jueves. 28.03.2024

La nueva 'beautiful people' del PSOE

susanita

¿Es Pedro Sánchez el responsable —como algunos nos hacen creer— de que el PSOE atraviese el peor momento de su historia?

La postura pro Susana Díaz  que han adoptado los históricos del Partido Socialista, ha conseguido que, sin ser militante de ningún partido, ni tampoco pedrista de toda la vida (en las anteriores primarias preferí a Madina y a Tapias), de pronto sienta cierta ilusión por el papel que podría representar Pedro Sánchez en la urgente restauración y unificación que el PSOE necesita para no desaparecer.

Aunque por edad esté más próximo a Felipe González (aunque es casi tres lustros mayor que yo) que de Sánchez, me desencantó su obsceno aburguesamiento y sigo prefiriendo al Felipe del traje de pana que al  actual gurú que se codea con millonarios y fuma puros tostándose al sol en un yate, actitudes que no son en si negativas ni tampoco delictivas, pero sí inadecuadas cuando ideológicamente se ha liderado un partido obrero y se sigue siendo un referente histórico.

Recuerdo cómo chirriaron algunos engranajes ideológicos cuando en los albores de la democracia proliferó la llamada beautiful people socialista formada por un elitista clan de personajes sobradamente preparados (Miguel Boyer, Mariano Rubio...), la mayoría pertenecientes a buenas familias y ex alumnos de colegios de prestigio, como el Colegio del Pilar o el Liceo Francés. Una élite de socialistas (o presuntos socialistas) cultos, exquisitos, amantes de la pintura, coleccionistas de antigüedades, melómanos, lectores de filosofía, practicantes de equitación, del golf y de muchas cosas más. Fue aquella una etapa que evolucionó por si sola conforme progresaba la democracia, mejoraba el nivel de vida de los españoles y también la credibilidad y la imagen de nuestro país tras la etapa oscura del franquismo. Con la beautiful people se asumió con naturalidad que ser de izquierdas no tenía por qué ser incompatible con un alto estatus.

Sin embargo, llama la atención que años después no haya chirriado ningún engranaje (o lo haya hecho demasiado tarde) cuando ha ido surgiendo un clan de profesionales (vividores) de la política, que en sus orígenes fueron individuos e individuas que nunca han dado más palo al agua que vivir de, por y para la política. Un nuevo clan de gente guapa (personalmente, prefiero a la beautiful people de los ochenta, aunque sólo sea porque tenía mucho más estilo) cuyo talante hace que al PSOE le quedan grandes (o le sobren) las dos letras centrales de sus siglas. Es esta nueva casta de gente con pasta (algunos rodando en la noria de las puertas giratorias), junto con los históricos y también con un subsector de nostálgicos (como CorcueraLeguina y otros frecuentadores de tertulias televisivas de derechas) quienes ven con buenos ojos la candidatura de Susana Díaz y advierten del peligro que representa Pedro Sánchez por el riesgo de que propicie una coalición de izquierdas.

Y es a partir de aquí cuando me planteo serias dudas, cuya respuesta dejo para los más avezados lectores:

¿Es Pedro Sánchez el responsable —como algunos nos hacen creer— de que el PSOE atraviese el peor momento de su historia?

¿Es Susana Díaz (autodenominada 'la hija del fontanero', aunque en el fondo le encantaría ser beautiful people ya que siempre le ha gustado codearse con la flor y nata de la burguesía andaluza y frecuentar las más elitistas casetas de la Feria de Abril) la persona más adecuada para que el PSOE recupere credibilidad y genere ilusión?

A buen entendedor…

La nueva 'beautiful people' del PSOE