29 de julio de 2010, 11:59
NUEVATRIBUNA.ES - 28.7.2010
Acto de fe o auto de fe. Acto de fe porque distintas fuentes, fantasmas, filtraciones, juegos de adivinación y rumores le acosan. Auto de fe por la fuerza con que lo hacen. En condiciones normales, según la veracidad de las fuentes, así es la cobertura e importancia que le dan los medios a las informaciones. Por eso no comprendo que con una serie de comentarios sin confirmar se puedan orquestar tales ataques al líder de los socialistas madrileños. El último se ha producido este martes, cuando se ha comentado que desde el entorno de Gómez se estaba amenazando y presionando a dirigentes socialistas para que le respalden o al menos no le critiquen. Pero no sale nadie a decir que se haya sentido presionado o amenazado porque esta última información no es cierta. Siguen los rumores.
En primer lugar, me sorprende que los medios estén centrando tanto los ataques en su persona. Él solo es la cabeza de un equipo, de un proyecto, de una militancia que le respeta y de un Comité Regional que le respalda en el 95%. Este 27 de julio es día de San Pantaleón y a base de mucha devoción y sugestión la sangre del santo se licúa, pero por mucha devoción que le pongan los que quieren que Gómez se quede solo y sin respaldo no van a conseguir que desaparezca ese 95% de miembros del Comité Regional que le apoyan.
Un aspecto peculiar es la capacidad de propagación de la rumorología que hemos apreciado en los últimos días. Normalmente, los rumores sólo se publican en los medios si son interesantes, veraces, si son muy llamativos, si se quiere impulsar o destruir alguien. En este caso, hace días que no se desecha ni un solo rumor negativo que tenga a Gómez como objetivo. Por el contrario, todo desmentido o aclaración, por mucho que sea oficial o que se haya producido en rueda de prensa -que los ha habido (Pedro Castro, Cascallana, Ángel Viveros, David Lucas…)- no son recogidos con el mismo entusiasmo. Mal vamos si nos sumergimos en un contexto de habladurías y mentideros.
Se han señalado muchas manos que estarían moviendo los hilos de estos rumores y se pueden señalar las que se quieran porque cuando todo se hace desde las sombras, desde la pantalla protectora de “las fuentes”, la mano queda bien escondida. Se habla de sectores internos críticos con Gómez, que se estarían ocultando por su falta de apoyos internos. También se habla de que la autoría reside en la Dirección Federal del PSOE, pero todo lo que se dice al respecto sigue perteneciendo al ámbito de los rumores y las malas interpretaciones. De una o de otra manera se aportan como justificantes el nerviosismo para la elaboración de listas y el intento de presionar a Gómez. No sé yo si eso puede resultar muy efectivo porque precisamente puede tener el efecto contrario de que Gómez quiera blindarse rodeándose de gente de confianza que no le mueva la silla o amenace con hacerlo. Sin olvidar que dentro de la ejecutiva formada por el parleño hay personas de las distintas “sensibilidades” históricas del PSM, antigua FSM. Este tipo de pugnas internas son normales dentro de los partidos cuando nos encontramos en puertas de la elaboración de listas electorales. Es más, la pugna más violenta que he visto en los últimos años fue cuando Gallardón promocionó a Cobo como candidato a presidente del PP de Madrid contra Aguirre.
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Otra actitud que se ve en estos días es la de Tomás Gómez de hacer valer la independencia del PSM dentro del respeto a la ejecutiva federal del PSOE, dentro de su lógica preocupación por la importancia electoral de Madrid y por reclamar que desde el PSOE se respete la estructura del PSM. A todo ello se suman otros dos aspectos que hay que tener en cuenta: el rechazo histórico del PSM a los candidatos paracaidistas o improvisados y el historial del propio Gómez, que ha ganado toda elección a la cual ha concurrido, desde las internas del partido hasta la Alcaldía de Parla.
