sábado. 20.04.2024

Ave María Purísima

NUEVATRIBUNA.ES - 5.2.2010Ahora lo entiendo todo. A ZP no le invitó Obama a rezar para que salvara su alma. Lo hizo para que salvara nuestras pensiones. Para ello no le hubiera venido mal algo más de recogimiento. Lo digo porque fue con tanta gente al desayuno que más que una excursión espiritual parecía una gira de Operación Triunfo. No se puede negar que la eficacia de las plegarias fue inmediata.
NUEVATRIBUNA.ES - 5.2.2010

Ahora lo entiendo todo. A ZP no le invitó Obama a rezar para que salvara su alma. Lo hizo para que salvara nuestras pensiones. Para ello no le hubiera venido mal algo más de recogimiento. Lo digo porque fue con tanta gente al desayuno que más que una excursión espiritual parecía una gira de Operación Triunfo. No se puede negar que la eficacia de las plegarias fue inmediata. Desde el milagro del pan y los peces (por cierto, ya podían decirnos la fórmula en este tiempo de crisis para ahorrarnos un pico en el Lidl) no se recordaba algo igual. No es fácil que de un mendrugo y una sardina salga un ágape para una boda, pero tampoco lo es que un banquero defienda a un presidente socialista. Pues ha pasado. Botín, que con esas cosas del patrocinio ya podía obrar también el milagro de cambiarnos el bonobús por un Ferrari, ha elogiado las intenciones del Gobierno. Ha sido ese justo el momento en que, víctima yo también de un alumbramiento, he sido consciente de lo nefastas que deben ser. Y eso ahora. Ya verán cuándo de verdad sepan lo que quieren hacer.

Por lo demás bien. Los sindicatos anuncian movilizaciones, la bolsa se desploma, las encuestas dejan a Zapatero a la altura del Partido Humanista, Obama prefiere hacerse unos mates en el jardín de casa que venir a España y Mariano, erre que erre, amenaza con que quiere ser presidente. Nada que no se solucione con un padrenuestro y dos avemarías. Justo la mitad de penitencia que la impuesta a Espe por tener esa boquita. No lo digo por los tacos. Lo digo porque ha aconsejado a ZP menos oraciones y más empleo. Eso lo dice la presidenta de una comunidad en la que, al parecer, sólo está en paro el cerebro de algunos de sus consejeros. Cuando los funcionarios del Inem se dedicaban a los autodefinidos ante la falta de curro era gracias a la gloriosa gestión de Aguirre, ahora que no tienen tiempo ni para el bocata la culpa de todo la tiene Zapatero ¿No hay ningún milagro contra tanta caradura?

Sólo desde la candidez más absoluta o desde la ignorancia supina se puede negar que los pies del Gobierno cuelgan de un abismo de más de cuatro millones de metros. Uno por cada desempleado. Sólo desde el carroñerismo más estomagante se entiende que, en estos momentos, lo que más preocupe a algunos no sea buscar un trabajo a quien no lo tiene sino ir eligiendo el color más sufridito para las cortinas del despacho o el aroma del ambientador para el coche oficial. Igual más que cambiar un Gobierno como si fuera el juego de las sillas musicales se trataría de, entre todos, sentarse a debatir si la raíz del problema, con independencia de quién lo administre, es el sistema productivo o si hay que reformar el sistema de pensiones no desde la improvisación sino desde la seriedad a la que obliga la garantía de un futuro. La respuesta ante la chapuza no debería ser la avaricia de poder. Siempre será más urgente que una familia pueda sobrevivir que elegir un sillón que le quede bien a un nuevo ministro. Lo que no quiere decir que no haya que cambiarlos. Que yo creo que sí.

Germán Temprano es escritor y periodista

JAULA DE GRILLOS

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