jueves. 28.03.2024

La Comunidad Valenciana se ha convertido en el paraíso socialcomunista de España

Vivo en Valencia y reconozco que ayer me alertó el el titular de un artículo que encontré ojeando las redes sociales. No considero relevante citar al autor y tampoco al diario, un panfleto amarillista dirigido por un polémico frecuentador de tertulias, provocador y reconocible por una fisionomía de despectiva gestualidad que engalana con una estética capilar ondulada y canosa, rematada por unas patillas en pata de elefante que recientemente ha transformado en barba cana.

“Madrileños, si no queréis un Gobierno como el valenciano…” reza el titular, y luego surgen como varias descalificaciones dirigidas a políticos valencianos (con quienes no necesariamente comulgo, pero sí respeto como intento hacer con todos), a quien el plumilla de turno considera “el claro ejemplo de comunistas formados en la patria política del crimen totalitario, Venezuela”. 

Seguí leyendo y me encontré con la sorpresa de que “... la Comunidad Valenciana se ha convertido en el paraíso social comunista de toda España”.

Y claro, como no soy de piedra, me puse en guardia, más que nada porque vivo en Valencia, amo a mi Comunitat y necesito tener la certeza de que quienes pululan por el Palau de la Generalitat no son una panda de bolivarianos camuflados de huertanos. 

Con ánimo de hacer una comprobación, me asomé a la terraza de mi casa, un barrio céntrico de la capital, y tras dar un rápido repaso a diestro y siniestro, no encontré en la calle nada que se alejara de lo habitual. No había estatuas de Lenin, tampoco símbolos con hoces y martillos. Tan solo unas confortables terrazas ocupadas por gente joven y familias. Todos guardando la distancia social preceptiva, tomando cada cual lo que le apetecía —eso sí, a la valenciana— y no creáis que solo cervecitas. La mascarilla, por supuesto, siempre tapando boca y nariz excepto al sorber o tomar la consumición.

Volví a entrar al salón de mi casa con la intención de leer el artículo completo, pero me fué imposible al notar un sobresalto en el pecho (palpitaciones y hasta algún extrasístole) cuando en un párrafo leí que el pasado año había aumentado la mortalidad en mi comunidad más de un veinte por ciento, mientras que en Madrid bajaba un cuarenta (“... un 20,24% más de muertos en el paraíso socialcomunista de España frente a una disminución de casi el 40% en la Comunidad de Madrid”).

Antes de que me diera un soponcio y arruinar así una preciosa tarde de domingo (era 2 de Mayo), opté por hacer marcha atrás en mis recuerdos y reflexioné sobre cómo era mi querida Comunitat Valenciana cuando durante demasiados lustros estuvo gobernada por el Partido Popular valenciano. Pues bien, así como hoy no he visto ninguna Plaza Roja al mirar desde mi terraza, tampoco entonces percibí “... el paraíso nacionalsocialista de España” ni tampoco manifestaciones de falangistas cantando el “Cara al Sol” por las calles. Sencillamente, València estaba gobernada por la derecha, y punto. Igual que ahora lleva una legislatura y media bajo la responsabilidad de la izquierda, y ya está.

Es llamativo que quienes entonces ocultaron la verdad demasiadas veces en sus artículos y eran felices en la ‘Unidad de Destino en lo  Universal’ que personajes como Zaplana, Camps, Fabra, Rita Barberá y muchísimos otros habían convertido el ‘Levante Feliz’ de durante casi un cuarto de siglo, tengan ahora la casposa y nostálgica desfachatez de denigrar nuestro paradigma de democracia, transparencia y libertad (plagado de errores, por supuesto, los mismos que critico cuando me siento decepcionado) a la condición de un “paraíso social comunista”, en lugar de reconocer que andamos todavía embarrados con el lodo que dejaron los corruptos polvos de unas nefastas gestiones que nos abocaron a una ruina en diferido que, como las minas antipersonas, aun siguen provocando unos daños inesperados que los actuales y futuros gobernantes (si no hay un retroceso a la corrupción) necesitarán limpiar durante años.

La Comunidad Valenciana se ha convertido en el paraíso socialcomunista de España