viernes. 29.03.2024
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Durante la crisis de la COVID-19 y el confinamiento obligado por la declaración del estado de alarma en España, la mayoría de las familias han pasado más tiempo que nunca juntas. Esto, por un lado, ha permitido recuperar tiempo perdido, compartir más momentos y que los lazos se estrechen. Pero, por otro lado, también ha dejado en evidencia ciertas desavenencias o incompatibilidades que por el ajetreo de la vida diaria quizá pasaban desapercibidas.

Precisamente en este punto se encuentra el origen de la mayor parte de los asuntos que han llegado a los juzgados de familia en estos días. Lo saben bien en Sierra Abogados, desde donde el abogado Santiago Escalas cuenta que “la situación más habitual este confinamiento ha sido el entendimiento de ambas partes de la pareja de que la misma no va a ningún lado, con la consiguiente decisión de poner fin al matrimonio, algo que hemos advertido debido a la gran cantidad de consultas e inicios de expedientes de divorcios mutuo acuerdo que hemos gestionado”.

Algunos de estos casos, de hecho, han ido mucho más allá de un simple divorcio o separación. “Por desgracia, también hemos tenido muchos casos en los que la tensión ha desembocado en discusiones o, incluso, en violencia de género”, asegura Santiago Escalas.

También durante este periodo han surgido muchas dudas legales y consultas relacionadas con la guarda y custodia. No en vano, las limitaciones de movimiento han complicado en buena medida su ejercicio. La abogada de familia Elena Crespo apunta a este respecto que “a muchos padres y madres se ‘les debe’ tiempo con sus hijos, entre otras cosas”. 

Han aumentado además las consultas relacionadas con la modificación de medidas, por ejemplo para reducir el importe de las pensiones de alimentos. Los cambios en la situación económica de la persona obligada a su pago son los causantes, aunque hay que tener muy claro que “el requisito esencial es el cambio sustancial de las circunstancias que dieron pie, en su día, a fijar las medidas o acuerdos” recuerda Escalas. Por ejemplo, una pérdida definitiva de trabajo o una disminución salarial con cierto carácter permanente.

El nuevo procedimiento especial de Familia

Para evitar un posible colapso judicial, recientemente se ha aprobado un nuevo Real Decreto-ley que regula el procedimiento para casos de Derecho de Familia durante el estado de alarma y los tres meses siguientes a su finalización. 

Entre otras medidas, detalla Elena Crespo, se recoge en este texto “un procedimiento especial para la resolución de conflictos relacionados con el Derecho de Familia directamente derivados de la crisis sanitaria”. La idea que ha llevado al Gobierno a su aprobación, continúa explicando la abogada de familia, es que “las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias han tenido incidencia en el normal desarrollo del régimen de custodia y de visitas de menores, provocando en ocasiones desequilibrios en los tiempos de disfrute”. Para evitar que este hecho acabe derivando en un gran número de demandas y solicitudes, se pone en marcha este mecanismo.

Por todas estas razones, durante los tres meses siguientes a la finalización del estado de alarma se tramitarán a través de este procedimiento especial y sumario las siguientes demandas:

  • Restablecimiento del equilibrio en el régimen de visitas o custodia compartida.

  • Revisión de las medidas definitivas sobre cargas del matrimonio, pensiones económicas entre cónyuges y alimentos reconocidos a los hijos.

  • Establecimiento o revisión de la obligación de prestar alimentos

Tal y como matiza Elena Crespo, este procedimiento especial se aplicará “cuando estas pretensiones tengan como origen las consecuencias de la crisis sanitaria producida por la COVID-19”.

Consejos de utilidad

El principal objetivo ha de ser siempre intentar evitar la presentación de una demanda judicial. Eso es lo que sostienen todos los expertos. “Lo más importante en estos momentos es no sobrecargar los juzgados y llegar a soluciones sencillas y rápidas”, aconseja Crespo. 

¿Cómo conseguirlo? Aunque no siempre será posible, “la negociación a través de un abogado que haga las veces de mediador puede ser clave para evitar la judicialización del caso”.

Por su parte, Santiago Escalas señala que lo importante es “evitar que una ruptura sentimental llegue a un contexto de violencia física o verbal”. Como Crespo, aboga por resolver las discrepancias de las partes mediante la negociación y los juzgados de familia.

Un procedimiento especial para frenar la saturación de los juzgados de familia por la...