viernes. 26.04.2024

Curso de verano en época de crisis

NUEVATRIBUNA.ES - 14.7.2009Carlos Berzosa ha inaugurado el Curso de Verano sobre “La Negociación Colectiva en época de crisis”. Como Rector de la Universidad Complutense Carlos Berzosa no suele participar en la inauguración de ninguno de los muchos cursos que se organizan en el campus de Verano de El Escorial.
NUEVATRIBUNA.ES - 14.7.2009

Carlos Berzosa ha inaugurado el Curso de Verano sobre “La Negociación Colectiva en época de crisis”. Como Rector de la Universidad Complutense Carlos Berzosa no suele participar en la inauguración de ninguno de los muchos cursos que se organizan en el campus de Verano de El Escorial.

Una de las pocas excepciones la constituye, precisamente, la conferencia inaugural del curso organizado por la Fundación Sindical de Estudios de CCOO de Madrid.

Siempre es un placer escuchar a Carlos Berzosa porque aporta reflexiones e ideas que nutren el caudal del pensamiento regenerador y de izquierdas.

Berzosa plantea que vivimos un proceso de globalización en el que las finanzas funcionan al margen y de forma autónoma con respecto al sistema productivo. Las crisis siempre vienen precedidas de especulación y euforia. Hay crisis más coyunturales y otras que afectan a la propia estructura del sistema, como las de los años 30 ó 70 del siglo pasado. La crisis que vivimos es claramente de este tipo. Una crisis estructural. Endeudamiento de las empresas y familias, de los propios estados, especialmente Estados Unidos. Los paraísos fiscales, la burbuja financiera e inmobiliaria, los fondos de alto riesgo hicieron el resto para producir este desastre.

Unos pocos defraudadores pagarán la crisis en la cárcel pero no son la única causa de la misma. La tremenda desigualdad del crecimiento basado en el sueño americano de infinito consumo y endeudamiento se encuentra en la base de la crisis.

El peso de la especulación inmobiliaria agrava la crisis financiera en países como España. Los salarios crecían moderadamente, los beneficios del capital de forma mucho más intensa. Los banqueros dejaron de ser hombres grises que prestaban dinero depositado en sus arcas, para convertirse en magos de las finanzas.

Algunos economistas heterodoxos lo vieron venir. No podía durar eternamente un crecimiento al galope de un caballo desbocado e incontrolable. Muchos economistas auguraban que el ajuste de la burbuja sería suave por la vía de contención de precios y poco más.

Los Estados acuden a taponar la brecha, pero a veces no establecen condiciones y controles suficientes para esas ayudas.

Quienes no vieron venir la crisis y fueron apologistas del modelo quebrado, acuden a la receta de reformar el mercado laboral. Hasta quien debería controlar el mercado financiero, el Gobernador del Banco de España, se dedica a reclamar reformas del mercado laboral. Debería obsesionarles cuántos activos tóxicos hay en la banca, sus balances contaminados, la morosidad y la falta de créditos a familias y empresas, pero siguen preocupadísimos por el mercado laboral. Se equivocaron, no vieron venir la crisis, son incapaces de gobernarla, pero imparten doctrina sobre el mercado laboral de forma monográfica.

Sólo intentan salvar el capital, debilitando el trabajo. Hacer pagar la crisis a los trabajadores, en lugar de los causantes de la misma. Ni los árabes con su petróleo, ni el Estado, ni unos cuantos sinvergüenzas, ni los salarios, son causantes de una crisis tan profunda como ésta. Abaratar el despido sólo alienta el ajuste con más despidos y no facilita la superación de los verdaderos problemas de modelo de crecimiento especulativo.

Son momentos para incrementar el gasto público, compensando la caída de la inversión privada. No hacerlo retrasaría la salida de la crisis. El mercado no es bueno de manera natural y, por eso, el libre mercado a ultranza es insostenible e insoportable.

La nave ya no es nacional, es global. La pobreza, las desigualdades, el hambre, no pueden agravarse para salir de esta crisis. Necesitamos un sistema monetario mundial cuya base no sea sólo el dólar, para las transacciones mundiales. Crear fondos de reserva no sólo de dinero, sino de materias primas.

Plantear la Tasa Tobin con voluntad política. Acometer la desaparición de paraísos fiscales. Volver a una economía mixta que combine la iniciativa pública y la privada.

Erradicar la pobreza, eliminar el hambre, la igualdad de género, el desarrollo sostenible, son retos que tenemos que acometer en tiempo de crisis. El comunismo se ha hundido, el capitalismo ha quebrado. Es la hora de abrir las puertas a un sistema económico y social que sitúe a las personas y a las sociedades en el centro de las políticas.

La crisis económica es tan profunda que no podemos dejarla en manos de los economistas y de los mercaderes. Es la hora de una política honesta, de una sociedad de ciudadanos de artistas, intelectuales, trabajadores, personas y grupos comprometidos con nuestro propio futuro.

Así explica Carlos Berzosa lo que muchos pensamos.

Francisco Javier López Martín - Secretario General CCOO de Madrid.

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