sábado. 20.04.2024

Asistimos a una auténtica involución social

A estas alturas la ciudadanía ha de estar cansada de escuchar a este gobierno, desde que lo es y antes, en campaña electoral aún más, que la prioridad es el empleo, que la mayor preocupación del gobierno es la economía y crear puestos de trabajo para los españoles. Sin embargo, una vez más, los hechos contradicen y con mucho -como ahora veremos- a las palabras, aunque éstas sean repetidas hasta la saciedad.

A estas alturas la ciudadanía ha de estar cansada de escuchar a este gobierno, desde que lo es y antes, en campaña electoral aún más, que la prioridad es el empleo, que la mayor preocupación del gobierno es la economía y crear puestos de trabajo para los españoles. Sin embargo, una vez más, los hechos contradicen y con mucho -como ahora veremos- a las palabras, aunque éstas sean repetidas hasta la saciedad.

Y es que lo primero que salta a la vista en el Gobierno es la ausencia de unidad sobre un fin, la falta de convergencia de voluntades, entre los propios ministros y su presidente, así como con los distintos grupos parlamentarios y agentes sociales, en torno a la creación de empleo para encontrar la solución necesaria que requiere de todos los esfuerzos que sean posibles y hasta imposibles. Por el contrario, vemos que los ministros comienzan a andar con cierta “independencia” en sus voluntades y finalidades; de ahí los episodios de contradicciones manifiestas entre Montoro y De Guindos, que finalmente termina moderando Soraya, a la sazón convertida en la señorita de guardia en el patio del colegio. Pero es que ni siquiera la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, tiene protagonismo en los medios. Ha sido eclipsada por otros, que más que gobernar parece que sigan opositando en la carrera hacia el poder máximo, como Mato o, por supuesto, Gallardón, al que no sólo nosotros sino su propio partido habrá de tener muy en cuenta, pues se está destacando en la carrera. Pero lo de este último merece mención aparte.

Cómo se explica, si no es en el contexto de la lucha por el poder en su partido, este afán meritorio con el que pretende regular un ámbito como el del aborto que es claramente un ámbito sanitario, criminalizando a las mujeres que lo practiquen al margen de la regulación legal que él y a los que quiere tener contentos tengan a bien establecer.

Porque el Ministro de Justicia está sentando un pésimo precedente en el hecho de invadir desde la justicia un ámbito relacionado con lo sanitario. Hace más de veinte años que el aborto no es objeto de las leyes de justicia en nuestro país, y con esta reforma las mujeres podríamos incurrir en un delito por el simple hecho de hacer lo que hacíamos hasta ahora: decidir qué hacemos con nuestra vida y nuestro cuerpo. El Ministro no sólo satisface con esta reforma a la iglesia católica y a determinado sector de la sociedad civil, sino que además lanza un guiño al ala más conservadora de su partido, que quizás no esté muy de acuerdo con la laxitud e indefinición del presidente y busquen un referente de poder más autoritario y reaccionario: el castigo, la culpa, y la mano dura del estado, puesta de manifiesto a través de la cadena perpetua.

Es evidente que está haciendo carrera al margen del gobierno relegando a la Ministra Mato a un papel secundario en una materia que concierne a la promoción de la salud. Mato, mientras tanto, se dedica a encargar de nuestros bolsillos costosos estudios que han de demostrar que la píldora del día después es perjudicial para la salud, algo que ya estudia y concluye nada más ni nada menos que la Organización Mundial de la Salud (OMS, boletín nº 22). Organismo que a nuestra Ministra no le debe parecer una fuente fiable. Y tan preocupada se muestra por la salud de las mujeres que pone en marcha un Plan de atención a las víctimas de violencia de género -evitando por cierto usar estos términos- que no garantiza la atención integral de las víctimas.

Ya no es sólo la paridad, que ha desaparecido, sino todas estas medidas que suponen la vuelta de la mujer a la tutela y paternalismo de otros, llámese padre, ley o juez. No podemos consentir que para dar satisfacción a la ideología más retrógrada de la derecha católica se nos conculquen derechos ya consolidados y que ha costado muchos años de lucha conseguir. Desde aquí apelo a todas las mujeres y organizaciones comprometidas con la causa de la igualdad para que demostremos nuestro rechazo a estas medidas. Por otra parte, ¿dónde queda la convergencia con Europa? Todos estos derechos en torno a la naturaleza igualitaria de mujeres y hombres ya están consolidados en los países de nuestro entorno… ¿no hemos de converger con ellos en materia de derechos? En nuestro país, a buen seguro, las ricas seguirán volando a Londres para abortar, las pobres…cárcel o muerte.

El Superministro Gallardón sigue ahondando en las desigualdades con una materia tan esencial y delicada en un estado de derecho como es la justicia. Al ya anunciado pago de tasas por recursos en segunda instancia, se une el hecho de que las 170.000 parejas que anualmente se casan o divorcian, deberán pasar por la caja del Notario. Esto, desde luego, pone en peligro el control judicial de los acuerdos de divorcio, donde el objetivo principal es la regulación y control del régimen aplicable a los hijos menores. Estos, aplicando esta privatización pedida por los notarios al ministro, quedarían fuera de la tutela judicial…inaudito. ¿El motivo argumentado para todo esto? Descongestionar la justicia, pero -y yo me pregunto- ¿incluir la penalización del aborto no supone carga? Tan contradictorio resulta que no parece nada cierto, incluyendo el autoproclamado “progresismo” de Gallardón.

