viernes. 19.04.2024

¿Dónde está mi Paco?

NUEVATRIBUNA.ES - 28.3.2010No es nueva esta preocupación de Rita Barberá por África. Desde que compró un reloj en Ceuta cerca de un cuartel de regulares y se le paró en el ferry de regreso no ha dejado de desvelarse por el futuro de este continente maltratado. Ahora, con motivo del encuentro de mujeres por un mundo mejor celebrado en Valencia, ha vuelto a dejar constancia de sus profundas inquietudes sociales.
NUEVATRIBUNA.ES - 28.3.2010

No es nueva esta preocupación de Rita Barberá por África. Desde que compró un reloj en Ceuta cerca de un cuartel de regulares y se le paró en el ferry de regreso no ha dejado de desvelarse por el futuro de este continente maltratado. Ahora, con motivo del encuentro de mujeres por un mundo mejor celebrado en Valencia, ha vuelto a dejar constancia de sus profundas inquietudes sociales. Mientras las ministras de más de cincuenta países o la Premio Nobel de la Paz Waangari Maatahi aportaban fórmulas para ahondar en la necesaria lucha por la igualdad, Rita también clamaba contra la marginación. Eso sí, ella contra la marginación intolerable que suponía no haber invitado a su Paquet al sarao.

Mal está que las mujeres africanas sumen a su miseria una mayor desigualdad de género, pero que Camps no salga en la foto al lado de ella mientras cuentan en los corrillos a unas señoras de Ghana lo bien que se lo pasaron juntos en el ferrari o lo buenas que están las clementinas; eso no tiene nombre. O igual sí. Se trata sin duda de un nuevo episodio del complot filocomunista para orillar la figura del estadista valenciano. Cuentan que, tantas ganas tenía de ir al evento, que hasta se había comprado un traje nuevo y, lo que es más asombroso, lo había pagado de su bolsillo con factura incluida.

Sabido este extremo, estas cosas no se hacen. Ni una ni otra. Entiendo lo mismo de protocolo que de montar muebles de Ikea, es decir, nada de nada, aunque desde esta admitida profanidad se llega a entender que el presidente de la comunidad en la que se celebra el acto esté en su apertura. Lo que se comprende menos es que se aproveche un altavoz internacional para airear los trapos sucios domésticos. Ni era el lugar ni era el momento.

Como tampoco lo era abuchear a la vicepresidenta en la mascletá como la propia Rita admitió aunque uno ya no sabe si se llevaba el dedo a los labios para ordenar silencio o para contener la risa. La cosa es simple. Primero se siembra la zozobra y luego se intenta aplacar para quedar como la ‘superbarbarella’ de la tolerancia política. Tampoco es que quede muy cortés ese escaqueo que al parecer urdió De la Vega para evitar el saludo a la alcaldesa. Una vez finiquitada la Guerra Fría y derrumbado el Muro no convendría que se enquistarán más conflictos políticos de alcance mundial. Más ahora que Obama anda liado con lo de Israel y Moratinos con su Atleti.

Germán Temprano es escritor y periodista

JAULA DE GRILLOS

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