24 de noviembre de 2010, 15:57
NUEVATRIBUNA.ES - 9.7.2010
Quién nos iba a decir que el fútbol sería capaz de aglutinar tantas voluntades, de aunar a España en torno a su selección y de que tanta gente, sobre todo muchos jóvenes, se estén mostrando orgullosos de ser españoles.
La historia de nuestro país ha resultado tantas veces convulsa e intransigente que mirar hacia el pasado es sinónimo de dolor y de repudio.
Ha tenido que ser una nueva generación nacida en democracia la que ha tomado el relevo en el terreno de juego y en las calles para ilusionarnos a todos. Para mostrar sin complejos que España ha crecido en treinta y tres años de democracia como nunca lo había hecho en toda su historia. Para recordarnos a todos que ningún tiempo pasado fue mejor y que los problemas actuales, por graves que sean, están para ser afrontados y para resolverlos.
Ver a este grupo de deportistas, procedentes de todos los rincones de España, llevándose tan bien y haciendo una piña, creo que está siendo el mejor argumento de nuestra selección de fútbol.
A mi desde luego me ha venido a la mente el gran poeta español Miguel Hernández con su poema “Vientos del pueblo me llevan”:
“Asturianos de braveza, vascos de piedra blindada
Valencianos de alegría y castellanos de alma…
Andaluces de relámpago, nacidos entre guitarras
Y forjados en los yunques torrenciales de las lágrimas…
Catalanes de firmeza…
“Vientos del pueblo me llevan”. Todo un auténtico canto a los pueblos de España.
La Roja y esta generación de jóvenes nacidos en democracia nos han alegrado la semana y nos van a seguir haciendo vibrar de nuevo, el domingo, como país, orgullosos de esta España tejida con mimbres de solidaridad y asentada en el periodo democrático más largo de su historia.
Quién nos lo iba a decir. El fútbol, otrora asimilado al “pan y circo” para adormecer conciencias, se ha colado en nuestras vidas y se ha convertido gracias a este grupo humano en auténtico revulsivo de sentimientos.
Sólo por eso ya se merecerían ganar este Mundial. Pero es que, además, es la selección que mejor juega al fútbol y eso debe tener premio.
Pero, pase lo que pase, lo que ya han conquistado es el corazón de España y el de todos los aficionados españoles sean del color que sean.
¡Aúpa España!
Martín Landa - Sindicalista
Quién nos iba a decir que el fútbol sería capaz de aglutinar tantas voluntades, de aunar a España en torno a su selección y de que tanta gente, sobre todo muchos jóvenes, se estén mostrando orgullosos de ser españoles.
La historia de nuestro país ha resultado tantas veces convulsa e intransigente que mirar hacia el pasado es sinónimo de dolor y de repudio.
Ha tenido que ser una nueva generación nacida en democracia la que ha tomado el relevo en el terreno de juego y en las calles para ilusionarnos a todos. Para mostrar sin complejos que España ha crecido en treinta y tres años de democracia como nunca lo había hecho en toda su historia. Para recordarnos a todos que ningún tiempo pasado fue mejor y que los problemas actuales, por graves que sean, están para ser afrontados y para resolverlos.
Ver a este grupo de deportistas, procedentes de todos los rincones de España, llevándose tan bien y haciendo una piña, creo que está siendo el mejor argumento de nuestra selección de fútbol.
A mi desde luego me ha venido a la mente el gran poeta español Miguel Hernández con su poema “Vientos del pueblo me llevan”:
“Vientos del pueblo me llevan”. Todo un auténtico canto a los pueblos de España.
La Roja y esta generación de jóvenes nacidos en democracia nos han alegrado la semana y nos van a seguir haciendo vibrar de nuevo, el domingo, como país, orgullosos de esta España tejida con mimbres de solidaridad y asentada en el periodo democrático más largo de su historia.
Quién nos lo iba a decir. El fútbol, otrora asimilado al “pan y circo” para adormecer conciencias, se ha colado en nuestras vidas y se ha convertido gracias a este grupo humano en auténtico revulsivo de sentimientos.
Sólo por eso ya se merecerían ganar este Mundial. Pero es que, además, es la selección que mejor juega al fútbol y eso debe tener premio.
Pero, pase lo que pase, lo que ya han conquistado es el corazón de España y el de todos los aficionados españoles sean del color que sean.
¡Aúpa España!
Martín Landa - Sindicalista