Pero las medidas emprendidas por los ministros para combatir el duro drama del desempleo en nuestro país no terminan aquí. Tenemos al Ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Arias Cañete, en quien hemos encontrado una virtud: la sinceridad. Sinceramente reconoció no tener ni idea de Medio Ambiente. Pero, aunque nos agrade esta virtud, no creo que esté entre las primordiales a valorar en alguien que ha de dirigir el gobierno de un ministerio. Tal vez porque no tiene ni idea, en colaboración con el Ministro de Industria Soria, si es que se ponen de acuerdo porque parece que nuevamente se contradicen dos ministros (¡Soraya!), están poniendo en peligro el sector de las Energías Renovables, exponentes del nuevo modelo productivo sostenible y del que sólo en Andalucía dependen 40.000 puestos de trabajo.

Y nuevamente, nada cambia, los Bancos ahora podrán recibir gracias a De Guindos, vía FROB (léase, nuestros bolsillos) 15.000 millones de euros…más. Lo curioso es que la reforma financiera obligará a las entidades a construir fondos de capital apalancado por importe de 50.000 millones de euros. Y pienso yo, si ahora sin este fondo no fluye el crédito ¿cómo va a fluir si a partir de ahora las entidades tienen que tener esta cantidad inmovilizada? ¿cómo va a poder Arias Cañete “alicatar” hasta el último metro de costa, como pretende, a través de la ley homónima?

De otra parte, este apalancamiento de 50.000 millones de euros exigido por la reforma financiera a los bancos más el recorte previsto en Administraciones Públicas por importe de 40.000 millones supondrá, según apuntan los expertos, una recesión brutal, un recorte del dinero en circulación imposible de sostener por un Estado.

Pero es que además el Gobierno, en tan pocos días se desacredita en su legitimidad. Y lo hace en la persona que más predicamento y poder ostenta en el mismo, la Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Sabemos que los gobiernos se deben a sus partidos, en este caso el Partido Popular, pero una Vicepresidenta no puede practicar el partidismo más descarado declarando estar preocupada por la liquidez de Andalucía, precisamente a dos días de haber tenido que acudir al rescate de la Comunidad Autónoma de Valencia con 450 millones de euros. Sin entrar en consideraciones sobre la mayor o menor deuda de unos y otros, es obvio que Andalucía no ha tenido que ser rescatada, por tanto, de estar preocupada Soraya ¿no debería estarlo más por la quiebra evidente de la Comunidad Autónoma de Valencia?

Y a todo esto, el Presidente…calla. Calla también cuando se le pregunta por los presupuestos, por los que hasta la Unión Europea le está urgiendo, pues no resulta creíble que a estas alturas no tengan ya las previsiones económicas para este año. Nadie, ni Merkel lo cree ya, no lo haremos nosotros. Pero ¿tan terribles y antisociales son, que de ellos depende que Arenas pueda triunfar en Andalucía? Y, entonces, de triunfar por demorar los previsibles recortes antisociales presupuestarios, el triunfo sería un tremendo engaño ¿no?

Pero lo mejor del Presidente es, sin duda, su estrategia para el empleo. Forjada sobre una inminente (desde diciembre) reforma laboral escondida a todos, se apresuró sin embargo a recortar el periodo de negociación de los agentes sociales al 7 de enero, fecha en la que el Gobierno de no haber acuerdo, legislaría. La Ministra Báñez no se cansa de predicar el buscado consenso con dichos agentes, pero la realidad es que ha sido la Ministra de Trabajo hasta la fecha más breve en el diálogo social: acudió tres días a las reuniones. Terminado el plazo se espera -desde hace un mes- la anunciada legislación, un viernes, otro…el último el pasado viernes, pero no llega. Este olvido y laxitud muestra la preocupación del Gobierno, el verdadero interés en resolver la principal preocupación de los españoles: el paro. Entretanto, no se olvida de anular la Educación para la Ciudadanía, como reclamó la iglesia, o de impulsar “los toros” como bien inmaterial de la humanidad, todo esto vía Ministro Wert, que entre olvidos, gazapos y desconocimientos, está resultando un Ministro de Cultura sin…

Pero Rajoy sí habla, cuando nadie le oye, salvo algún micrófono incógnito que nos revela la cualidad humorística del Presidente al referirse a que sus aún ausentes y desconocidas medidas serían acreedoras, con toda seguridad, a una huelga general. Todos dan por hecho que será así, pero ojo, que el humor de Rajoy puede ser negro…puede que la Reforma Laboral modifique algún derecho relacionado con la participación colectiva (huelgas, manifestaciones,…). ¿Creen que no? Ya se lo ha pedido Arturo Fernández, Presidente de la patronal madrileña, y Esperanza Aguirre. Por cierto, casualmente esta semana la Comunidad de Madrid ha sido condenada por vulnerar el derecho de huelga por quinta vez.

Asistimos a una auténtica involución social
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