viernes. 29.03.2024

¡El camino inverso de la Unión Europea!

La falta de liderazgo político está llevando a la Unión Europea a sus momentos más bajos y a una peligrosa deriva hacia el “sálvese quien pueda”. Alemania, que en otros momentos vino ejerciendo de motor político y económico de la Unión, lleva ya demasiados años (todos los de la presidencia de la señora Merkel) en una actitud incompatible con la construcción de una Europa Social.

La falta de liderazgo político está llevando a la Unión Europea a sus momentos más bajos y a una peligrosa deriva hacia el “sálvese quien pueda”.

Alemania, que en otros momentos vino ejerciendo de motor político y económico de la Unión, lleva ya demasiados años (todos los de la presidencia de la señora Merkel) en una actitud incompatible con la construcción de una Europa Social.

Se ha erigido en la campeona de las recetas antisociales, dictando al resto de los países los recortes que deben emprender, poniendo por delante que Alemania ya los ejecutó, es cierto en parte, lo hizo para poder afrontar los problemas de su reunificación. Pero lo hizo con una tremenda diferencia sobre la situación económica actual, y además lo hizo, con la comprensión de los demás países europeos de la Unión. Estos países, entre ellos España, Portugal, Irlanda o Grecia; cubrieron la fuerte caída de consumo de Alemania con importantes incrementos del consumo propio, factor que sirvió para animar las exportaciones alemanas, evitando así que su periodo de austeridad se convirtiera en paro y su crisis en depresión económica.

Se le consintió que relajara el cumplimiento del tope de déficit… Si no recuerdo mal hasta el seis por ciento del PIB…

Hoy, cuando Alemania se podría (y debería) permitir invertir los papeles y tirar de la economía europea, lo que nos encontramos es (contrariamente a la propia tradición de otros gobiernos de Alemania) incompetencia, buenas dosis de populismo y el primero y después: nosotros.

La reciente crisis alimentaria de los “pepinos” sería un buen ejemplo de todo esto.

Alemania en esta crisis solo está viendo los réditos que viene obteniendo en el corto plazo. Y si, es cierto que ahí está siendo la gran beneficiada europea de la crisis. Pero su estrechez de miras cortoplacistas y sus frenos constantes a la adopción de medidas que hicieran de dique a la especulación, como sería la puesta en marcha del Bono Europeo, y que ya hubiera servido para limitar la escalada de los intereses en los países hasta ahora periféricos de la Unión, y desde esta semana con incorporaciones como Italia o Bélgica.

Ciertamente, Alemania, habría tenido que pagar algo más altos los intereses por su deuda. Pero es que la falta de auténticas medidas en defensa de la Moneda Única (porque no olvidemos que es de eso de lo que hablamos) puede volverse en cualquier momento contra las mismas bases del Euro. Y ahí, si llega el caso, también Alemania va a tener un problema muy serio por la falta de medidas eficaces en defensa del Euro.

Hasta ahora Alemania se ha venido comportando como “el mal rentero”; como si la situación de sus socios no fuera con ella. En esa comodidad de estar pagando por su deuda la mitad de los intereses que tiene que pagar España por la suya; sin querer entender que si a Portugal le hacen pagar el triple de los intereses que paga Alemania o a Grecia el cuádruplo, es sencillamente algo imposible de mantener sin que estos países acaben hundiéndose y arrastrando al Euro y a la misma Alemania.

Por eso alguien, al menos desde los países de la Unión Monetaria, debería atreverse a dar un golpe sobre la mesa y a decirle a la señora Canciller, que por ese camino de retroceso y riesgo europeo, no se va a seguir dando ni un paso más. Que Alemania tiene que activar su consumo y comportarse como la locomotora económica, que es, de Europa.

¡El camino inverso de la Unión Europea!
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