguiente subidas de los tipos de interés.

El día 22 de este mes se conocía que, según Bruselas, el déficit público griego era del 13,6% en lugar del 12,7%. La consecuencia fue una bajada inmediata de las cotizaciones de la deuda y su consiguiente subida de tipos de interés a corto hasta rebasar el 8% de la deuda a corto y el 10% para la deuda a más de 2 años. También los seguros sobre la deuda griega (cds) batían récords (6). En vista de la situación, el día 23 de abril solicitó el primer ministro griego la activación tanto del fondo de rescate de la UE como el del FMI, ¡11 días después de su aprobación! Una gozada para los especuladores que han podido maniobrar y reducir riegos para sus apuestas bajistas. En este mundo de las finanzas especulativas, de los fondos de inversión, de pensiones y -con más razón- de los fondos especulativos, se opera con el criterio de: decide hoy y ejecuta -si puede ser- ayer. Lo que está pasando con la deuda soberana helena es un aviso para caminantes, porque los objetivos de los tiburones cambian, pero los sanguinarios mecanismos son los mismos dado que tampoco tienen muchas opciones por más que estudien sus operadores en Harvard y en otras costosas escuelas de negocios. A continuación -esta vez y quizá para no descubrirse- las 3 grandes agencias de calificación (7) rebajaban la deuda helena.

Las preguntas del millón son qué es lo que va a pasar y qué es lo que hay que hacer. De lo sucedido podemos conjeturar que los ataques especulativos van a seguir, pero estos se espaciarán en el tiempo y se diversificarán por más países según qué políticas de ayuda a las deudas soberanas sea capaz de implementar la UE y el propio FMI, que ha reservado 500.000 millones de dólares para este menester. La lección más importante del caso griego es la de que los ataques especulativos no van a parar por más medidas restrictivas del gasto público y de moderación salarial que intenten imponer los gobiernos a sus ciudadanos. El gobierno griego ha prometido una bajada brutal del gasto público para el 2012 y ya congeló hace más de un mes las pensiones públicas y los salarios de los funcionarios antes -otro error- de que la UE llegara a estos acuerdos, y no ha servido de nada. El caso español es muy distinto del griego, porque los sucesivos gobiernos de Zapatero rebajaron la deuda pública hasta el años 2008, deuda que había aumentado con Aznar, y ahora estamos en un 53,2%, muy por debajo de la media europea y por debajo de países como el Reino Unido (68,1%), Holanda, la misma Alemania (73,2%); más aún de la de Francia (77,6%) y no digamos de la de Italia (115,8%). Es verdad que nuestro déficit es de los más altos -a la par que el del Reino Unido-, pero lo que importa a medio plazo es la relación entre deuda soberana y PIB (índice de solvencia) más que el problema del déficit (índice de liquidez). En el caso griego, ambos son extremos (115,1% y 13,6%) y eso es aprovechado por los neoliberales para pedir la reducción de los déficits a costa de los gastos sociales, a pesar de que lo que sí puede constituir un problema son las deudas soberanas sin visos de amortización a medio plazo.

Tanto déficits como deudas soberanas son problemas, no se puede negar, pero lo que convierte en tragedia el problema es la sujeción de la financiación de las finanzas públicas a los mercados cuando estos, en lugar de ser una solución, se convierten en un problema por la existencia de fondos especulativos, de especuladores que juegan con la buena intención de inversionistas no colectivos y de estafadores de chaqueta y corbata -y a veces con título universitario- que les aconsejan invertir (comprar) en determinados títulos, fondos y mercados cuando ellos -los operadores, los intermediarios- venden esos mismos títulos al contado para comprarlos después de que hayan bajado, asegurándose su bajada por las propias ventas -aumento de la oferta- que ellos inician. Es el caso de los piratas del banco de inversiones Goldman Sachs, del que hablaré en otra ocasión. Hay soluciones para la deuda soberana a corto plazo: a) suscribiendo el BCE las deudas soberanas con condiciones y límites; b) alternativamente, abriendo el BCE cuenta con los estados con condiciones y con tipos de interés progresivos -si se quiere- por los saldos deudores de estos. Con ello, los tiburones se devorarían en su propia salsa siempre y cuando se haga sin previo aviso; c) a medio plazo, asumiendo la UE como institución la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida de los estados; d) fijando los ingresos fiscales mínimos de cada estado; e) elaborando un sistema fiscal común y creando una Agencia Tributaria de la UE en sustitución -o en colaboración- de las agencias de los estados, pero con legislación común. Con ello los estados sólo decidirían la composición del gasto, pero no la cuantía de los ingresos, y eso es más que suficiente para el juego político. A grandes males, grandes remedios.

Antonio Mora Plaza - Economista.

(1) “The skies brighten over Greece” - The Economist, 11-4-2010: http://www.economist.com/business-finance/displaystory.cfm?story_id=15892064

(2) Ha de suponerse que la institución que lo otorgue es el BCE.

(3) El Economista: http://www.eleconomista.es/economia/noticias/2061911/04/10/Grecia-se-dirige-a-Bruselas-el-BCE-y-el-FMI-para-negociar-un-programa-economico.html

(4) “Greek Problems Will Drive Integration” - TWSJ, 19-4-2010: http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303491304575187712463200360.html

(5) El País, 21-4-2010: http://www.elpais.com/articulo/economia/Grecia/empieza/negociar/FMI/UE/activacion/rescate/elpepueco/20100421elpepueco_4/Tes

(6) El País, 23-4-2010: http://www.elpais.com/articulo/economia/inversores/sentencian/Grecia/elpepueco/20100422elpepueco_3/Tes

(7) Por orden de importancia, Standard and Poor´s, Moody´s y Fich.

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