jueves. 18.04.2024

Algunas propuestas para el debate sobre el estado de la Nación

NUEVATRIBUNA.ES - 11.5.2009 El presidente del Gobierno deberá informar urgentemente cuánto hemos recortado en el presupuesto de utopías, por más que el líder de la oposición insista en incrementar el déficit público en materia de posibilismo.
NUEVATRIBUNA.ES - 11.5.2009

El presidente del Gobierno deberá informar urgentemente cuánto hemos recortado en el presupuesto de utopías, por más que el líder de la oposición insista en incrementar el déficit público en materia de posibilismo.

Desde sus escaños, ambos deberán debatir no obstante sobre la espinosa cuestión de por qué hay que confiar en que la solución a la crisis deban imponerla los empresarios que nos han metido en ella: qué misteriosa resulta esa economía que para crear empleo exige abaratar los despidos cuando lo más probable es que dicha solución, en plena plaga de Egipto, sólo estimule lógicamente el incremento del paro.

Mientras los hechiceros de la tribu le piden a España que disminuya los salarios o aumente en rendimiento, habrá que preguntar cuándo dejará de blindarse el sueldo de los ejecutivos y se dictará una moratoria sobre las ejecuciones de embargos. Sería interesante saber por qué los expedientes de regulación de empleo no suelen afectar a los grandes cargos y por qué la administración acepta que cierren temporalmente factorías cuyos índices de dividendos fueron abrumadores durante el último ejercicio.

Que pase el gobernador del Banco de España y explique con todo lujo de detalles en qué ha invertido la banca privada el dinero público que viene recibiendo desde hace meses y si es que hará falta una orden judicial para que abran, de una vez por todas, el grifo de los créditos y de la vergüenza torera.

Urge saber por qué las uvas de la ira siguen creciendo en los suburbios y por qué los de abajo continúan sin leer a Bertolt Brecht y miran con recelo a los de abajo, en vez de alzar su rabia común hacia los de arriba o hacia todos aquellos que, estén donde estén, han hecho posible la corrupción y la avaricia, el toma el dinero y corre, los paraísos fiscales, las cuentas cifradas y los abusos sin cuento. Que nos lo diga el ministro de Trabajo y que traiga bajo el brazo la Ley de Extranjería con la que amenaza a todos aquellos que no creemos que debamos crear una nueva frontera entre patricios y plebeyos.

El ministro de Interior deberá explicar sobre cómo sigue la moral vallecana del alma de este pueblo, aunque el de Sanidad deberá ilustrarnos cómo se contagia la gripe A de la crisis psicológica. Que pase el ministro de Industria, Turismo y Comercio, a contarnos por qué, con la que está cayendo, Europa sigue deslocalizando sus fábricas, el turismo se reduce a las idas y venidas de la gente corriente llamando a las puertas de las oficinas con un currículo bajo el brazo; y tendrá que precisar, sin ningún género de dudas, a qué suma ascienden los hurtos de comidas en los supermercados.

Que suba a la tribuna la ministra de Economía para que nos amplíe noticias sobre el brote verde que surge al cabo del diluvio y que no tarde el ministro de Asuntos Exteriores en detallarnos qué medidas contra la situación que nos aflige se están arbitrando en Haití y en la región de los Grandes Lagos. Urge saber si, en esta encrucijada que nos acucia, debemos leer a Keynes o la colección completa de folletines de la Escuela de Chicago: que suba a la tribuna de oradores la ministra de Cultura para anticiparnos si esta película va a tener o no un final feliz, de una puñetera vez.

Una excelente oportunidad para que el ministerio de Educación nos alumbre sobre los planes para que la Formación Profesional incluye la asignatura de supervivencia. Y para que Fomento nos alumbre sobre cómo van las obras necesarias para que el I+D+I llegue a España por las vías de la alta velocidad en lugar de estancarse en la red de cercanías del boom inmobiliario y del consumo. Que la ministra de Vivienda ponga en negro sobre blanco dónde ponemos los escombros del estado del Bienestar y a qué museo debemos enviar las grúas oxidadas.

Hace falta que, aunque sea en comisión, algún propio del ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino nos traslade sus estimaciones sobre cuándo volverán las vacas gordas y cuando, a porfía de quienes han perdido hasta la esperanza dejarán ciertos pescadores de ganar pingües beneficios en las aguas revueltas de la Bolsa.

A la ministra de Igualdad quizá le incumba anunciarnos cuando va a crearse el ministerio de Fraternidad y por qué la libertad sigue siendo un ministerio cuya cartera nos roban a diario aquellos que creen que sólo deben ser libres los mercados. En ese mismo contexto, convendría que Administraciones Públicas analizara por qué en este país hay quien cree en el Estado, quien cree en la nación y quien tan sólo cree en su propio ombligo.

Quizá hoy más que nunca, el Congreso deba ampliar la Ley de Memoria Histórica y extenderla a todos aquellos que puedan ilustrarnos cómo fueron capaces de levantar la ilusión de la Segunda República dos años después del crack del 29. O cómo llevaron a cabo una transición ejemplar con una tasa de inflación del 25 por ciento, hipotecas al 19 y el barril de crudo a precios estratosféricos desde la crisis del 73.

Pero, con la que está cayendo, el presidente y el líder de la oposición lo mismo despachan todo esto en un plis-plás, se ponen a hablar de la enseñanza del catalán o de las horas bajas del Real Madrid. Ahí afuera, mientras tanto, la demoscopia avisa de que la abstención volverá a ganar a bulto las próximas elecciones europeas.

Juan José Téllez es escritor y periodista, colaborador en distintos medios de comunicación (prensa, radio y televisión). Fundador de varias revistas y colectivos contraculturales, ha recibido distintos premios periodísticos y literarios. Fue director del diario Europa Sur y en la actualidad ejerce como periodista independiente para varios medios. En paralelo, prosigue su carrera literaria como poeta, narrador y ensayista, al tiempo que ha firmado los libretos de varios espectáculos musicales relacionados en mayor o menor medida con el flamenco y la música étnica. También ha firmado guiones para numerosos documentales.

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