viernes. 29.03.2024
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A pesar de que en muchas zonas del país las temperaturas aún se mantienen cálidas, con el paso de los días ya se empieza a notar ese ambiente otoñal tan característico. Es el momento idóneo para empezar a preparar la calefacción del hogar antes de la llegada del verdadero frío, especialmente cuando nos referimos a calderas de gas. Casi un 50% de los españoles se han decantado por esta opción en los últimos años para obtener una calefacción óptima en toda la vivienda. En el mercado existen actualmente tres tipos de calderas: las de agua caliente sanitaria, las de calefacción y las mixtas.

Esta última es la más solicitada al aunar en el mismo sistema las funciones de calderas de agua caliente y las de calefacción. Asimismo, estas se diferencian en base al combustible utilizado pudiendo ser gas natural, propano y butano, y al tipo de sistema de caldera: calderas murales, calderas estancas y calderas de gas. Sin embargo, independientemente de estos factores, es de vital importancia mantener la caldera de gas en buen estado para evitar problemas cuando llegue el frío. Lo más recomendable es realizar las revisiones periódicas marcadas en el reglamento, pues un mantenimiento adecuado permite ahorrar alrededor de un 10% de energía.

Consejos para preparar la caldera de gas

Si la caldera ha estado apagada durante algunos meses, es preciso asegurarse que se encuentra activada en el modo invierno o calefacción y comprobar, a continuación, la presión de la caldera. Esta debe estar comprendida entre 1 y 1.5 bares, datos que pueden examinarse en el barómetro incorporada en la caldera, pero en caso de ser inferior será necesario abrir la llave de llenado hasta que alcance el valor óptimo. Una vez realizada esta inspección, se pasará a verificar que los radiadores se encuentren en buen estado y no existan signos de goteos o fugas en el circuito, teniendo lugar una libre circulación de agua. Asimismo, en ocasiones es conveniente purgar los radiadores.

Durante el verano es habitual que se haya acumulado aire en el interior del circuito, dificultando en gran medida el calentamiento de los radiadores. Con la calefacción encendida y un destornillador adecuado a mano, se procede a aflojar el tornillo de purgado colocando también un recipiente bajo el agujero. Cuando comience a salir un chorro continuo de agua, el radiador estará totalmente purgado y será el momento de volver a apretar el tornillo para frenar el flujo de agua. Por otra parte, la adquisición de un termostato en la casa que permita el encendido y el apagado de forma automática de la caldera es un plus añadido en estos casos.

Sin embargo, también es conveniente echarle un vistazo a ese aparato. Solo habrá que encenderlo por encima de la temperatura de la habitación y comprar que la caldera se calienta. El último punto para que la caldera de gas esté a pleno rendimiento es ajustar la temperatura adecuada. Lo recomendable es establecerla entre 18ºC-21ºC, pues cada grado de más supone un 7% de gasto de combustible. Otra opción es apostar por las calderas manaut de calderasairemadrid.es, las cuales cuentan con una función energética para controlar el gasto de energía y beneficiar tanto al bolsillo como al medio ambiente.

Poner a punto la caldera de gas de cara al invierno