viernes. 19.04.2024

68 dólares por segundo

Dos minutos y medio. Esa es la duración del vídeo casero, rodado en ocho milímetros, que saldrá a subasta este mes en Melbourne con un precio inicial de 17.000 dólares estadounidenses. Su contenido, escenas de un descanso en el rodaje de ‘Con faldas y a lo loco’ en las que aparecen Marilyn Monroe, Jack Lemmon y Tony Cutis.
Dos minutos y medio. Esa es la duración del vídeo casero, rodado en ocho milímetros, que saldrá a subasta este mes en Melbourne con un precio inicial de 17.000 dólares estadounidenses. Su contenido, escenas de un descanso en el rodaje de ‘Con faldas y a lo loco’ en las que aparecen Marilyn Monroe, Jack Lemmon y Tony Cutis.

El vídeo puede verse en Internet ya, y aunque su contenido no deja de ser original, al fin y al cabo son escenas inéditas, la pregunta clave en este asunto es si cada segundo de esa grabación vale los 68 dólares que, como mínimo, la casa de subastas prevé que se paguen. Marilyn Monroe es sin duda una de las figuras más fotografiadas y grabadas del siglo XX, miles y miles de horas de grabaciones, metros y metros de película con su imagen fijada en ellas. Escenas imborrables que generación a generación han hecho que millones de personas caigan rendidos a sus pies. Y por ello, o a pesar de ello, cada vez que una nueva imagen de esta belleza rubia sale a la luz, la expectación está servida. A principios de año una grabación de 47 minutos del rodaje de ‘The misfits’, con Monroe y Clark Gable como protagonistas, se vendió por la nada despreciable cantidad de 60.000 dólares. Y suma y sigue.

Marilyn Monroe ha dejado de ser actriz para convertirse en algo más. Sex symbol e icono del siglo XX, la admiración que despierta a lo largo y ancho del planeta no se basa sólo en su trabajo como artista, sino en cada esfera de su vida, en cada pequeña cosa que hizo. Y como tal, cualquier cosa relacionada con ella se ha convertido en objeto de deseo de miles de coleccionistas, dispuestos a pagar verdaderas fortunas por objetos que no tienen el menor valor artístico. Cuanto más personal, más codiciado será. Cuanta menor relación tenga con su obra, y más con su vida, mayor será el precio a pagar.

Cada día el llamado ‘periodismo rosa’ va ganando terreno en los quioscos y las televisiones. La compra y venta de la intimidad de las personas se cuela en nuestras vidas sin pudor alguno, y cada vez resulta más difícil alejarse de ello, porque incluso el ‘periodismo serio’ considera noticias cualquier novedad en la vida privada de figuras públicas, ya sean artistas, actores, toreros o políticos. La sociedad, en ocasiones, se indigna ante el espectáculo, pero la mayoría de las veces asistimos a él como el que acude a un teatro. La intimidad ha dejado de ser un derecho y se ha convertido en una mercancía. Y la subasta de este vídeo de 150 segundos es sólo un ejemplo más.

La hija del oficial de la Marina estadounidense que grabó las imágenes ha decidido sacar a la luz la película casera por si pudiera ser significativa para el mundo del cine. Pero, ¿cuál es el verdadero interés de ver a Marilyn Monroe recibir las órdenes de Willy Wilder? ¿O de verla relacionarse con Lemmon y Curtis? ¿Se pueden sacar de ellas conclusiones sobre su valor como actriz, de su talento? La respuesta es simple, no. Para saber de Monroe como actriz no se necesita más que ver y estudiar los largometrajes que a lo largo de su vida artística grabó. Por desgracia, no se piden 68 dólares por segundo por el valor de Monroe como profesional del cine. Se pagarán 17.000 dólares o más por 150 segundos de su intimidad. Y suma y sigue.

68 dólares por segundo
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