26 de noviembre de 2010, 6:37
nuevatribuna | 26.11.2011
El Partido Popular se ha decidido a marcar tendencia y confirma su giro a la derecha extrema al menos en Cataluña. Alicia Sánchez Camacho, su candidata a la presidencia a la Generalitat, ha propuesto medidas concretas con puntos y comas contra la inmigración similares a las que pregonaron en su momento Jörg Haider en Austria, Umberto Bossi en Italia y Jean Marie Le Pen en Francia. A las pruebas nos remitimos. La cuarta fuerza política de Cataluña ha recurrido a la inmigración como temática estrella para tratar de mejorar sus resultados electorales de comicios anteriores. Para ello Alicia Sánchez Camacho propuso en primer lugar que el padrón municipal se emplease como herramienta de localización de inmigrantes irregulares para sacarlos del país.
No contenta con ello, en su segunda fase de ofensiva presentó como propuesta estrella el “Contrato de integración”. La misma obligaría a firmar a todo ciudadano extracomunitario por escrito su compromiso a retornar a su país de origen si no tiene empleo, exigencia de respetar leyes españolas, entre otras cuestiones… En caso de incumplir alguno de los puntos en dos años se tendría que regresar por donde ha venido. Dicho contrato también sería tomado en cuenta a la hora de renovar los permisos de residencia y trabajo. A nadie se le ocurriría hablar sobre la integración de políticos, banqueros, mujeres, o “famosos” en la sociedad catalana. Porque no tienen que integrarse al formar parte de ella. Tampoco los migrantes.
Faltaba la guinda al pastel y llegó en forma de videojuego. Para promocionar su candidatura, las juventudes de del Partido Popular elaboraron un videojuego en el que como si se tratase de una heroína y subida a una gaviota… la candidata lanzaba bombillas a inmigrantes irregulares. Formaban parte de los enemigos a abatir junto a la crisis o a los independentistas. Los cachorros populares sacaban la idea del partido italiano Liga Norte, que en 2009 publicó en su página de Facebook otro videojuego similar en el cual ganaba el participante que hundiese el mayor número posible de pateras que llegaban a las costas italianas. Pero claro, cuando el escándalo estalló… se trataba de un fallo informático.
Obviamente, no podía faltar a la fiesta de la precampaña la presidenta de la Comunidad de Madrid. "Catalunya necesita un gobierno que, como dijo el escritor ampurdanés Josep Pla, se deje de collonades (chorradas)", declaró Aguirre. Habló en catalán, con la misma técnica que José María Aznar lee sus discursos en inglés y obvió expresarse sobre la inmigración. No es para menos cuando en la Comunidad que gobierna sus alcaldes correligionarios de Robledo de Chavela y Torrejón de Ardoz han intentado negar el derecho a empadronarse a los migrantes que no tuviesen trabajo, tarjeta de residencia, o posibilidad de demostrar que disponían de 20 metros cuadrados por persona para compartir piso.Xenofobia, racismo y exclusión de la comunidad migrante son los ingredientes de la receta mágica con la que Alicia Camacho pretende sacar al PP de su poca relevancia en Cataluña. Se equivoca, y el 28 de noviembre toca recordárselo.
Yolanda Villavicencio Mapy | Diputada socialista Asamblea de Madrid