jueves. 28.03.2024
ISO

Los estándares internacionales, desde mediados del siglo pasado, han obtenido una enorme relevancia. Una entidad es la que se encarga de elaborarlos y posteriormente publicarlos. En efecto, nos referimos a la Organización Internacional de Normalización.

Gracias a la labor llevada a cabo por las diversas organizaciones que se encuentran dentro de ésta, abarcando un total de casi doscientos países distintos, las labores de comercio alrededor del mundo resultan mucho más sencillas y ágiles. No solo nos referimos a productos que se compran y venden, sino también a seguridad e incluso bienestar del ecosistema.

Un claro ejemplo es la normativa ISO 50001. Probablemente la has visto mencionada en más de una ocasión. En tal caso es fundamental que sepas todo lo que detallaremos a continuación, entendiendo así la importancia que llega a tener en una época como la actual.

Gestionar la energía utilizada en empresas

Si bien es cierto que España no es un país extremadamente industrial, en otras zonas del mundo sí disponen de un tejido inmenso en este sentido. En cualquier caso, desde décadas atrás se hacía necesaria la implementación de una norma que sirviese para gestionar toda la energía que se empleaba en diversas compañías.

No solo nos referimos a PYMEs, sino también a grandes multinacionales. Antes de echar a rodar con cualquier tipo de compañía es de vital importancia establecer una política que guarde relación precisamente con la energía consumida.

De ello se encarga la ISO 50001, aportando un granito de arena en forma de normativa con tal de que gestionar todo lo referente al apartado energético sea coser y cantar: realizar una instalación desde cero o mejorar la existente, adquirir los productos necesarios y un largo etcétera.

Aplicando la normativa al pie de la letra no solo se colabora con la preservación del medio ambiente. Por si fuera poco, la economía de la empresa mejora de forma notable, sobre todo a medio y largo plazo. Ello es fruto de un significativo ahorro.

¿Cómo es posible? Tales resultados son derivados de una eficiencia máxima. Cada norma que forma parte de la ISO 50001 fue elaborada con el objetivo de asegurar no solo que toda la energía utilizada en las empresas es eficiente a más no poder, sino que adicionalmente hace gala de una exquisita sostenibilidad.

Ahorro y eficiencia

Antes de que saliera esta normativa las empresas cada vez tenían un gasto energético más elevado. Todo cambió a raíz de su publicación, lo cual da a entender la trascendencia que tuvo y sigue ostentando en pleno 2020.

Aproximadamente setenta años atrás numerosas industrias estaban en auge. Por desgracia, era bastante complicado saber qué tareas de las que se llevaban a cabo se traducían en un inmenso gasto de energía.

La Organización Internacional de Normalización se puso manos a la obra para confeccionar la ISO 50001. Cada labor que exigía mucho consumo energético se cataloga como fuga y procede a analizarse a fondo con tal de revertir la situación.

Es innegable que la tecnología evoluciona constantemente, así como cada empresa. Por este motivo ninguna de ellas conviene que se estanque en términos energéticos. En consecuencia, la normativa también refleja un punto de suma importancia que se resume en la obligatoriedad de aplicar mejoras no solo en una ocasión, sino de manera continuada.

Por ende, los análisis en busca de fugas y de otros aspectos negativos han de realizarse con cierta frecuencia. Afortunadamente no son labores que exijan un gran desembolso de dinero, así que incluso las PYMEs que no cosechan demasiados beneficios en determinados trimestres se ven capaces de aplicar esta norma tan relevante.

Profundizar en la ISO 50001, por parte de las empresas, también es beneficioso en otro sentido. Nos referimos al de comprender una serie de métricas que serán cruciales para progresar en la optimización de la eficiencia a nivel energético.

Solo así es posible capturar la información de manera adecuada sin que ello exija contratar a especialistas del sector. Los propios directivos e incluso empleados de la empresa se ven capaces de recopilar los diversos datos que posteriormente serán necesarios para trazar una buena estrategia.

Conviene destacar que el plan elaborado se basa en aplicar una táctica de excelentes resultados: la productividad del negocio en cuestión aumenta. Por ende, también lo hacen los beneficios al mismo tiempo en que se reducen los gastos, en este caso en la factura energética.

Por si fuera poco, a nivel económico es de agradecer las subvenciones que proporcionan los gobiernos de ciertos países a aquellas empresas que se toman muy en serio la ISO 50001 y terminan aplicándola.

Obtener la inyección de liquidez es tan fácil como acreditar que la normativa elaborada por la Organización Internacional de Normalización ha sido puesta en práctica. Tras el breve papeleo se oficializa la mayor eficiencia energética de la que hace gala la compañía, obteniendo posteriormente todos los beneficios derivados de ello.

Todo lo que debes saber sobre la normativa ISO 50001