viernes. 19.04.2024

#7F: contra el paro, la crisis y los recortes

Los datos del paro han vuelto a golpear como un mazazo en la Comunidad de Madrid. Si la Encuesta de Población Activa (EPA) destapaba 623.000 personas paradas en la Región, pocos días después, los datos de paro registrado vuelven a señalar que durante el mes de Enero 22.756 personas se apuntaron al paro en Madrid, conduciéndonos a 511.465 personas apuntadas como paradas en las oficinas de empleo.

Los datos del paro han vuelto a golpear como un mazazo en la Comunidad de Madrid. Si la Encuesta de Población Activa (EPA) destapaba 623.000 personas paradas en la Región, pocos días después, los datos de paro registrado vuelven a señalar que durante el mes de Enero 22.756 personas se apuntaron al paro en Madrid, conduciéndonos a 511.465 personas apuntadas como paradas en las oficinas de empleo.

El dato es tan brutal, que aún intentando reducirlo a dimensiones humanas, arrojan 734 nuevas personas en el desempleo regional cada día del mes, incluyendo domingos, Año Nuevo o Reyes. Más de 30 personas al paro en cada hora del mes. Cada dos minutos una persona más en el paro. Minuto a minuto, hora a hora, día a día.

La situación es ya insostenible para muchas familias madrileñas y sobre todo para esas 330.000 personas paradas que no tienen prestación, subsidio o ayuda alguna.

El paro crece más entre las mujeres y entre los jóvenes. Crece en todos los sectores, pero aún más en los servicios. Crece en las personas de más edad. Se prolonga durante más tiempo, afecta a más personas que pierden la prestación por desempleo.

La Presidenta Aguirre, que hasta ahora culpaba del paro a Zapatero, esgrime ahora el inconsistente argumento de que Madrid tiene un efecto llamada sobre los parados de toda España que se vienen aquí a buscar empleo.

Lo cierto es que, entretenida con la apertura 24 horas de los comercios, la privatización del agua de los madrileños, la llegada de la economía de casino de Las Vegas a Madrid, o la apertura de un Club de Campo para los inversores privados, Esperanza Aguirre desoye y desatiende el principal problema de la ciudadanía madrileña: el paro y sus efectos de empobrecimiento y fractura social.

En cuanto a su Consejera de Educación y Paro, Lucía Figar, bastante tiene con la mareaverde y con la incipiente marea universitaria, hasta el punto de que desatiende las políticas de empleo. Desmontando el Servicio Regional de Empleo y sus órganos de participación, para dividirlo en tres Direcciones Generales, nos enteramos ahora de que la Consejería debe 220 millones de euros de políticas de empleo y formación, ejecutados por empresas, entidades, o ayuntamientos. La propia Presidenta achaca el problema a la unificación de las Consejería de Empleo y Educación que ha originado "algún problema" de pago, que puede conducir a la ruina de empresas y el impago de salarios de los trabajadores contratados.

En cuanto a las políticas de empleo para 2012, nadie sabe nada sobre qué acciones se pondrán en marcha para personas paradas. Y en lo que respecta a la dramática situación de las familias de las personas paradas, una negativa absoluta a fortalecer los programas de rentas mínimas y rentas básicas, que permitan la supervivencia económica de las mismas.

Mientras, Esperanza Aguirre sigue obsesionada con convertir Madrid en un paraíso fiscal que atraiga a los más ricos, aún a costa de privar a la Hacienda Madrileña de cerca de 3.000 millones de euros anuales, en rebajas fiscales para las rentas más altas, al tiempo que sigue recortando gasto público, gasto social, e inversiones, necesarias para contener la crisis y el paro desbordado y asegurar la protección a las personas. Debilitando las rentas de la ciudadanía, deteriorando aún más el consumo, agudizando la crisis y sembrando sufrimiento entre los más desfavorecidos y golpeados por el paro.

Es la hora de unirse, organizarse, y luchar por una salida justa de la crisis. La hora de exigir que lo primero son las personas y su empleo. Es la hora de defender las prestaciones sociales y los servicios públicos de todas las personas y para todas las personas.

Es la hora de salir a la calle, el 7 de Febrero, a las 18:30 horas, entre Neptuno y Sol, a exigir el fin de las políticas de recortes que sólo nos hunden más en la crisis, el empobrecimiento y, para muchos, la miseria. Sólo se pierde la batalla que no se libra.

#7F: contra el paro, la crisis y los recortes
Comentarios