jueves. 25.04.2024

La política de cloaca y los que viven de ella

asnter

Hacer ruido, crispar a la ciudadanía, crear sensación de desgobierno, es una fórmula antigua, pre-democrática pero efectiva

Comencé a escribir este artículo en tono jocoso, irónico…siempre pienso que las cosas serias hay que decirlas de la forma más divertida posible. Es la única forma de vernos de lejos, relativizar lo que pasa y poder encontrar explicaciones simples a lo que nos empeñamos en hacerlo complejo. Sin embargo, resulta difícil cuando, parafraseando a Wilde, todos estamos en la cloaca pero algunos estamos (aún) mirando a las estrellas

En el periodo más largo de gobierno progresista que ha tenido la España democrática (1982-1996) esperaron hasta el final para poner en marcha la retroexcavadora deslegitimadora del Gobierno para terminar con la hegemonía política socialista. Ya nadie tiene en la memoria los encuentros de Jose María Aznar, el reaparecido; Anguita con el auspicio de Pedro J. Ramírez y Ansón y toda una corte de periodistas y empresarios donde estaba el ínclito Conde. El objetivo era claro terminar con Felipe González, posteriormente estaba el conseguir la abdicación del Rey que había errado su destino histórico. No es cosa mía, el propio Ansón, con los socialistas ya fuera del gobierno, lo contó a la revista Tiempo el 16 de febrero del 98 (1). “La cultura de la crispación existió porque no había manera de vencer a González con otras armas" dijo y los socialistas no podían seguir gobernando España. Todo valía.

En este momento hay que volver a recordar a Juan Alberto Perote, el ex funcionario del CESID expulsado por haber sustraído información del Centro de Inteligencia, y algo más, que puso a disposición del denominado por los medios “el Sindicato del Crimen”. El ególatra exdirector de ABC llegó a decir sin rubor alguno: "Para terminar con González se rozó la estabilidad del Estado".  Este hacer no es anecdótico, en el 2011 en los últimos meses del Gobierno Zapatero un discípulo de Perote sustrajo y puso a disposición del PP información sensible del gobierno, se dijo. Pero en ese momento no era relevante, la crisis económica se iba a ocupar de sacar del gobierno a los socialistas.

El infausto comisario Villarejo y Perote se parecen en su hacer como dos gotas de agua, ambos formalmente con grandes servicios a España en las cloacas del Estado y ocultando una clara agenda personal. Lo peor no son estos especímenes que han crecido en su desarrollo en los servicios de seguridad, donde sin duda confirman que entre los mejores servidores públicos también existen manzanas llenas de gusanos, lo peor es que existan miembros de la clase política u organizaciones enteras que entren a este pernicioso y peligroso juego y medios de comunicación que se sumen a la ceremonia de intentar derrumbar, pues no es vencer políticamente, gobiernos tomando el camino de la guerra sucia para cambiar los destinos democráticos de una sociedad.

Saber que son lo peor no vale de nada. Hemos tenido un gobierno hasta antes de ayer que ha evidenciado que su práctica generalizada no era ejercer el poder político sino hacer uso y abuso personal del mismo. Ahora lo que la verdad termina escondiendo es que tras de ellos no está solo el provecho personal de los Matas, Soria, Zaplana…y los sobres, prescritos, de los Rajoy y compañía; lo más grave es que sin dar la cara se encuentra una nómina muy nutrida de intereses económicos y mediáticos.

No es por una batalla ideológica o un contraste de alternativas es por una pléyade de beneficios esperados y por impedir que gobierne alguien que no es partidario de la colusión previamente acordada. Para ello todo vale. La mejor estrategia no pasa más que por generar el mayor ruido posible, sin resquicio a la política. Y con un hecho diferencial relevante si el que grava es un Ministro del Interior llamado Fernández Díaz pidiendo investigar a políticos catalanes, no pasa nada y no dimite.

Eso permite decir cualquier cosa, por ejemplo a Casado que la Comunidad de Valencia era un erial hasta que llegaron los nuestros y que olvidemos los Casos erial, Terra Mítica, Gürtel, trajes, Fitur, financiación del PP, visita del Papa, Fórmula 1, Brugal, Emarsa, Imelsa, Caso fuego, pitufeo, Nóos, Carlos Fabra, cooperación, IVAM…Es servirse de un corte televisivo para cerrar la trastienda y que no se vean las telarañas. Una y otra vez.  Nunca pedir perdón, hay que llegar lo antes posible a ocupar el poder para volver a hacerlo…

Hacer ruido, crispar a la ciudadanía, crear sensación de desgobierno, es una fórmula antigua, pre-democrática pero efectiva. Pasa por encontrar aliados, esto es fácil, ya sean trúhanes, o incluso regeneradores de laboratorio. El objetivo que les une es comerse un trozo de la tarta. Es ilegítimo y esterilizante de la vida pública, da lo  mismo. Cuanto más se revuelva todo, mejor. Más méritos se tendrán cuando llegue el reparto del botín. Es indiferente emponzoñar con absurdos, como decir que la saturación de niños en un centro de acogida de la Comunidad de Madrid es culpa de Pedro Sánchez. Mentir, falsear es indiferente aunque para ello se dé crédito a chantajistas profesionales.

La moralidad no es la misma en todas las casas y eso puede verse a poco que tomemos distancia. La ciudadanía va muy deprisa. Es demasiado crédula de todo lo que ve y oye. Los perotes, villarejos, y nicolasines pueden estar grabándonos a todos, sacándonos vídeos. Es el uso de esbirros, de políticos sicarios. Lo grave es no saber quién es el Gran Hermano que mueve los hilos. Tal vez dentro de unos años alguno de los conjurados, como Ansón, nos cuenten los detalles de cómo lo hicieron, ahora solo sabemos el porqué. 

Hay que advertir que conociendo los últimos datos del CIS, ya se sabe ahora manipulado, que dice Rivera, es de esperar que los ataques arrecien y quizás lo próximo sea la aparición de hijos no reconocidos de los miembros del Gobierno.

Es patético pero lo hacen españoles muy españoles.


(1) http://www.tiempodehoy.com/!hasta-siempre/las-mejores-exclusivas/23-de-febrero-de-1998/

La política de cloaca y los que viven de ella