En los últimos días se está rebuscando toda palabra, todo gesto, que denote hostilidad hacia Gómez. Un ejemplo es cómo se ha usado el nombre de Pedro Castro para afirmar que en unas supuestas declaraciones suyas habría pedido a Gómez “un paso atrás”. Castro lo ha desmentido, pero es que además es ya de por sí un error poner en su boca esas palabras. Gómez ha reiterado en numerosas ocasiones que el regidor getafense es un verdadero padre político. Hace unas semanas yo mismo entrevistaba a Castro para otro medio, y a mi pregunta sobre si Gómez sería candidato me respondió de tal manera que no me dejó lugar a ninguna duda: “Yo siempre hago la misma reflexión cuando me preguntan al respecto. Ha dejado Parla normalizada y teniendo el cariño de sus vecinos, con casi el 80% de los votos, y ha dejado la Alcaldía sin saber su futuro personal, sin tener una alternativa al no ser ni diputado ni senador, arriesgándose por trabajar para la Comunidad de Madrid y los madrileños. Todo lo ha dejado por un sueño y merece todo el respeto. Cuando alguien arriesga por compromiso e ideología merece la pena apostar por esa persona”.
Precisamente, cuando accedió Gómez a la Secretaría General se le animó desde la Dirección Federal a que lo hiciese, a que dejase todo para pugnar contra Aguirre por la Comunidad de Madrid. El propio Gómez, en aquél congreso en el cual salió elegido secretario general, reiteró que además quería ganar el Gobierno Regional. Recibió el respaldo mayoritario de los delegados que, en cierta manera, le votaban como secretario general y candidato. No obstante, en las últimas declaraciones, el parleño se muestra abierto a la convocatoria de primarias. No podía ser de otra manera, ya que quiere seguir la senda de los estatutos y de los plazos que impone el PSM para elaboración de candidaturas.
Quien más sale beneficiado de todo esto es el PP. Se ha conseguido que no se hable del espionaje, del Gürtel, de la degradación de la educación y de la sanidad, de la bajada de popularidad de Aguirre y de cómo insulta a sus compañeros. El sábado me encontraba escribiendo un artículo sobre la “política municipal” que quiere impulsar Aguirre, explicando cómo en los municipios que gobierna el PP, a imagen del Gobierno Regional, se han multiplicado los gastos de protocolo y en cargos de confianza. Justo en ese momento, empecé a leer y escuchar el linchamiento a Tomás Gómez. Perdí la concentración, pero hoy la he recuperado y me he puesto a escribir, aunque cambiando de tema. También me he acercado al Servicio Regional de Empleo que hay en Carabanchel, a la visita que hacía Tomás Gómez en su campaña de denuncia de los incumplimientos de Esperanza Aguirre. Quería ver como se encuentra el dirigente madrileño, con la gran expectación de medios que había allí apostados. Me he fijado muy bien en los gestos, en sus palabras. Aunque le entrevisté hace meses, ya no se acuerda de mí, pero mucho mejor porque así puedo observarle desde la distancia. La impresión que me ha dado es que, si bien algunos podemos habernos sentido una sacudida e incluso parte del socialismo madrileño puede haberse puesto nervioso, el ex alcalde de Parla no ha perdido la concentración en ningún momento. A eso yo le llamo tener claro el objetivo de ganar la Comunidad de Madrid, de tener un equipo y, sobre todo, de tener liderazgo. Y ese ánimo es contagioso. Por lo que se refiere a las encuestas, sean malas o buenas, viendo el tratamiento que está dando parte de la prensa a todo esto sólo me queda decir lo siguiente: “Las encuestas reflejan lo que el que las encarga quiere que reflejen”.
El lunes sí se confirmó una noticia en una rueda de prensa pública y notoria y no en base a rumores lanzados desde las sombras: Tomás Gómez es precandidato en caso de que haya primarias. Si se presenta otro rival, seguro que las ganará y se lanzará a ganar el Gobierno Regional. Si no hay más precandidatos, pues igualmente el objetivo será ganar a Aguirre. Todo por desalojar al PP de un Gobierno regional que ya se está haciendo demasiado largo y pesado.
