1 de enero de 2011, 12:10
nuevatribuna.es | 29.12.2010
Un cambio necesariamente liderado por quien representa una sensibilidad social y una capacidad de gestión constrastable. Tomás Gómez, el candidato de los progresistas madrileños a liderar el cambio de gobierno y de políticas en Madrid, tiene enfrente la enorme tarea de poner fin a demasiados años de radicalismo ultraliberal, primero con el moderado Gallardón y después con la conservadora Aguirre.
Razones para el cambio hay muchas, tantas como madrileños sufren el deterioro de los servicios públicos educativos o sanitarios; tantas como madrileños no se identifican con la manipulación informativa de Telemadrid; tantas como ciudadanos sienten como el oscurantismo en la gestión y la defensa de lo indefendible en cuanto a honestidad de los servidores públicos deshonran a las Instituciones que nos representan...; razones hay muchas, pero voy a condensarlas en sólo diez.
1. Porque es necesario afrontar de una vez por todas la descentralización real y coordinada de transferencias y fondos entre la Comunidad de Madrid y los Ayuntamientos. Un verdadero municipalismo tiene que ser puesto en práctica en Madrid, pero no como la suma de 179 Ayuntamientos, sino con una coordinación y colaboración que haga de Madrid una región competitiva, cohesionada socialmente y solidaria entre sus ciudadanos.
2. Porque la verdadera defensa de la familia y de la conciliación de la vida laboral y familiar es no sólo compatible sino inseparable de un modelo educativo integral. Por eso hay que universalizar la educación de 0 a 3, para que todos los madrileños tengan las mismas oportunidades.
3. Porque la educación pública debe ser prioritatia como herramienta de construir una sociedad equilibrada desde la igualdad de oportunidades. Hay que revisar los conciertos educativos para evitar discriminaciones. La Escuela sostenida con fondos públicos, no puedo degenerar en diferentes escalas.
4. Porque la sanidad pública tiene que ser gestionada con criterios de servicio a la ciudadanía y de eficiencia en el uso de los recursos. Madrid tiene que tobtener una Sanidad pública de calidad donde hasta el ciudadano con más recursos quiere ser atendido en ella.
5. Porque el urbanismo tiene que estar pensado como instrumento de ordenación del territorio al servicio del interés general, no como oportunidad de negocio para unos cuantos. Las modificaciones de la Ley del Suelo tienen que ser consensuadas entre las diferentes fuerzas políticas y los Ayuntamientos.
6. Porque Madrid tiene que contar con mecanismos de solidaridad interterritorial, entre el norte que conserva el medioambiente, el sur industrial, el oeste residencial o el este más productivo. Ningún madrileño por vivir en uno u otro lugar, tiene que contar con menos derechos, servicios u oportunidades.
7. Porque hay que reformar la administración regional, racionalizar el gasto, optimizar los recursos financieros y humanos. No pueden existir miles de cargos de confianza, decenas de sociedades públicas al servicio corporativo del gobierno de turno o una Televisión pública y concesiones privadas de TDT al arbritio no ya de un partido sino de un proyecto ideologizante concreto. En este caso el ultraliberalismo económico y el integrismo religioso.
8. Porque la Comunidad de Madrid tiene y puede ser una de las regiones líderes de Europa en creación de empleo y riqueza, potenciando la I+D+I, redirigiendo las ayudas a las grandes empresas a fomentar y potenciar a los emprendedores y generando un nuevo Servicio Regional de Empleo que lidere la formación y el reciclaje de nuestros parados.
9. Porque es necesario desarrollar la Ley de Dependencia, asumiendo nuestras competencias, decidiendo que recursos se dirigen a los municipios para Asistencia Social y potenciando que Madrid sea también lider en protección social y apoyo a los más desfavorecidos.
10. Porque el gobierno regional de la Comunidad de Madrid no puede seguir siendo un foco de confrontación con otras instituciones, con el Gobierno de la Nación, los Ayuntamientos, otros gobiernos regionales. Los intereses de los madrileños no pueden estar al servicio de las ambiciones políticas de Esperanza Aguirre.
Estas son solo algunas de las razones, por las que Madrid tiene que contar a partir del 22 de mayo con un nuevo gobierno regional que actúe en clave progresista, desarollando prioritariamente políticas activas contra la crisis económica y al mismo tiempo manteniendo la cohesión social.
Estoy convencido de que el cambio en Madrid tiene que venir desde propuestas razonadas y razonables, comprometidas con la defensa de una sociedad del bienestar y con reformismo positivo que permita alcanzar las cotas de felicidad colectiva que los progresistas tenemos como meta. Felicidad que no mide solo en cuanto tienes como ocurre en el modelo ultraliberal, sino en otros muchos más parámetros que para los madrileños parecen una quimera tras tantos años de gobiernos conservadores. Esa es otra asignatura pendiente: el combate cultural contra un modelo individualista, insolidario y que se ha demostrado ineficaz y contraproducente para la inmensa mayoría de la ciudadanía.
Este es mi deseo para el año que empieza. Que sea un año de cambio para los madrileños.
Óscar Cerezal. | Alcalde de Manzanares El Real.