viernes. 29.03.2024

De Sol a Sol I: "El vía crucis"

Pues sí, voy a abrir este primer capítulo de una serie de crónicas del “ferragosto” con una referencia religiosa, como no podía ser menos, habida cuenta la próxima visita de Su Santidad a esta atribulada España, dejada de la mano del Altísimo y de su diestra y sin duda por eso castigada con la epidemia del 15 M. “Oscura turbamulta de descreídos, vagos profesionales, perroflautas y eternos disconformes.

Pues sí, voy a abrir este primer capítulo de una serie de crónicas del “ferragosto” con una referencia religiosa, como no podía ser menos, habida cuenta la próxima visita de Su Santidad a esta atribulada España, dejada de la mano del Altísimo y de su diestra y sin duda por eso castigada con la epidemia del 15 M.

“Oscura turbamulta de descreídos, vagos profesionales, perroflautas y eternos disconformes. Restos del naufragio de los izquierdismos del siglo pasado, aglutinados con la harina negra de los jóvenes airados, hijos de la LOGSE y del socialismo igualitarista. Después de meses de infectar con su presencia la más preclara de las plazas de España, kilómetro cero que tantas páginas de gloria albergó sobre sus losas, por fin recibieron de este Gobierno de iniquidad y abandono, orden de levantar la última caseta informativa que en ella habían dejado. Y en lugar de obedecer volvieron gritones a la plaza, jugando al gato y al ratón con las fuerzas policiales, ya se sabe, atadas de pies y manos para darles lo que se merecen”.

Así, más o menos despotrican estos días a coro tertulianos y articulistas patrioteros en la Prensa Nacional. Mientras tanto, el Gran Patrón Fernández pide, “en defensa de los comerciantes” soleros, que se actúe con contundencia para demostrar que “Madrid es una gran ciudad y España un gran país”, grandeza que, al parecer, se mide en función de la potencia de las porras policiales. Incluso Granados amenaza con sacar a la calle a las huestes del PP para dar una lección, a la policía se entiende, de cómo hay que hacer las cosas. Eso sí, no ha aclarado si las van a sacar organizadas en escuadras a la italiana o más bien en centurias como es la tradición española.

En fin, que en Madrid acaba de empezar el vía crucis para todo aquel que no comulgue con ruedas de molino. En cada estación un desalojo, en cada plaza una bronca y hostias a “puñaos” al que proteste. Y ya que la calle es de todos, como dice la Delegada del Gobierno, pues para todos (y todas) va a haber estopa y además, señala también ella, que quede claro que también Gallardón está de acuerdo y la Municipal se va a emplear a fondo.

Porque sigue habiendo quienes no se callan ni aunque lo mande Rouco. Por eso, Sol trancada a cal y canto. Que en Metro cerrado no entran indignados. Ni paseantes, ni “guiris”, ni nadie. Y los comerciantes, mire usted, ¡satisfechos! Y la sufriente Aguirre, ella tan dolida de ver su Puerta mancillada durante meses, encantada con la manifestación de guardias, eso sí, en formación, como Dios manda.

Vía crucis desde luego para el pobre Rubalcaba. Como un Indiana Jones cualquiera dejándose la piel en busca del voto perdido y los suyos, en cuanto se da la vuelta, le vienen con estas.

Pero la cosa no ha hecho más que empezar. Despejar Madrid, a golpe de vergajo, de indeseables izquierdistas y parados para que los “kikos”, legionarios de Cristo (no sé si Rey o no), “opusianos”, “guitarritas celestiales” y meapilas varios ocupen la ciudad a gusto, puede que de fervor inflame el corazón de la derecha tedetera, pero desde luego va a suponer un escalón más en el descenso a los infiernos del desencanto y la derrota de una izquierda que va camino de perder, por el camino de la crisis, hasta lo más elemental de sus ideas.

Mi amigo Josito dice que tal como van las cosas hay que actualizar ese viejo adagio de que “no hay cosa más tonta que un obrero de derechas”. ¿A ustedes qué les parece?

De Sol a Sol I: "El vía crucis"
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