jueves. 28.03.2024

Anuncios que fomentan la ludopatía

sobera juegos 2Cada vez que Carlos Sobera (o Cristiano Ronaldo, o Neymar…) se cuelan en el salón de mi casa con el mantra imperativo y machacón de "apuesta, apuesta, apuesta", siento un tremendo rechazo por la hipocresía que supone permitir spots de juego online, cuando el juego patológico es un problema socio-sanitario en auge cuya publicidad debería estar estrictamente regulada, cuando no prohibida.

Llama la atención que la técnica de enganche a la adicción que fomentan estos spots, es similar a la utilizada con las drogas cuando se regalan las primeras dosis para conseguir una rápida adicción del futuro cliente. Del mismo, los anuncios de Sobera y otros famosos invitan al consumo y ofertan bonos como aliciente de inicio al juego con una espectacular pirotecnia de flashes e impactos visuales y acústicos, mientras con letra pequeña  se ofrece el hipócrita consejo de jugar con responsabilidad.

Es cuestionable —añadiría que ilegal— que conocidos personajes mediáticos animen a los sectores de población más vulnerables a iniciarse en una ludopatía de la que les será difícil escapar. También es objetable que los protagonistas de estos anuncios sigan siendo visibles después del spot, es decir, en los medios donde trabajan (televisión, deportes…), desde donde su imagen se seguirá asociando con la atracción por el juego.

Desde una perspectiva médica, el DSM-V (manual diagnostico de enfermedades mentales) contempla a la ludopatía como una adicción a los juegos de azar, una patología que como médico conozco bien por su acción destructiva de la estabilidad psicológica de quienes la sufren y de su entorno familiar inmediato.

La publicidad del juego debería estar sometida a los mismos controles vigentes para el alcohol y el tabaco

Como en otras enfermedades, el remedio más efectivo para combatir la ludopatía es la prevención, y también actuar sobre los factores de riesgo. Esto incluiría prohibir cualquier tipo de publicidad que predisponga a la adicción y fomentar medidas inmediatas de intervención sobre la población de riesgo: jóvenes, ambiente familiar proclive al juego, ciertos perfiles de personalidad en los que hay bajo control de impulsos. 

La publicidad del juego debería estar sometida a los mismos controles vigentes para el alcohol y el tabaco. Sin embargo, hoy por hoy, no sólo no es así sino además se incurre en el agravante de utilizar técnicas publicitaria muy agresivas, como por ejemplo las consignas impositivas. Pondré como ejemplo un anuncio que me saca de quicio donde Carlos Sobera aparece malcarado y desencajado mientras suena “sufre, sufre, sufre”, para luego exhibirse sonriente y eufórico al ritmo de “juega, juega, juega”. Si a esto añadimos que los spots se emiten en horarios en los que los niños ven la televisión o durante retransmisiones deportivas donde participan ídolos de la juventud que también anuncian el juego online, la combinación se convierte en explosiva.

Si especialmente éticos y cuidadosos deberían ser los personajes famosos al elegir las marcas que publicitan por la gran influencia que su imagen ejerce en el público, en el caso de Sobera se da una circunstancia nefasta, pues el presentador protagoniza anuncios para una empresa de micro créditos y al mismo tiempo es la imagen de una sociedad de apuestas. Yo no se usted, estimado lector, pero el mensaje que a mi me llega de estas dos actividades (pedir préstamos, jugar online) es la de fomentar la ludopatía al tiempo que se anima al jugador a pedir  dinero para apostar. Y eso, a mi humilde criterio, es una salvajada.

Anuncios que fomentan la ludopatía