23 de septiembre de 2010, 15:44
NUEVATRIBUNA.ES - 5.1.2010
No crean que esto del escáner corporal es tan mala idea. Quizás no sean las fechas más idóneas para su implantación debido a las recientes zampas navideñas, pero no deja de tener su eficacia multifuncional. Cierto es que a nadie le gusta que le vean las tajadas de lechal y las peladillas adheridas al esófago ni tan siquiera en nombre de la seguridad nacional, pero también que, según está la Sanidad, ya que vas al aeropuerto lo mismo pueden revisarte la maleta por si te dedicas al contrabando de queso de tetilla que detectarte una piedra en el riñón sin tener que estar en lista de espera.
Debería ser el propio Güemes, que porte tiene para eso y para más, quien se hiciera un concienzudo chequeo embutido en sus ‘ocean’ dentro de ese cachivache. De hecho debería haber sido el elegido por los jovenzuelos del PP para subastar una cena en su compañía. Ahora es la moda. No es que tenga nada en contra de Feijoo. Es más, intuyo que la velada sería inolvidable ¿Quién no lo ha deseado alguna vez? Ya se hizo una subasta similar en Estados Unidos con Scarlett Johansson, pero sin duda no hay color.
Donde esté un presidente gallego disertando sobre las propiedades del albariño que se quite cualquier escote. Y además seguro que Scarlett es la mar de aburrida. No como Feijoo o como Mayor Oreja. Así y todo, yo hubiera pujado más por Güemes siempre y cuando el premio hubiese sido una cena así como romanticona. Y eso aun a riesgo de que, con los vaivenes de su melena al negar la necesidad de liberados sindicales, se le quemaran las puntas con la vela. Un drama sin duda aunque siempre menor que la escueta cantidad que se ha recaudado por la corbata de Mariano y que, a juicio de los analistas, es una prueba más de la debilidad de su liderazgo al frente de los suyos.
Igual si hubiesen optado por ese gorro de cocinero con el que sirvió cocido en el auxilio social la cantidad hubiera sido mucho más elevada. No llegaría a las cifras estratosféricas del guante de Michael Jackson, pero al menos el gorro estaría impoluto ya que no se espera un sainete de ese calibre, como mínimo, hasta que compre unos apios en algún mercado en plena campaña electoral.
Debe doler una barbaridad que cedas una prenda para tan noble fin y recaudes casi menos de lo que te ha costado. Si por lo menos le hubiesen pedido para el sorteo un traje a Camps ya sabía de antemano que, por poco que se estiraran los interesados, ya se superaría en mucho el importe que pagó por él. El lote, además de la corbata, lo completaba un cortapuros que, al parecer, Trini ya ha incautado como arma sospechosa. Lo que le faltaba a Mariano. Primero no le dejan gobernar y dentro de poco no le van a dejar ni fumar. Sólo falta que suspendan el Tour o que tenga que tomar posesión algún día a la hora de la siesta.
Germán Temprano es escritor y periodista.
JAULA DE GRILLOS
No crean que esto del escáner corporal es tan mala idea. Quizás no sean las fechas más idóneas para su implantación debido a las recientes zampas navideñas, pero no deja de tener su eficacia multifuncional. Cierto es que a nadie le gusta que le vean las tajadas de lechal y las peladillas adheridas al esófago ni tan siquiera en nombre de la seguridad nacional, pero también que, según está la Sanidad, ya que vas al aeropuerto lo mismo pueden revisarte la maleta por si te dedicas al contrabando de queso de tetilla que detectarte una piedra en el riñón sin tener que estar en lista de espera.
Debería ser el propio Güemes, que porte tiene para eso y para más, quien se hiciera un concienzudo chequeo embutido en sus ‘ocean’ dentro de ese cachivache. De hecho debería haber sido el elegido por los jovenzuelos del PP para subastar una cena en su compañía. Ahora es la moda. No es que tenga nada en contra de Feijoo. Es más, intuyo que la velada sería inolvidable ¿Quién no lo ha deseado alguna vez? Ya se hizo una subasta similar en Estados Unidos con Scarlett Johansson, pero sin duda no hay color.
Donde esté un presidente gallego disertando sobre las propiedades del albariño que se quite cualquier escote. Y además seguro que Scarlett es la mar de aburrida. No como Feijoo o como Mayor Oreja. Así y todo, yo hubiera pujado más por Güemes siempre y cuando el premio hubiese sido una cena así como romanticona. Y eso aun a riesgo de que, con los vaivenes de su melena al negar la necesidad de liberados sindicales, se le quemaran las puntas con la vela. Un drama sin duda aunque siempre menor que la escueta cantidad que se ha recaudado por la corbata de Mariano y que, a juicio de los analistas, es una prueba más de la debilidad de su liderazgo al frente de los suyos.
Igual si hubiesen optado por ese gorro de cocinero con el que sirvió cocido en el auxilio social la cantidad hubiera sido mucho más elevada. No llegaría a las cifras estratosféricas del guante de Michael Jackson, pero al menos el gorro estaría impoluto ya que no se espera un sainete de ese calibre, como mínimo, hasta que compre unos apios en algún mercado en plena campaña electoral.
Debe doler una barbaridad que cedas una prenda para tan noble fin y recaudes casi menos de lo que te ha costado. Si por lo menos le hubiesen pedido para el sorteo un traje a Camps ya sabía de antemano que, por poco que se estiraran los interesados, ya se superaría en mucho el importe que pagó por él. El lote, además de la corbata, lo completaba un cortapuros que, al parecer, Trini ya ha incautado como arma sospechosa. Lo que le faltaba a Mariano. Primero no le dejan gobernar y dentro de poco no le van a dejar ni fumar. Sólo falta que suspendan el Tour o que tenga que tomar posesión algún día a la hora de la siesta.
Germán Temprano es escritor y periodista.
JAULA DE GRILLOS