20 de septiembre de 2010, 16:53
NUEVATRIBUNA.ES - 27.12.2009
Al parecer, la dirección de Madrid de Izquierda Unida ha abierto un expediente a los dos concejales de Velilla de San Antonio que, con el apoyo de los ediles del Partido Popular, han quitado al PSOE de la alcaldía. ¿Qué pasa en IU para que no sean capaces de reaccionar con la prontitud que los acontecimientos requieren?. Porque lo de la moción de censura viene de lejos. Las primeras noticias de la posibilidad de este pacto IU-PP son anteriores al verano. Entonces no se pudo llevar a cabo porque la asamblea de afiliados de IU de Velilla votó contra la propuesta de sus ediles.
En todo este tiempo se han podido hacer muchas cosas. El gobierno municipal de Velilla y el propio PSOE podían haber tomado en consideración las quejas y denuncias de los concejales de IU y, así, evitar cualquier excusa para plantear la moción de censura y el pacto con el PP que ha dado a este partido la alcaldía.
Pero, sin duda, la principal responsabilidad de un hecho recae en quien lo efectúa. Llama la atención que los concejales de IU de Velilla de San Antonio hayan valorado como único actuación pública la moción de censura. Y digo esto, porque lo más lógico es trabajar para conseguir los objetivos, con propuestas que sirvan para dejar las cosas claras. Si el objetivo era conseguir que la mayoría municipal tomara medidas para solucionar las supuestas irregularidades denunciadas por los concejales de IU, antes de pensar en la moción, se deberían haber dado algunos pasos. Por ejemplo deberían haber sacado adelante, en un pleno municipal, con el apoyo de los concejales del PP, que se hiciese una auditoria pública, algo que ni siquiera se ha planteado y, además, haber aceptado la propuesta del Gobierno del PSOE de crear una comisión de investigación presidida por el PP o por IU y con una persona por cada partido político con representación en el Ayuntamiento. Una propuesta que PP e IU rechazaron. Tampoco se ha presentado ninguna denuncia en los tribunales, por lo menos hasta el momento. Es decir estamos ante una actuación definida muy bien por la frase “matar moscas a cañonazos”.
En cuanto a la actuación de la dirección de Madrid de IU, a mi juicio ha demostrado su incapacidad para abordar este conflicto y darle la solución más adecuada. Lamentablemente, sus afiliados, votantes y ciudadanos en general, asistimos a una cadena de despropósitos que aparecen ante la opinión pública, no como el necesario debate ideológico sino como confrontación permanente por el poder. Una de las últimas, la decisión de que Inés Sabanés no encabece la candidatura a la Comunidad de Madrid pese a gozar del reconocimiento de la inmensa mayoría, incluso de sus adversarios políticos, por su trabajo. La dimisión de Inés Sabanés y de Fausto Fernández, entre otros, de la dirección de Madrid ha sido la primera consecuencia frente a la tibieza con que la mayoría de esa dirección ha afrontado la moción de censura aprobada en el Ayuntamiento de Velilla de San Antonio.
Según se van conociendo más datos del pacto entre PP e IU en ese municipio, como que, al parecer, la primera teniente de alcalde va a ser uno de los concejales de IU, más difícil resulta para muchos de los afiliados y votantes de esta organización, no sentir vergüenza ajena por una actuación política que expresa con bastante nitidez la idea desmoralizadora y falsa del “todos son iguales”. ¿Qué más da gobernar con el PSOE que con el PP si en la practica no hay diferencias?. Lo más llamativo de todo es que este argumento, que da la razón a quienes defienden que las ideologías han desaparecido y con ellas las clases sociales, ha sido no sólo defendido sino que se ha traducido en hechos por los dos concejales de IU. Cuando, en teoría deberían ser los más alejados de la sensibilidad del PP de Madrid que se caracteriza por poner en liquidación todo lo que han sido y son valores de izquierda: lo público, la libertad de expresión (recuerdese Telemadrid).
