jueves. 28.03.2024

A una semana de que el pueblo hable

Ultimo sondeo de Metroscopia: a una semana de las elecciones, el Partido Popular obtendrá la mayoría absoluta entre 192-196 escaños (El Mundo le otorga 198). El Partido Socialista, 110-113; Izquierda Unida, 11; El resto de Partidos vendrán a conformar la otra tercera parte del hemiciclo. La mayor de las victorias de la derecha de este país, una derecha ultra en gran parte.

Ultimo sondeo de Metroscopia: a una semana de las elecciones, el Partido Popular obtendrá la mayoría absoluta entre 192-196 escaños (El Mundo le otorga 198). El Partido Socialista, 110-113; Izquierda Unida, 11; El resto de Partidos vendrán a conformar la otra tercera parte del hemiciclo.

La mayor de las victorias de la derecha de este país, una derecha ultra en gran parte. Aquellos votos procedentes de la añoranza más rancia y reaccionaria acabarán por encumbrar al PP como jamás pudo imaginar. Rajoy, el hombre que habla por tautologías -'prometo lo que prometo'-. el que nada dice y mucho lee, al que la imaginación es incapaz de soñar arrebatando pasionalmente un beso en un perfumado atardecer de primavera, va a ser el nuevo inquilino de Moncloa. El pueblo así lo quiere y así lo va a tener. El lunes 21 el paro se habrá acabado, veremos los perros atados con longanizas y todos seremos ultra felices.

El PSOE conocerá una terrible derrota. Y quizá es lo que necesita este Partido que mira hacia otro lado cuando se le exige la fidelidad al ideario de Pablo Iglesias. Este PSOE no es el que conocimos y por el que trabajamos con la ilusión de ver los logros propios de un partido de izquierdas, con una justa distribución de la riqueza, con los derechos consolidados para todos sin distinción, y exigente de igual manera para con los deberes de todos. Y así no ha procedido. Cierto es que se han promulgado grandes Leyes de protección social, pero otras, de suma importancia, quedaron en el cajón del olvido. La Iglesia continúa con sus prerrogativas, mientras el salto de medio-pobre a indigente es cada día más usual. Se han regalado excesivamente los estómagos desagradecidos de aquellos que han mordido la mano brindada. El rico ha mantenido sus privilegios y demasiados de los que han ascendido a mandamases de este Partido han emulado a las clases privilegiadas, traicionando de esta manera el ideario de Pablo Iglesias.

El PSOE –también el PP- se ha postrado ante la usura actual, lo que llaman mercados -voraces e insaciables- menoscabando el derecho de la gran mayoría de ciudadanos. Los ricos no sólo no se enteran de la crisis financiera, sino que buena parte de ellos está llenando todavía más sus arcas privadas a costa de las públicas, que son de todos.

El PSOE necesita de una catarsis profunda, recuperar los valores que le son propios y renacer de sus propias cenizas. Y eso solo se hará si el batacazo electoral es mayúsculo. No se puede obviar el enorme esfuerzo de Rubalcaba, por supuesto. Pero no es suficiente. Hay que hacer una limpieza a fondo entre algunos incapaces que se han erigido en la 'cúpula' vergonzante de este Partido. Es el paso sine qua non para que el Partido Socialista regrese a sus principios.

Izquierda Unida se ve recompensada en el número de escaños que obtendrá, aunque tampoco representará en justicia la cantidad de votantes que depositarán su confianza en este Partido. La Ley Electoral debe ser cambiada y ya para que el ciudadano vea sus deseos adecuados a la representación parlamentaria. El trabajo de Gaspar Llamazares, fiel a los principios de una izquierda democrática, defendiendo a las personas por encima de los intereses crematísticos, es encomiable.

Los que sentimos la democracia como un enorme valor que tantas vidas y esfuerzos costó no podemos renunciar a ella. Sabemos que la ramificación que surge del árbol democrático va a ser talada sin piedad. No va a venirnos de nuevas. Nuestra fortaleza, después de tantos años, tiene que mantenerse intacta. No podemos ni vamos a decaer. Seguiremos en nuestro legítimo empeño en mejorar los derechos de la mayoría, aunque esta mayoría, por ignorancia sabida o deseosa de mantenerse en el engaño, sea la que propicie el advenimiento de una derecha soberbia, grosera, de una ordinariez vulgar y repulsiva, y, desde luego, alejada de la cultura y de los derechos sociales.

Quede claro que esta mayoría del pueblo, tan deseosa ahora de un 'cambio' hipócrita e impostor será la más perjudicada. Ya falta menos para que la verdad salga a la luz.

A partir de la toma de posesión del nuevo Gobierno-bajo-palio, regalo navideño, la verdad saldrá sin tapujos. Los reyes magos se van a estrenar con carbón para los españolitos que han querido portarse como Dios manda

A una semana de que el pueblo hable
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