jueves. 18.04.2024

Mi articulo, el autismo, mi disculpa y su necesidad

En estas mismas páginas, el pasado 5 de septiembre utilicé la palabra “autismo” para referirme a la ignorancia 

En estas mismas páginas, el pasado 5 de septiembre utilicé la palabra “autismo” para referirme a la ignorancia de la realidad social que caracterizó el discurso del Presidente de la Comunidad de Madrid, en el último debate sobre el estado de la Comunidad de Madrid.

Una incorrección por la que asociaciones que se ocupan de personas autistas, padres, madres y mucha gente de su entorno me ha reprochado. Fue mi error y pido disculpas.

No es inusual utilizar la expresión para referirse a la ignorancia de la realidad. Incluso existe un movimiento de estudiantes de economía en Francia denominado “postautista”, como crítica a la formación que estaban recibiendo.

Es evidente que el generalizado mal uso no me disculpa. Más aún, cuando no es de hoy el malestar de familiares y asociaciones que se ocupan de estas personas por la mala o indebida utilización del término.

He entendido de mi conversación con quienes me criticaron que, además de discriminatorio por la connotación negativa que le atribuyo al término, es evidente que estas personas ni carecen de sentimientos ni se aíslan en su propio mundo. Se trata, en consecuencia, de que he transmitido un mensaje erróneo sobre personas que, en realidad ni están enfermas ni tienen discapacidad intelectual.

En una palabra, utilicé una mala metáfora y discriminatoria. Sin embargo, lo que sorprende es que la mayoría de los lectores y lectoras de mi opinión han entendido mi mensaje y no han percibido mi incorrección. La conclusión solo puede ser una: no estamos demostrando demasiada empatía con las personas autistas ni nos preocupamos mucho de escuchar a quienes se ocupan de sus necesidades.

Existe un evidente problema de visibilidad que la política de nuestras instituciones no corrige, tanto al reducir los recursos de apoyo a estas personas (como a otros trastornos) como al privar, día a día, a nuestro sistema educativo del componente de integración que debía atribuírsele.

Existe, también, la necesidad en la Comunidad de Madrid de recuperar una aplicación de la Ley de dependencia que nos permitía disponer de una marco normativo y de convivencia, apoyo a las familias y recursos que cooperarían con la autonomía de estas personas.

Sepan todos los que se enojaron con mi error, con el mal uso de la expresión en mi artículo, que, además de mi disculpa, me comprometo a que en mi trabajo no falte un esfuerzo de apoyo a sus demandas. Gracias por habérmelo hecho saber.

Mi articulo, el autismo, mi disculpa y su necesidad