viernes. 19.04.2024

¡¡Todo vale para forrarse!!

Lo ocurrido en el Madrid Arena este fin de semana no es casualidad. Hay responsabilidades concretas sobre el hecho en sí, pero la causa de fondo está en la permisividad del Partido Popular de Madrid, que gobierna en Ayuntamiento y Comunidad, con todo lo que sea ganar dinero para forrarse, aunque sea incumpliendo la Ley. Ejemplos hay muchos pero quiero destacar los más evidentes: Las terrazas.

Lo ocurrido en el Madrid Arena este fin de semana no es casualidad. Hay responsabilidades concretas sobre el hecho en sí, pero la causa de fondo está en la permisividad del Partido Popular de Madrid, que gobierna en Ayuntamiento y Comunidad, con todo lo que sea ganar dinero para forrarse, aunque sea incumpliendo la Ley.

Ejemplos hay muchos pero quiero destacar los más evidentes:

Las terrazas. A partir de la prohibición de fumar las terrazas han ocupado prácticamente cualquier espacio libre en calles y plazas. Por supuesto muchas de ellos sin permiso. Donde se permiten 4 mesas, los dueños de los bares ponen 16 y no pasa absolutamente nada. Se vuelve a la época de la picaresca en ese sentido y eso provoca corrupción. Dinero bajo cuerda a los inspectores… y de ahí para arriba.

La entrega a manos privados del espacio público urbano, que es de todos, forma parte de la concepción  de las ciudades que tiene y pone en práctica  el Partido Popular. Se colmatan las plazas de terrazas, se eliminan los bancos públicos para que sea obligatorio sentarse en ellas si se quiere descansar y se culmina la operación con la remodelación de la Puerta del Sol para instalar una macroterraza de 500 metros cuadrados.

El fumar en espacios cerrados.  Muchos bares y restaurantes han llevado a gala, y como una manera de atraer más clientela, permitir fumar después de la prohibición. Las denuncias que algunos clientes realizan por escrito se quedan por el camino. Saltarse la ley en este sentido es un hecho socialmente admitido, cosa que no ocurre en absoluto en los países de nuestro entorno (prácticamente todos) donde se ha prohibido fumar en recintos cerrados.

Los aforos en los lugares de ocio y los horarios de apertura, son sin duda realidades donde más permisividad existe. El Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, tiene encima de su mesa la denuncia sobre el “Bar de los Porteros Rumanos”, al lado de la Plaza de la Cruz Verde. Se abre a la hora en que se cierran los locales nocturnos y permanece abarrotado, con las calles adyacentes llenas de gente vociferando, hasta las nueve de la mañana. Las denuncias que los vecinos han planteado en reiteradas ocasiones han caído en saco roto. Uno de los argumentos planteados por la Policía Municipal toca de lleno en la raíz del problema. El Ayuntamiento de Madrid ha encargado a una empresa privada la gestión de la denuncia de esos casos. La Policía Municipal alega que no puede hacer nada.

Es conocido que las personas que acuden masivamente a dicho Bar son los encargados de permitir el paso y garantizar los aforos de los lugares de la noche madrileña. Recientemente la prensa ha recogido las informaciones acerca de las diferentes mafias que controlan ese submundo.

La tragedia del Madrid Arena se podía haber evitado. Hoy se publica la información sobre el número de venta de entradas, la escasa protección de seguridad para evitar avalanchas y garantizar el número máximo de ocupantes por plantas, los antecedentes de incumplimientos e impagos de los organizadores, etc. etc.

Todo acto que mueve a tantas personas debe conllevar la aplicación de un plan de seguridad integral que supone elevados costes para el erario público y que deben ser cubiertos por los empresarios que obtienen importantes beneficios por dicho servicio.

Independientemente de dimisiones y responsabilidades, que es imprescindible llevar hasta el final, se debe acabar con la cultura implantada por Esperanza Aguirre y Ana Botella de aprovechar cada actividad cultural, cada espacio público, en una oportunidad para forrarse. 

¡¡Todo vale para forrarse!!