viernes. 29.03.2024

De la euforia al engorro

NUEVATRIBUNA.ES - 6.4.2009Cuando uno se la juega con uno de Bilbao o aledaños pasan estas cosas. Se le pone en la misma mollera ser lehendakari y lo consigue. Mira tú. Desde Madrid, ciudad, para empezar, sin mapamundi propio, estos méritos se ven con la misma frialdad que una lectura dramatizada de las Páginas Amarillas. A este paso no sería de extrañar que a la investidura de Patxi no vayan ni sus primos de Cuenca si los tuviera o tuviese.
NUEVATRIBUNA.ES - 6.4.2009

Cuando uno se la juega con uno de Bilbao o aledaños pasan estas cosas. Se le pone en la misma mollera ser lehendakari y lo consigue. Mira tú. Desde Madrid, ciudad, para empezar, sin mapamundi propio, estos méritos se ven con la misma frialdad que una lectura dramatizada de las Páginas Amarillas. A este paso no sería de extrañar que a la investidura de Patxi no vayan ni sus primos de Cuenca si los tuviera o tuviese. Da la impresión que, dónde antes hubo euforia, ahora sólo hay un soberano engorro.

Acaso no ayuda mucho este viaje al centro del PP que tiene a Mariano dando más vueltas que Tony Manero un sábado noche. Tal es su apuesta por alejarse por la derecha más rancia que para la Presidencia del Parlamento Vasco han elegido a Arantxa Quiroga. Por si no lo saben esta joven personaliza la corriente más rabiosamente moderna y vanguardista del PP de tal modo que muy capaz sería de pintar al gotelé las cuevas de Altamira. Por lo demás, en las minucias, es algo más conservadora. Así, como quien no quiere la cosa, ya ha pasado a la posteridad por decir que ella jamás usaría condón lo que no deja de ser una obviedad habida cuenta de que se llama Arantxa y es madre.

Al PP se le pidió que la elegida para el cargo hablara con fluidez euskera y, en muestra de buena voluntad, la flamante presidenta ya ha aprendido a decir hola y adiós, sabe contar hasta cinco y ejecuta los cortes de manga con acento de Aretxabaleta. No seré yo quien defienda obligaciones idiomáticas. Lo importante es lo que se dice no la lengua en la que se expresa. Sin embargo no deja de ser raro que te exijan un nivel medio alto de inglés para archivar albaranes de pedidos de chistorra en una oficina y un cargo institucional de este vuelo en una Comunidad bilingüe sólo ejerza la mitad de sus derechos.

Se diría, puesto a ser un periodista ignominioso, y mira que me cuesta, que el perfil de Arantxa se ha buscado más para irritar las hemorroides nacionalistas que para edulcorar las tensiones frentistas. No digo con esto que no se lo merezcan. Es posible que la aritmética electoral vaya a veces en contra del sentido común pero lo que es seguro es que un gobierno es perfectamente legítimo aunque su lehendakari se apellide López. Y a mucha honra. No es un golpe institucional tratar de gobernar por mucho que les cueste a algunos decirle al yerno o al cuñado, en nombre de Sabino Arana, que se le acabó el enchufe en la Diputación o que ya no va a hacer de extra en alguna serie de producción propia de la ETB. Es lo que tiene la democracia ¿Ya no se acuerdan?

Está bien que los gobiernos se oreen. Sin embargo, no se debería presentar en este caso la alternancia como un síntoma de normalidad. Nada más anormal que un pacto entre PP y PSOE que no llegaría a buen término ni para pactar la presidencia de la comunidad de vecinos de Moncloa. Tampoco debería subir tanto los humos a un partido que, por mucho que ostente la presidencia de un Parlamento, se halla en el terreno político limítrofe a la insignificancia. Su realidad no cambia porque Basagoiti, cual Tejure, aquel amigo de Viki el Vikingo, vaya por ahí entusiasmado de haberse conocido. Da cierto bochorno ajeno verle presumir de tener las llaves, matarile, matarile, para quitar o poner al lehendakari. Ni siquiera Patxi ha ganado las elecciones. No se debería olvidar que entre una muy necesaria cura de humildad y la marginación hay un trecho que jamás se debería saltar.

Germán Temprano es escritor y periodista

JAULA DE GRILLOS

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