miércoles. 24.04.2024

Cablegate: perder los papeles

nuevatribuna.es | 05.12.2010Wikileaks ha activado el Cablegate. La desorientación prima debido a la ¿inesperada? difusión, vía Internet, de 250 mil documentos estadounidense confidenciales pero, también, por la forma escogida para hacerlo.Método de goteo, a partir de cinco medios globales: máximo impacto; evaluación diseminada y por entregas.

nuevatribuna.es | 05.12.2010

Wikileaks ha activado el Cablegate. La desorientación prima debido a la ¿inesperada? difusión, vía Internet, de 250 mil documentos estadounidense confidenciales pero, también, por la forma escogida para hacerlo.

Método de goteo, a partir de cinco medios globales: máximo impacto; evaluación diseminada y por entregas.

La Revolución Digital está transformando las reglas del juego: la facilidad de copia incrementa vulnerabilidades pero, sobre todo, redefine intermediaciones. El verdadero cambio no es la segmentación de los medios: la estructura informativa siempre ha sido piramidal.

La clave radica en la demostración de que la relación entre prensa y poder puede ser descosida a partir de iniciativas ciudadanas como la de Wikileaks: activismo profesional en zonas grises, desguarnecidas por las acarameladas relaciones entre políticos y periodistas.

Y como resultado de todo ello, el debate sobre la libertad de prensa se reabre, pero no como sinónimo de una restringida libertad de empresa (periodística) sino como principio democrático en riesgo: ¿qué pasa con la libertad de informar y con el derecho a ser informado en un contexto digital? ¿Caben los monopolios? ¿y las excepciones?

A partir de dichas preguntas, que remiten a la Neutralidad de La Red, surgen nuevos retos: el legal (en el que Islandia, sede de Wikileaks, está a la vanguardia mundial) y el interpretativo, que nadie se plantea.

El primero consiste en garantizar el derecho a informar sin cortapisas: todo lo contrario a lo que pretende Barack Obama, que acaba de nombrar un Zar anti-filtraciones, al parecer, para perseguir mensajeros. ¿Solo es tolerable una forma de hacer periodismo?

En cuanto al segundo, en estos días, se habla mucho de cómo las filtraciones ponen en evidencia a la prensa tradicional y al poder establecido. Nadie evoca, sin embargo, la crisis de disciplinas académicas, supuestamente especializadas en el estudio de asuntos internacionales que –como consecuencia de su formalismo, de su etnocentrismo y de su ideologización- están fracasando en la generación de conocimiento.

Hace 30 años Seán McBride, Premio Nobel de la Paz, propuso –en un informe para la UNESCO- un Nuevo Orden Comunicacional.

Washington contrapuso el modelo informativo que ahora se hunde. ¿Volver a empezar?

Juan Agulló | Sociólogo y periodista | MUNDANAL RUIDO

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