27 de agosto de 2010, 14:19
NUEVATRIBUNA.ES - 24.8.2010
Tengo que reconocer que estoy disfrutando enormemente al comprobar cómo crece el número de defensores de las primarias incluso entre aquellos que hasta no hace demasiado tiempo pedían insistentemente que se adelantara la designación (no el proceso de elección) de los candidatos del PSOE en Madrid. Pues bien, aquellos que veníamos propugnándolo desde hace mucho tiempo nos congratulamos por esta metamorfosis y animamos ahora a convertir este proceso en un modelo de limpieza, transparencia, juego limpio y contraste, de ideas, proyecto y sobre todo ilusión.
Tiene este procedimiento muchas virtudes pero una me parece indudable, no importa como hayas llegado, ni quién te ha traído y ni siquiera quién son tus apoyos porque en último término será la capacidad individual de cada candidato para atraer la voluntad y por tanto el apoyo de los militantes quién determinará el resultado y en este sentido me parece fundamental el criterio del que puede disputar con mayores posibilidades y a la postre ganar la Comunidad de Madrid para los progresistas y siendo este el caso no me caben dudas, si queremos ganar, Trinidad Jiménez debe ser la elegida.
Por eso me llama la atención la idea que repetidamente pretende instalarse por aquellos que apoyan a Tomás Gómez, en el sentido de que se arrebata un derecho adquirido al Secretario General del PSM como si su elección y gestión posterior le otorgaran por tradición, costumbre o usos un derecho preeminente y excluyente sobre la candidatura. No sólo no lo creo sino que afirmo que el único derecho que tiene como cualquier otro militante es a……. intentarlo. Ejemplos y más que de sobra hay en todos los tiempos y en todas las instancias del Partido, donde se separa la dirección orgánica y la institucional y en todo caso ¿no ha sido Trinidad Jiménez un miembro activo y efectivo de su propia Ejecutiva? ¿O dicho argumento sólo sirve a Tomás Gómez?
Frente a pretendidos derechos adquiridos yo abogo por el respeto, el respeto a las normas y a los procedimientos y sobre todo el respeto a la inteligencia y madurez de nuestros militantes. Comparto desde hace tiempo la máxima que afirma que antes de solicitar el apoyo, el voto, hay que ganarse el respeto del elector y Trinidad Jiménez tiene el de mucha gente y desde luego el mío, por su trabajo en la campaña del 2003 y el posterior en el Ayuntamiento de Madrid, como compañera y miembro destacado de la Ejecutiva Federal y como Ministra de Sanidad en la que ha demostrado no sólo su capacidad de gestión con asuntos difíciles sino su sensibilidad y cercanía con los problemas pero sobre todo con la ciudadanía.
Tiene mi respeto por lo que ha hecho pero sobre todo por la valentía demostrada afrontando un reto tan importante, no para ella sino para toda la gente progresista, convertir la desgana, desidia, melancolía y desapego ciudadanos en ilusión y ganas de cambio. Su alegría y pasión serán un revulsivo y desde luego el mejor ingrediente para ganar y al final, ¿No es de eso de lo que se trata?, de quién es el mejor, en este caso la mejor para ganar, y para ganar yo confío en Trinidad Jiménez.
Andrés Rojo es diputado de la Asamblea de Madrid. Actualmente es Vicepresidente de la Comisión de Control de Telemadrid y miembro de la Comisión de Presupuestos, Economía y Hacienda.
Tengo que reconocer que estoy disfrutando enormemente al comprobar cómo crece el número de defensores de las primarias incluso entre aquellos que hasta no hace demasiado tiempo pedían insistentemente que se adelantara la designación (no el proceso de elección) de los candidatos del PSOE en Madrid. Pues bien, aquellos que veníamos propugnándolo desde hace mucho tiempo nos congratulamos por esta metamorfosis y animamos ahora a convertir este proceso en un modelo de limpieza, transparencia, juego limpio y contraste, de ideas, proyecto y sobre todo ilusión.
Tiene este procedimiento muchas virtudes pero una me parece indudable, no importa como hayas llegado, ni quién te ha traído y ni siquiera quién son tus apoyos porque en último término será la capacidad individual de cada candidato para atraer la voluntad y por tanto el apoyo de los militantes quién determinará el resultado y en este sentido me parece fundamental el criterio del que puede disputar con mayores posibilidades y a la postre ganar la Comunidad de Madrid para los progresistas y siendo este el caso no me caben dudas, si queremos ganar, Trinidad Jiménez debe ser la elegida.
Por eso me llama la atención la idea que repetidamente pretende instalarse por aquellos que apoyan a Tomás Gómez, en el sentido de que se arrebata un derecho adquirido al Secretario General del PSM como si su elección y gestión posterior le otorgaran por tradición, costumbre o usos un derecho preeminente y excluyente sobre la candidatura. No sólo no lo creo sino que afirmo que el único derecho que tiene como cualquier otro militante es a……. intentarlo. Ejemplos y más que de sobra hay en todos los tiempos y en todas las instancias del Partido, donde se separa la dirección orgánica y la institucional y en todo caso ¿no ha sido Trinidad Jiménez un miembro activo y efectivo de su propia Ejecutiva? ¿O dicho argumento sólo sirve a Tomás Gómez?
Frente a pretendidos derechos adquiridos yo abogo por el respeto, el respeto a las normas y a los procedimientos y sobre todo el respeto a la inteligencia y madurez de nuestros militantes. Comparto desde hace tiempo la máxima que afirma que antes de solicitar el apoyo, el voto, hay que ganarse el respeto del elector y Trinidad Jiménez tiene el de mucha gente y desde luego el mío, por su trabajo en la campaña del 2003 y el posterior en el Ayuntamiento de Madrid, como compañera y miembro destacado de la Ejecutiva Federal y como Ministra de Sanidad en la que ha demostrado no sólo su capacidad de gestión con asuntos difíciles sino su sensibilidad y cercanía con los problemas pero sobre todo con la ciudadanía.
Tiene mi respeto por lo que ha hecho pero sobre todo por la valentía demostrada afrontando un reto tan importante, no para ella sino para toda la gente progresista, convertir la desgana, desidia, melancolía y desapego ciudadanos en ilusión y ganas de cambio. Su alegría y pasión serán un revulsivo y desde luego el mejor ingrediente para ganar y al final, ¿No es de eso de lo que se trata?, de quién es el mejor, en este caso la mejor para ganar, y para ganar yo confío en Trinidad Jiménez.
Andrés Rojo es diputado de la Asamblea de Madrid. Actualmente es Vicepresidente de la Comisión de Control de Telemadrid y miembro de la Comisión de Presupuestos, Economía y Hacienda.