Lo ocurrido en Velilla de San Antonio contribuye, aún más, a reforzar en Madrid el discurso de la derecha. Y, al mismo tiempo debilita la credibilidad del proyecto de IU en Velilla, en Madrid y en España. Porque los afiliados y votantes de esta organización no nos hubiéramos podido imaginar, ni en nuestras peores pesadillas, que nuestros votos servirian para dar la alcaldía al PP. El partido con más cargos públicos implìcados en tramas de corrupción en la Comunidad de Madrid. Un partido que gobierna en esta Autonomía gracias al transfuguismo de dos diputados del PSOE, en una operación tan opaca que todavía nos preguntamos quien estuvo detrás de todo aquello. Un partido que niega que todos los ciudadanos son iguales y para impedir que lo sean en la práctica ha recurrido ante el Tribunal Constitucional el derecho de los homosexuales a poder casarse. Un partido que se niega a condenar el franquismo. Un partido, indiferente al sentimiento y el dolor de los demás lo que le lleva a considerar inoportuno que los muertos republicanos de la Guerra Civil tengan la posibilidad de ser enterrados decentemente.
En definitiva, un partido que asume las tesis más neoliberales que, precisamente, en lugares como la Comunidad de Madrid, están haciendo retroceder el estado del bienestar con la privatización de buena parte de los servicios públicos: enseñanza, sanidad y la utilización partidista de otros como Telemadrid. Una televisión que ha pasado de ser una referencia para los ciudadanos de la Comunidad a convertirse en icono de la manipulación informativa y hasta de la mentira.
Pues bien, es con el beneplácito de Esperanza Aguirre con el que se ha despojado de la alcaldía al PSOE de Vellilla de San Antonio.
Pienso que los responsables de IU Madrid y los concejales que han puesto la moción tienen el deber de responder publicamente a algunas preguntas: ¿qué precio va a pagar por esto la izquierda? ¿Porqué no se ha hecho público todavía el acuerdo para formar esa nueva mayoría en Velilla? ¿Sale alguien más beneficiado por esta operación política, además del PP?
Carmen Rivas es periodista. Directora del Observatorio de Medios de Comunicación y Sociedad de la Fundación 1º de Mayo de CCOO.
Al parecer, la dirección de Madrid de Izquierda Unida ha abierto un expediente a los dos concejales de Velilla de San Antonio que, con el apoyo de los ediles del Partido Popular, han quitado al PSOE de la alcaldía. ¿Qué pasa en IU para que no sean capaces de reaccionar con la prontitud que los acontecimientos requieren?. Porque lo de la moción de censura viene de lejos. Las primeras noticias de la posibilidad de este pacto IU-PP son anteriores al verano. Entonces no se pudo llevar a cabo porque la asamblea de afiliados de IU de Velilla votó contra la propuesta de sus ediles.
En todo este tiempo se han podido hacer muchas cosas. El gobierno municipal de Velilla y el propio PSOE podían haber tomado en consideración las quejas y denuncias de los concejales de IU y, así, evitar cualquier excusa para plantear la moción de censura y el pacto con el PP que ha dado a este partido la alcaldía.
Pero, sin duda, la principal responsabilidad de un hecho recae en quien lo efectúa. Llama la atención que los concejales de IU de Velilla de San Antonio hayan valorado como único actuación pública la moción de censura. Y digo esto, porque lo más lógico es trabajar para conseguir los objetivos, con propuestas que sirvan para dejar las cosas claras. Si el objetivo era conseguir que la mayoría municipal tomara medidas para solucionar las supuestas irregularidades denunciadas por los concejales de IU, antes de pensar en la moción, se deberían haber dado algunos pasos. Por ejemplo deberían haber sacado adelante, en un pleno municipal, con el apoyo de los concejales del PP, que se hiciese una auditoria pública, algo que ni siquiera se ha planteado y, además, haber aceptado la propuesta del Gobierno del PSOE de crear una comisión de investigación presidida por el PP o por IU y con una persona por cada partido político con representación en el Ayuntamiento. Una propuesta que PP e IU rechazaron. Tampoco se ha presentado ninguna denuncia en los tribunales, por lo menos hasta el momento. Es decir estamos ante una actuación definida muy bien por la frase “matar moscas a cañonazos”.
