jueves. 28.03.2024

A propósito de los objetivos del milenio

NUEVATRIBUNA.ES - 22.9.2010Ciento cuarenta jefes de estado y de gobierno se han reunido entre el 20 y el 22 de Septiembre, o sea, esta misma semana, convocados por la ONU.
NUEVATRIBUNA.ES - 22.9.2010

Ciento cuarenta jefes de estado y de gobierno se han reunido entre el 20 y el 22 de Septiembre, o sea, esta misma semana, convocados por la ONU.

A través del informe presentado sobre el estado en que se encuentran los compromisos conocidos como Objetivos del Milenio, el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, enviaba un claro toque de atención hacia los países ricos: las ayudas oficiales no están avanzando al ritmo comprometido, recordándoles que solo cinco países destinan el 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) al desarrollo de los países más desfavorecidos. Por cierto, los cinco países son europeos y de tamaño más bien pequeño (Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, Noruega y Suecia).

Objetivos del Milenio que cabe recordar es el plan que diseñó la propia ONU en el año 2000 para, entre otros objetivos y en el plazo de quince años, tratar de reducir la mortalidad infantil de los niños menores de cinco años.

Se marcaba el objetivo de reducir los datos de muertes del año 1990 en dos terceras partes. Para que lo entiendan mejor les diré que de cada mil nacimientos en el África subsahariana por ejemplo, 185 morían en el año 1990, y todavía en el año 2005, quince años después, lo seguían haciendo 166 niños de cada mil, dato que seguía representando todo un escándalo evidentemente.

Otro de los objetivos propuestos es combatir la tasa de pobreza extrema, considerando dentro de este sector a las personas que malviven con ingresos de menos de un dólar al día. Casi mil millones de seres forman parte de este colectivo todavía.

En materia de educación, los objetivos fijados para el año 2015 pasan por que todos los niños y niñas del mundo puedan tener un ciclo completo de educación primaria. O sea, que al menos puedan aprender a leer y a escribir.

Se trata, además, de conseguir la integración de la mujer en el mundo laboral y una política de igualdad de derechos. La lucha contra el SIDA tratando de frenar la expansión del virus mediante la ampliación de la información y consiguiendo tratamientos asequibles para poder combatir la enfermedad es, hoy por hoy, uno de los fracasos más evidentes. La enfermedad sigue creciendo y los tratamientos llegan con cuentagotas.

Y qué decir del compromiso de la sostenibilidad medioambiental y el control de la emisión de gases de efecto invernadero. Hasta ahora las cumbres realizadas sólo han servido para poner en evidencia las tremendas diferencias entre los países y la falta de acuerdo. En cada una de las cumbres se espera que sea en la siguiente donde se alcance algún tipo de compromiso relevante. La próxima cita es en Cancún, pero el escepticismo sigue siendo total.

La crisis es solo una excusa más. No, no digo que no tenga un peso en el retraso de las políticas solidarias de los estados, que parece evidente que lo tiene. Digo que debiera ser más importante la voluntad política para cumplir los objetivos y los compromisos asumidos, y que lo mismo que no se plantean reducir considerablemente los presupuestos para la guerra o para la investigación armamentista (siempre encuentran una buena excusa para seguir dedicando a armamento los recursos que serían necesarios para conseguir un mayor equilibrio y justicia en el mundo) debieran mantenerse los compromisos para con los países más desfavorecidos del planeta, único preludio real para un mundo más justo.

Palabras, nuevas promesas… y más retrasos para la consecución de algunos objetivos que ya no admitían aplazamientos…De eso ha ido la cumbre. Una vez más los más desfavorecidos de la tierra deberán esperar.

Las treinta y cinco páginas que ocupa la nueva declaración de la ONU están cargadas de buenas intenciones, pero los hechos son tozudos.

Martín Landa - Sindicalista

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