Juan Pedro Rodríguez Hernández - Colaborador de Nueva Tribuna. Profesor universitario de Historia, realiza artículos de opinión e informaciones para diversos medios
Acto de fe o auto de fe. Acto de fe porque distintas fuentes, fantasmas, filtraciones, juegos de adivinación y rumores le acosan. Auto de fe por la fuerza con que lo hacen. En condiciones normales, según la veracidad de las fuentes, así es la cobertura e importancia que le dan los medios a las informaciones. Por eso no comprendo que con una serie de comentarios sin confirmar se puedan orquestar tales ataques al líder de los socialistas madrileños. El último se ha producido este martes, cuando se ha comentado que desde el entorno de Gómez se estaba amenazando y presionando a dirigentes socialistas para que le respalden o al menos no le critiquen. Pero no sale nadie a decir que se haya sentido presionado o amenazado porque esta última información no es cierta. Siguen los rumores.
En primer lugar, me sorprende que los medios estén centrando tanto los ataques en su persona. Él solo es la cabeza de un equipo, de un proyecto, de una militancia que le respeta y de un Comité Regional que le respalda en el 95%. Este 27 de julio es día de San Pantaleón y a base de mucha devoción y sugestión la sangre del santo se licúa, pero por mucha devoción que le pongan los que quieren que Gómez se quede solo y sin respaldo no van a conseguir que desaparezca ese 95% de miembros del Comité Regional que le apoyan.
Un aspecto peculiar es la capacidad de propagación de la rumorología que hemos apreciado en los últimos días. Normalmente, los rumores sólo se publican en los medios si son interesantes, veraces, si son muy llamativos, si se quiere impulsar o destruir alguien. En este caso, hace días que no se desecha ni un solo rumor negativo que tenga a Gómez como objetivo. Por el contrario, todo desmentido o aclaración, por mucho que sea oficial o que se haya producido en rueda de prensa -que los ha habido (Pedro Castro, Cascallana, Ángel Viveros, David Lucas…)- no son recogidos con el mismo entusiasmo. Mal vamos si nos sumergimos en un contexto de habladurías y mentideros.
Se han señalado muchas manos que estarían moviendo los hilos de estos rumores y se pueden señalar las que se quieran porque cuando todo se hace desde las sombras, desde la pantalla protectora de “las fuentes”, la mano queda bien escondida. Se habla de sectores internos críticos con Gómez, que se estarían ocultando por su falta de apoyos internos. También se habla de que la autoría reside en la Dirección Federal del PSOE, pero todo lo que se dice al respecto sigue perteneciendo al ámbito de los rumores y las malas interpretaciones. De una o de otra manera se aportan como justificantes el nerviosismo para la elaboración de listas y el intento de presionar a Gómez. No sé yo si eso puede resultar muy efectivo porque precisamente puede tener el efecto contrario de que Gómez quiera blindarse rodeándose de gente de confianza que no le mueva la silla o amenace con hacerlo. Sin olvidar que dentro de la ejecutiva formada por el parleño hay personas de las distintas “sensibilidades” históricas del PSM, antigua FSM. Este tipo de pugnas internas son normales dentro de los partidos cuando nos encontramos en puertas de la elaboración de listas electorales. Es más, la pugna más violenta que he visto en los últimos años fue cuando Gallardón promocionó a Cobo como candidato a presidente del PP de Madrid contra Aguirre.
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Otra actitud que se ve en estos días es la de Tomás Gómez de hacer valer la independencia del PSM dentro del respeto a la ejecutiva federal del PSOE, dentro de su lógica preocupación por la importancia electoral de Madrid y por reclamar que desde el PSOE se respete la estructura del PSM. A todo ello se suman otros dos aspectos que hay que tener en cuenta: el rechazo histórico del PSM a los candidatos paracaidistas o improvisados y el historial del propio Gómez, que ha ganado toda elección a la cual ha concurrido, desde las internas del partido hasta la Alcaldía de Parla.
