jueves. 28.03.2024

EL ORIGEN DEL BINGO Y SU HISTORIA

Los inicios del bingo se remontan a Italia, al año 1530, y ha ido evolucionando hasta ahora a través de los años. Hoy en día, se juega en todas partes del mundo y se ha convertido en un pasatiempo genial que divierte a jóvenes y mayores, tanto en eventos profesionales como en reuniones familiares.

Su popularidad ha ido creciendo con los años, y ahora jugar al bingo es una práctica muy habitual en su versión física u online. Con las diferentes variaciones y modificaciones que ha sufrido a lo largo de su historia, hoy queremos presentar cómo se inició todo para llegar hasta el juego que conocemos hoy en día.

EL BINGO Y SU ORIGEN EN EUROPA

Nos remontamos al siglo XVI, con las habituales loterías que se celebraban por entonces. Es en Italia donde tenemos constancia de los primeros motivos, como otros muchos juegos de azar, y se le conocía como Il Gioco del Lotto. Su funcionamiento era bastante parecido al bingo de 90 bolas al que todos hemos jugado alguna vez.

Fue ya en el siglo XVIII cuando se expandió por toda Europa, llegando principalmente a Francia. Se introdujeron los primeros cambios importantes que hoy dar forma a este juego, como los cartones sobre los que se apunta y las fichas, o la aparición de un responsable que cante los números. En el país galo se acortó el nombre y se conocía como Le Lotto, y era un divertimento exclusivo de la clase alta.

Rápidamente alcanzó otros países como Reino Unido o Alemania, haciéndose muy popular durante el siglo XIX. En el primero, por ejemplo, se jugaba a lo que hoy se llama Bingo Lingo, una modalidad en la que se rimaba una frase divertida con cada número. En Alemania, por otro lado, Le Lotto se utilizaba en los colegios para aprender las tablas de multiplicar de forma sencilla.

El origen de la palabra “bingo” parece confuso, pero se conoce una versión del año 1929 que se toma como la más acertada. Un vendedor de juguetes norteamericano, Edwin Lowe, jugó en una feria a este divertido juego. Al usarse alubias secas (bean en inglés) como fichas para marcar los números, los jugadores gritaban BEAN-O’ [/bin-o/] al conseguir formar una fila o una columna.

Lowe aprovechó este nuevo nombre y llegó a New York a jugar al “Beano” con sus conocidos, y fue un completo éxito. Parece que uno de los jugadores completó su cartón y,tratando de buscar esa palabra concreta, tartamudeó y dijo algo como BI-BI-BIN-GO. Y así hasta ahora, que es la forma por la que conocemos el juego y lo que decimos cuando cantamos victoria.

A nuestro país llegó a la vez que al resto de países de Europa, rondando el siglo XIX. Cuando llegaron las dictaduras de Primo de Rivera y Francisco Franco, se prohibieron este tipo de juegos, así que tuvieron que volver a legalizarse en el año 1977. En aquel momento se comenzó a usar con fin recaudatorio, y muchos negocios ilegales consiguieron mucho dinero a través de prácticas clandestinas.

En la década de los 80 consiguió una enorme popularidad en España, ya multitud de locales disponían de este juego y, a la vez, servían bebidas y comidas y daban otros servicios para los jugadores. En la actualidad, su público sigue en aumento gracias al número de salas y también a los casinos online.

EL BOOM DEL BINGO

Hubo un momento clave en la historia en el que el bingo se dio a conocer como un juego importante para la comunidad, no solo por su diversión.Un sacerdote, llamado Wilkes-Barre, se encontraba en una difícil situación económica y su parroquia no podía mantenerse, por lo que trató de recurrir a este juego para arreglar el problema.

El ya nombrado Lowe se puso en contacto con el párroco y aceptó su propuesta. Tocaba escalar el juego, de unos pocos participantes hasta más de 6.000 personas que consiguiesen recaudar el dinero necesario para la iglesia. Al tener que fabricar tantos cartones diferentes y con las mismas posibilidades cada uno, buscó la ayuda de un matemático, Carl Leffler, que terminaría por diseñar grupos de cifras con números no repetidos.

Esta historia termina como debería: un completo éxito. Consiguieron salvar la economía de la parroquia y la noticia corrió como la pólvora. Edwin Lowe aprovechó esta situación para crear el primer manual oficial con instrucciones para la creación de múltiples cartones, debido a la alta demanda que comenzó a recibir por correspondencia.

Como hemos visto hoy, el bingo lleva muchos siglos divirtiendo y ayudando a todas las clases sociales posibles. No existe un único tipo de jugador, todos son bienvenidos a la mesa del bingo. Puede que tengamos la imagen de gente muy mayor con este pasatiempo, pero las muchas variantes online atraen cada vez a más jóvenes a este juego.

La historia del bingo es muy interesante y ya la conoces, ¿quieres probar suerte con el presente?

El origen del bingo y su historia