miércoles. 24.04.2024

¡Bon voyage!

Buenos días y bienvenidos señoras y señores al vuelo 20N2011 de Merkozy Airlines, con destino al siglo XIX. Les habla el comandante Mariano Manostijeras. También nos acompaña el sobrecargo, el señor Extremada Menteagresivo. Ya saben que se trata de un vuelo especial al que ustedes han accedido a cambio de cuatro años de esperanza de vida.

Buenos días y bienvenidos señoras y señores al vuelo 20N2011 de Merkozy Airlines, con destino al siglo XIX. Les habla el comandante Mariano Manostijeras. También nos acompaña el sobrecargo, el señor Extremada Menteagresivo. Ya saben que se trata de un vuelo especial al que ustedes han accedido a cambio de cuatro años de esperanza de vida. Nuestra azafata jefe, la señorita Lolita Labienpagá, esta realizando entre el pasaje una inspección de rutina. No se preocupen. Es sólo que entre los pasajeros, según nos comunican desde tierra, hay varios que están en posesión de un carnet sindical y, claro, estos señores deben ser desalojados de la cabina del pasaje y viajar sobre el fuselaje convenientemente amarrados con unas correas.

Este fantástico vuelo tendrá varias escalas, que paso inmediatamente a enumerarles. La primera parada será en 1980. Aquí podrán contemplar gallardamente el encarcelamiento de mujeres abortistas y de los profesionales de la medicina que hayan practicado abortos. Doce años de prisión, como es de sentido común. La siguiente escala es 1973. Se trata de un paraíso de la biodiversidad: estudiantes apaleados como Dios manda, enemigos por todas partes (la auténtica Anti-España, vamos) y un ejemplar único de la Brigada Político Social, una especie que se creía extinguida.

A continuación nos detendremos en los años sesenta. Tomaremos tierra en un aeródromo secundario. Por esa razón no verán maletas de cartón ni botijos, sino maletas de ruedas de esas de los “chinos” y botellas de agua de plástico. Pero para el caso, señoras y señores pasajeros, viene a ser lo mismo: emigrantes. Tengan cuidado con los espejismos, porque les pueden hacer creer que todos los que emigran son ingenieros. También emigra personal descualificado que, como yo mismo, carecen del dominio de cualquier lengua extranjera.

Otra escala de interés serán los años treinta. Aquí quien pierde el empleo se queda también sin casa, junto a toda la familia, como es justo y necesario. Fíjense bien, porque observarán a gente con algún remiendo en la vestimenta y para la que el pescado fresco no forma parte de la dieta.

Por último tomaremos tierra –mejor dicho, nos la vamos a tragar- en el siglo XIX. En temporada, podremos ver a niños que se desmayan en el colegio porque no han podido desayunar en casa. Avistarán asimismo grandes colas delante de los establecimientos sanitarios; eso sí, de aquellas personas que hayan satisfecho el pago de la “iguala”. Monjas y frailes de todas las confesiones –incluida la verdadera- se encargarán de repartir víveres a los pobres. Como en casi todas las escalas de nuestro viaje habrá persecución sindical.

Nos avisan de que tendremos fuertes turbulencias, pero no se preocupen ustedes estamos seguros de que llegaremos a nuestro destino. Bon voyage!!

¡Bon voyage!
Comentarios