viernes. 29.03.2024

Ciudadano Zapatero: no nos falles

NUEVATRIBUNA.ES - 8.9.2010 Ese fue el ruego, la demanda, la Jura de Santa Gadea que los militantes y simpatizantes socialistas trasladaron a su flamante presidente, en la calle Ferraz, la noche del 14 de marzo de 2004. El ciudadano Zapatero juró aquella noche.No dudo que, a su mejor saber y entender, ha intentado ser digno del cargo que ocupa y leal a su juramento.
NUEVATRIBUNA.ES - 8.9.2010

Ese fue el ruego, la demanda, la Jura de Santa Gadea que los militantes y simpatizantes socialistas trasladaron a su flamante presidente, en la calle Ferraz, la noche del 14 de marzo de 2004. El ciudadano Zapatero juró aquella noche.

No dudo que, a su mejor saber y entender, ha intentado ser digno del cargo que ocupa y leal a su juramento. No dudo que ha intentado impulsar el diálogo social, mejorar la economía, ensanchar las libertades y proteger a los más débiles.

Reconozco, también, que pocos gobernantes han tenido que enfrentarse a situaciones tan complicadas como la de una economía mundial y global que se desmorona y anuncia, no sólo un cambio de ciclo económico, sino una nueva configuración del mundo en sí.

Suárez tuvo lo suyo al frente de una transición política complicada y una situación económica de colapso. Pero gobernar en mitad de la primera crisis mundial de la globalización, de aún imprevisibles consecuencias, tampoco es moco de pavo.

Si en aquellos momentos poderes fácticos como el ejército amenazaban el futuro y el 23-F no fue fácil de superar y digerir. Hoy son otros los poderes fácticos que amenazan al país, esos que enigmáticamente llaman los esotéricos “mercados”. Esos que en clave de novela negra llamaríamos los “especuladores” y en clave de novela sucia los “altos proxenetas”.

He escuchado estos días, a algún comentarista económico, que los gobernantes no son elegidos para procurar el sufrimiento de sus pueblos. Yo añadiría que mucho menos aún para hacer sufrir más a los más débiles cuando vienen mal dadas.

Porque de eso es de lo que se trata en este momento. Los gobernantes han elegido hacer sufrir más a los trabajadores con una Reforma Laboral que facilita y abarata el despido, precariza el empleo, debilita la negociación colectiva y, por lo que estamos viendo, produce aún más paro y más temporalidad. De eso se trata con la reducción de inversiones públicas y servicios públicos. El ataque a pensionistas muy alejados del mileurismo. Las promesas de recortes a los parados.

No seguiré. Los altos ejecutivos lo saben. El Gobierno lo sabe. Los trabajadores lo sabemos y, si hacemos caso a las encuestas, hasta los votantes socialistas rechazan mayoritariamente los Planes de Austeridad, Planes de Ajuste, Reforma Laboral y anuncios de reformas de las pensiones y el paro, en marcha.

Otros países europeos y con los propios Estados Unidos, de un Obama que sigue intentando demostrar que podemos. Contrasta además que las medidas del Gobierno sean tan brutalmente desequilibradas. Cuando actuar sólo sobre el gasto. Recortar sólo al pueblo. Mientras el sistema fiscal claramente injusto, que obliga a pagar mucho, muchísimo más, a los que menos tienen, los trabajadores, parece intocable para que las fortunas y los mercaderes no se asusten. Mientras el sistema financiero, en el centro y corazón de la crisis, parece intocable. Mientras la economía sigue siendo tan de cartón piedra como el Presidente explicó hace no tanto tiempo.

Juntos, con diálogo, con negociación, con un puñado de acuerdos, compartiendo esfuerzos pactados, el sacrificio será grande pero saldremos de ésta. Con la imposición, y medidas desequilibradas e injustas, sólo unos se mantendrían a flote y la mayoría tardaremos mucho en salir. Muchos quedarán en el camino y, al final, seremos menos libres, menos iguales, más pobres como economía y como país.

Todos lo sabemos. Sin embargo, este jueves día 9, el Congreso ratificará, previsiblemente, el desaguisado. Esa misma mañana miles de delegados y delegadas de CCOO y UGT llenarán la Plaza de Toros de Vista Alegre reclamando un cambio en las políticas del Gobierno y respaldando la convocatoria de Huelga General del 29 de Septiembre.

Tal vez sea tarde para dar marcha atrás, pero en política nunca es tarde para reorientar las políticas públicas hacia la inversión pública, la reactivación económica, el empleo, la cohesión social, la mejor atención a las personas desempleadas, la reforma fiscal, o la financiera.

Podemos hacerlo, por más que los gobernantes tiendan, con el tiempo, al narcisismo, la perpetuación en el poder a cualquier precio y la eliminación, o mera tolerancia, a las voces discrepantes. Podemos hacerlo.

Parar la Reforma Laboral y volver a la senda del diálogo social. No hay otro camino. Es lo que hemos reclamado desde el principio de esta crisis, pidiendo la negociación en un Pacto de Estado por la Economía, el Empleo y la Protección Social.

Puede que Zapatero, acosado por los mercados, haya prestado oídos a personajes como el Gobernador del Banco de España. Es humano. Pero el pánico pasa y hay que afrontar los retos de frente, con tu gente al lado, codo con codo. Hombro con hombro. Venciendo el miedo. Poco a poco. Día a día. Mirando el horizonte y procurando no perder el rumbo.

El día 9, los diputados del Congreso tienen la oportunidad de elegir entre diálogo y confrontación. Aprobar una Reforma Laboral que nos conduce al no futuro. No aprobar la Reforma Laboral y abordar las reformas que el país necesita en la economía, en las empresas, en el sistema financiero, en el sistema fiscal, en el empleo y la formación.

Les elegimos no para hacernos sufrir, sino para hacernos la vida más fácil y, cuando las cosas vienen mal, mitigar los males y repartir justa y equitativamente los esfuerzos.

No vamos a la Huelga por placer. Vamos por responsabilidad. Por necesidad somos la sociedad organizada en torno al trabajo. Creemos firmemente en el diálogo. No aceptamos la imposición.

Ciudadano Zapatero, NO nos falles. No falles a tu pueblo. Porque nosotros podemos. Con nosotros puedes. Contra nosotros, no hay futuro.

Francisco Javier López Martín - Secretario General de CCOO de Madrid

Ciudadano Zapatero: no nos falles
Comentarios