viernes. 19.04.2024

¡Gracias Almunia!

nuevatribuna | 26.11.2010Venía a decir, que España tenía que despejar las dudas cuanto antes sobre su determinación de aplicar las famosas “reformas”, porque ya empezaban los mercados a desconfiar. Es sabido que la espontánea asociación de ideas a veces nos aclara la realidad más que las largas reflexiones.
nuevatribuna | 26.11.2010

Venía a decir, que España tenía que despejar las dudas cuanto antes sobre su determinación de aplicar las famosas “reformas”, porque ya empezaban los mercados a desconfiar. Es sabido que la espontánea asociación de ideas a veces nos aclara la realidad más que las largas reflexiones. Y la primera idea que se me vino a la cabeza fue ese viejo refrán que dice “que quien tiene un amigo, tiene un tesoro”. ¡Uf! Menos mal que este es de los nuestros, o sea español y socialista, que si llega a ser alemán y de derechas, nos manda otra vez a la Legión Cóndor. Y la segunda fue el Principio de Arquímedes, que aplicado a este caso vendría a decir algo así como “todo político de izquierdas sumergido en el entramado burocrático internacional, experimenta un giro a la derecha, directamente proporcional al nivel del cargo que desempeña”. Bueno, ejemplos hay un montón, sin ir más lejos, ahí está el “rojazo” de Strauss-Khan, al frente, nada más y nada menos, que del FMI y que no hace más que exigir a los gobiernos la debida obediencia a la “basca” choriza que manda en los dichosos mercados. Bueno y si el muy oportuno Almunia se hubiera limitado a decir eso, pues sería una más de las “barrilas” que nos dan todos los días los MAFO y compañía. Simplemente se hubiera quedado en añadir munición al guapo Pons, porque a Rajoy se la chifla, que él está en otra cosa, esperando cómodamente a que se lo traigan muerto. Es que el Comisario Europeo planteó a continuación, que una segunda duda era “si España tiene algo más, aparte de lo que ya está encima de la mesa”. Sí, así. Y luego trató de dulcificar la frase con que hay una estrategia de crecimiento (da risa, estrategia de crecimiento recortando inversiones y gasto público). Pero el mensaje estaba muy clarito: que ya no basta con toda la receta de recortes que nos han metido o están en proceso de colocarnos, no, hay que poner algo más. ¿A qué se refiere Almunia? ¿Qué más hay que poner? ¿Es algo relativo a alguna parte de la anatomía humana o quiere decir que ya no es suficiente la receta veterinaria y hay que amputar directamente, sin anestesia, ni dilación, alguna parte sustancial del cuerpo doliente de nuestro modelo social? ¿De qué se trata ahora? ¿De despidos masivos de empleados públicos como en Irlanda o Inglaterra y como piden aquí los tertulianos y quintacolumnistas de la prensa del Movimiento? De echar a la calle a miles de profesores (los jóvenes ya no sueñan con plaza tras el recorte de este año), médicos, bomberos, funcionarios de prisiones, policías (bueno estos a lo mejor se libran, porque van a hacer falta muchos a este paso o quizás los sustituyan por “seguratas”, salen mucho más baratos y no se sindican) y demás. Incluidos esos agentes antisociales que para la Secta de los Cien Economistas son los sindicalistas y los abogados laboralistas (Dolado). Y de más a más: de recortar y limitar el seguro de desempleo; privatizar el sistema de pensiones y la parte que sea rentable de la sanidad pública, como ya está haciendo Aguirre; vender el patrimonio público a precio de saldo (como Gallardón). Y “last but not least” cargarse la negociación colectiva, reconvertir a los sindicatos en agrupaciones de coros y danzas y quizás, a la larga, como todo esto no será suficiente y el rebote que se va a coger el personal va a ser de órdago, pues buscar un líder (como reclama Carlos Herrera) “que intervenga ante las cosas de cada día con la severidad imprescindible del cirujano de campaña” y “que no piense en las próximas elecciones” (¿les recuerda algo?).

Ya, ya sé que Almunia no quiere nada de esto último y que es un buen demócrata, por descontado, y que lo que quería decir es que o movemos (ponemos) el culo o después de Irlanda, en el mismo “pack” de los malditos PIG irá también España. Pero eso, querido Joaquín, se da por descontado. Ya nadie duda que pasaremos por las horcas caudinas del rescate, entre la chanza y regocijo de la banda popular echada al monte (¡Ay, Van Halen, serena tu alma!). Sabemos, como Blas de Otero, que el “nombre está ya listo, temblando en un papel”, el nombre de España. Sí, los bárbaros, Kavafis, otra vez en puertas y como siempre, hay quien les ayuda a derribarlas, aunque sea sin querer.

Pedro Diez Olazábal

¡Gracias Almunia!
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