En cuanto a la actuación de la dirección de Madrid de IU, a mi juicio ha demostrado su incapacidad para abordar este conflicto y darle la solución más adecuada. Lamentablemente, sus afiliados, votantes y ciudadanos en general, asistimos a una cadena de despropósitos que aparecen ante la opinión pública, no como el necesario debate ideológico sino como confrontación permanente por el poder. Una de las últimas, la decisión de que Inés Sabanés no encabece la candidatura a la Comunidad de Madrid pese a gozar del reconocimiento de la inmensa mayoría, incluso de sus adversarios políticos, por su trabajo. La dimisión de Inés Sabanés y de Fausto Fernández, entre otros, de la dirección de Madrid ha sido la primera consecuencia frente a la tibieza con que la mayoría de esa dirección ha afrontado la moción de censura aprobada en el Ayuntamiento de Velilla de San Antonio.
Según se van conociendo más datos del pacto entre PP e IU en ese municipio, como que, al parecer, la primera teniente de alcalde va a ser uno de los concejales de IU, más difícil resulta para muchos de los afiliados y votantes de esta organización, no sentir vergüenza ajena por una actuación política que expresa con bastante nitidez la idea desmoralizadora y falsa del “todos son iguales”. ¿Qué más da gobernar con el PSOE que con el PP si en la practica no hay diferencias?. Lo más llamativo de todo es que este argumento, que da la razón a quienes defienden que las ideologías han desaparecido y con ellas las clases sociales, ha sido no sólo defendido sino que se ha traducido en hechos por los dos concejales de IU. Cuando, en teoría deberían ser los más alejados de la sensibilidad del PP de Madrid que se caracteriza por poner en liquidación todo lo que han sido y son valores de izquierda: lo público, la libertad de expresión (recuerdese Telemadrid).
Lo ocurrido en Velilla de San Antonio contribuye, aún más, a reforzar en Madrid el discurso de la derecha. Y, al mismo tiempo debilita la credibilidad del proyecto de IU en Velilla, en Madrid y en España. Porque los afiliados y votantes de esta organización no nos hubiéramos podido imaginar, ni en nuestras peores pesadillas, que nuestros votos servirian para dar la alcaldía al PP. El partido con más cargos públicos implìcados en tramas de corrupción en la Comunidad de Madrid. Un partido que gobierna en esta Autonomía gracias al transfuguismo de dos diputados del PSOE, en una operación tan opaca que todavía nos preguntamos quien estuvo detrás de todo aquello. Un partido que niega que todos los ciudadanos son iguales y para impedir que lo sean en la práctica ha recurrido ante el Tribunal Constitucional el derecho de los homosexuales a poder casarse. Un partido que se niega a condenar el franquismo. Un partido, indiferente al sentimiento y el dolor de los demás lo que le lleva a considerar inoportuno que los muertos republicanos de la Guerra Civil tengan la posibilidad de ser enterrados decentemente.
En definitiva, un partido que asume las tesis más neoliberales que, precisamente, en lugares como la Comunidad de Madrid, están haciendo retroceder el estado del bienestar con la privatización de buena parte de los servicios públicos: enseñanza, sanidad y la utilización partidista de otros como Telemadrid. Una televisión que ha pasado de ser una referencia para los ciudadanos de la Comunidad a convertirse en icono de la manipulación informativa y hasta de la mentira.
Pues bien, es con el beneplácito de Esperanza Aguirre con el que se ha despojado de la alcaldía al PSOE de Vellilla de San Antonio.
Pienso que los responsables de IU Madrid y los concejales que han puesto la moción tienen el deber de responder publicamente a algunas preguntas: ¿qué precio va a pagar por esto la izquierda? ¿Porqué no se ha hecho público todavía el acuerdo para formar esa nueva mayoría en Velilla? ¿Sale alguien más beneficiado por esta operación política, además del PP?
Carmen Rivas es periodista. Directora del Observatorio de Medios de Comunicación y Sociedad de la Fundación 1º de Mayo de CCOO.