26 de julio de 2010, 14:41
NUEVATRIBUNA.ES - 26.7.2010
Compañero Gómez:
El tiempo se acaba, Tomás, como ocurre con todo lo que empieza un día.
Hace tres años, la enorme mayoría de los militantes socialistas te dieron su confianza en un Congreso Extraordinario, otorgándote un aval en blanco para que pudieras escribir con tiempo más que suficiente la historia de la recuperación de una alternativa de izquierdas a la derecha extrema que gobierna en la Comunidad de Madrid.
Treinta y seis meses después, has desperdiciado ese aval y malgastado tu tiempo. Y hoy, cuando deberías estar en los medios de comunicación presentándote con un sólido bagaje de propuestas y oposición, abrimos el periódico, vemos la televisión o ponemos la radio y te encontramos protagonizando la actualidad en términos de lío monumental, una vez más, enfrentado con todo y con todos, ¡incluido el PSOE!.
Sí, seguro que lo piensas para ti y sabes que lo hace también casi todo el mundo, incluidos los que te adulan y dejarán repentina y brutalmente de hacerlo más pronto que tarde para negarte hasta mil veces: hoy ya no eres alternativa de nada, sino un problema para casi todo.
Fuiste el alcalde más votado de España, pero ahora corres el riesgo, si te empeñas, de ser el candidato socialista menos votado del país en unas elecciones autonómicas. Te lo dice hasta la dirección federal del PSOE, por mucho que te niegues a reconocerlo: contigo se perderán con muy mala nota las elecciones del 2011.
Lo afirman todas las encuestas, todas: obtendrías poco más del 20 % de los votos y, como candidato, eres de largo el peor valorado por el conjunto de los electores, incluidos los socialistas, que te suspenden. Tú dices que tus sondeos señalan otra cosa, pero nunca las enseñas, porque sabes que o no existen o coinciden con los publicados.
Creyéndote víctima de una conspiración universal, te aprestas a combatir contra todos y amenazas con unas primarias a quien te dispute el cartel de candidato. Te da igual que de ese proceso el Partido y -aún ganando- tú mismo, salierais peor incluso de lo que estáis. Pero el gran hacedor de esa conspiración eres tú, con tus propios errores.
Hazlo como quieras y cuando quieras, pero no ayudes a Esperanza Aguirre con tu empecinamiento. Otras u otro lo harán mejor que tú al frente de la candidatura socialista. Lo sabemos todos.
Danos una buena noticia tras el veraneo y ponte a trabajar en una alternativa ilusionante encabezada por otra o por otro. No nos arrastres a una guerra fraticida o a una campaña electoral insufrible o a una derrota segura o a todo a la vez. Piénsalo en agosto, por favor.
Hasta septiembre, buenas vacaciones.
Rosa Nardo
Compañero Gómez:
El tiempo se acaba, Tomás, como ocurre con todo lo que empieza un día.
Hace tres años, la enorme mayoría de los militantes socialistas te dieron su confianza en un Congreso Extraordinario, otorgándote un aval en blanco para que pudieras escribir con tiempo más que suficiente la historia de la recuperación de una alternativa de izquierdas a la derecha extrema que gobierna en la Comunidad de Madrid.
Treinta y seis meses después, has desperdiciado ese aval y malgastado tu tiempo. Y hoy, cuando deberías estar en los medios de comunicación presentándote con un sólido bagaje de propuestas y oposición, abrimos el periódico, vemos la televisión o ponemos la radio y te encontramos protagonizando la actualidad en términos de lío monumental, una vez más, enfrentado con todo y con todos, ¡incluido el PSOE!.
Sí, seguro que lo piensas para ti y sabes que lo hace también casi todo el mundo, incluidos los que te adulan y dejarán repentina y brutalmente de hacerlo más pronto que tarde para negarte hasta mil veces: hoy ya no eres alternativa de nada, sino un problema para casi todo.
Fuiste el alcalde más votado de España, pero ahora corres el riesgo, si te empeñas, de ser el candidato socialista menos votado del país en unas elecciones autonómicas. Te lo dice hasta la dirección federal del PSOE, por mucho que te niegues a reconocerlo: contigo se perderán con muy mala nota las elecciones del 2011.
Lo afirman todas las encuestas, todas: obtendrías poco más del 20 % de los votos y, como candidato, eres de largo el peor valorado por el conjunto de los electores, incluidos los socialistas, que te suspenden. Tú dices que tus sondeos señalan otra cosa, pero nunca las enseñas, porque sabes que o no existen o coinciden con los publicados.
Creyéndote víctima de una conspiración universal, te aprestas a combatir contra todos y amenazas con unas primarias a quien te dispute el cartel de candidato. Te da igual que de ese proceso el Partido y -aún ganando- tú mismo, salierais peor incluso de lo que estáis. Pero el gran hacedor de esa conspiración eres tú, con tus propios errores.
Hazlo como quieras y cuando quieras, pero no ayudes a Esperanza Aguirre con tu empecinamiento. Otras u otro lo harán mejor que tú al frente de la candidatura socialista. Lo sabemos todos.
Danos una buena noticia tras el veraneo y ponte a trabajar en una alternativa ilusionante encabezada por otra o por otro. No nos arrastres a una guerra fraticida o a una campaña electoral insufrible o a una derrota segura o a todo a la vez. Piénsalo en agosto, por favor.
Hasta septiembre, buenas vacaciones.
Rosa Nardo