En los últimos días se está rebuscando toda palabra, todo gesto, que denote hostilidad hacia Gómez. Un ejemplo es cómo se ha usado el nombre de Pedro Castro para afirmar que en unas supuestas declaraciones suyas habría pedido a Gómez “un paso atrás”. Castro lo ha desmentido, pero es que además es ya de por sí un error poner en su boca esas palabras. Gómez ha reiterado en numerosas ocasiones que el regidor getafense es un verdadero padre político. Hace unas semanas yo mismo entrevistaba a Castro para otro medio, y a mi pregunta sobre si Gómez sería candidato me respondió de tal manera que no me dejó lugar a ninguna duda: “Yo siempre hago la misma reflexión cuando me preguntan al respecto. Ha dejado Parla normalizada y teniendo el cariño de sus vecinos, con casi el 80% de los votos, y ha dejado la Alcaldía sin saber su futuro personal, sin tener una alternativa al no ser ni diputado ni senador, arriesgándose por trabajar para la Comunidad de Madrid y los madrileños. Todo lo ha dejado por un sueño y merece todo el respeto. Cuando alguien arriesga por compromiso e ideología merece la pena apostar por esa persona”.
Precisamente, cuando accedió Gómez a la Secretaría General se le animó desde la Dirección Federal a que lo hiciese, a que dejase todo para pugnar contra Aguirre por la Comunidad de Madrid. El propio Gómez, en aquél congreso en el cual salió elegido secretario general, reiteró que además quería ganar el Gobierno Regional. Recibió el respaldo mayoritario de los delegados que, en cierta manera, le votaban como secretario general y candidato. No obstante, en las últimas declaraciones, el parleño se muestra abierto a la convocatoria de primarias. No podía ser de otra manera, ya que quiere seguir la senda de los estatutos y de los plazos que impone el PSM para elaboración de candidaturas.
Quien más sale beneficiado de todo esto es el PP. Se ha conseguido que no se hable del espionaje, del Gürtel, de la degradación de la educación y de la sanidad, de la bajada de popularidad de Aguirre y de cómo insulta a sus compañeros. El sábado me encontraba escribiendo un artículo sobre la “política municipal” que quiere impulsar Aguirre, explicando cómo en los municipios que gobierna el PP, a imagen del Gobierno Regional, se han multiplicado los gastos de protocolo y en cargos de confianza. Justo en ese momento, empecé a leer y escuchar el linchamiento a Tomás Gómez. Perdí la concentración, pero hoy la he recuperado y me he puesto a escribir, aunque cambiando de tema. También me he acercado al Servicio Regional de Empleo que hay en Carabanchel, a la visita que hacía Tomás Gómez en su campaña de denuncia de los incumplimientos de Esperanza Aguirre. Quería ver como se encuentra el dirigente madrileño, con la gran expectación de medios que había allí apostados. Me he fijado muy bien en los gestos, en sus palabras. Aunque le entrevisté hace meses, ya no se acuerda de mí, pero mucho mejor porque así puedo observarle desde la distancia. La impresión que me ha dado es que, si bien algunos podemos habernos sentido una sacudida e incluso parte del socialismo madrileño puede haberse puesto nervioso, el ex alcalde de Parla no ha perdido la concentración en ningún momento. A eso yo le llamo tener claro el objetivo de ganar la Comunidad de Madrid, de tener un equipo y, sobre todo, de tener liderazgo. Y ese ánimo es contagioso. Por lo que se refiere a las encuestas, sean malas o buenas, viendo el tratamiento que está dando parte de la prensa a todo esto sólo me queda decir lo siguiente: “Las encuestas reflejan lo que el que las encarga quiere que reflejen”.
El lunes sí se confirmó una noticia en una rueda de prensa pública y notoria y no en base a rumores lanzados desde las sombras: Tomás Gómez es precandidato en caso de que haya primarias. Si se presenta otro rival, seguro que las ganará y se lanzará a ganar el Gobierno Regional. Si no hay más precandidatos, pues igualmente el objetivo será ganar a Aguirre. Todo por desalojar al PP de un Gobierno regional que ya se está haciendo demasiado largo y pesado.
Juan Pedro Rodríguez Hernández - Colaborador de Nueva Tribuna. Profesor universitario de Historia, realiza artículos de opinión e informaciones para diversos medios