Verdaderos caprichos naturales, rarezas geológicas, paredes verticales rocosas con ángulos que provocan vértigo, y en tamaños que creeríamos imposibles.
Desde la perspectiva del surf, modifican absolutamente el modo en cómo rompen las olas, hasta un punto que en algunas playas sus olas solo son surfeables en un punto de marea en concreto.
nuevatribuna.es | José Manuel Blázquez Alonso en Sal&Roca
14/3/18
La choza de Solvay es un refugio de montaña situado a 4003 metros de altura en la cara este del Matterhorn, la mítica montaña de los Alpes suizos reconocible por su espectacular forma…