viernes. 26.04.2024
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El elevado número de muertes registrado en el año 2020 y que ha tenido lugar en todas las zonas geográficas de España debido al Covid-19 ha vuelto a traer a la luz la importancia que tienen los velatorios y entierros en nuestro país. El hecho de que haya habido momentos durante la pandemia en los que ni los familiares han podido ir a despedirse del fallecido ha hecho que la sociedad haya asumido el valor que tiene dar el último adiós a un allegado.

Por ello, vamos a ver cómo ha evolucionado la celebración de este tipo de ceremonias durante las últimas décadas en España. Unos cambios que han llegado debido a la evolución de la propia sociedad y los nuevos hábitos que tienen que ver con cuestiones relacionadas con la religión e, incluso, con la practicidad sanitaria.

Así, por ejemplo, uno de los principales cambios que se ha producido ha sido en el propio lenguaje. Si bien es cierto que hace décadas se utilizaba el concepto pompas fúnebres para referirse a lo que normalmente llamamos funeral, sepelio o entierro ahora es un término que está en desuso y prácticamente nadie lo utiliza. Tan sólo en alguna comunidad se sigue utilizando, como Cataluña o Baleares, y para hacer referencia a los servicios funerarios en sí mismos. Es decir, a los actos y ceremonias que se hacen en honor a una persona.

Otro de los cambios que se ha producido en los últimos años tiene que ver con los velatorios, ya que si bien es cierto que antiguamente se hacían mayoritariamente en la propia vivienda del fallecido ahora lo normal es hacerlo en el tanatorio.  Para quienes nos sepan exactamente qué es un velatorio vamos a decir que es la parte más “pública” de todo este proceso del entierro y funeral del fallecido, ya que es el que hace referencia al momento en el que se reciben las condolencias.

Como hemos dicho, antiguamente era popular que las condolencias y el velatorio del cadáver se hiciera en las propias viviendas. Hoy, en las ciudades, es prácticamente inexistente esta forma de velatorio, ya que todo este proceso se ha trasladado a los tanatorios, unos espacios especialmente adecuados para realizar este tipo de condolencias.

No obstante, hay que señalar que España todavía mantiene, sobre todo en los pueblos, esta tradición de velar al muerto en las viviendas, aunque cada vez es menos frecuente y lo hacen sobre todo aquellas familias de tradiciones más arraigadas y que quieren pasar la última noche con el difunto en la propia casa.

De cualquier modo, la práctica de hacerlo de este modo va a menos, ya que puede implicar algún riesgo para la salud pública. En este sentido, los tanatorios ofrecen unas mejores condiciones higiénicas al estar preparados mucho mejor para el velatorio al contar con material y mobiliario específico, contando incluso con un espacio para exponer el féretro.

Lo que no ha cambiado en los últimos años es el tiempo de velatorio. Así, el velatorio termina pasadas las 24 horas necesarias para poder incinerar o enterrar el cuerpo como mínimo. Son pocas las ocasiones en las que la familia decide estar más tiempo velando al fallecido.

En cuanto al sepelio, que es propiamente el entierro, también se han producido cambios en España. Aquí encontramos dos tipos de sepelios en función de la carga religiosa del mismo. Por un lado, el sepelio religioso conlleva la celebración de la misa de difuntos que suele durar una media hora y termina cuando el sacerdote rocía el ataúd con agua bendita.

Como sucede en otro tipo de actos que tradicionalmente han estado ligados a la religión, podemos hablar del matrimonio, por ejemplo, la carga religiosa ha ido cayendo en España con el inicio de la Democracia y cada vez son más comunes los sepelios civiles que se diferencian de los anteriores en la no intervención del sacerdote. Al respecto, suelen ser amigos y familiares quienes dan las últimas palabras de despedida.

Cómo se anuncian los sepelios y velatorios

Otro de los cambios que se está produciendo desde hace años es la forma en la que se comunica la muerte de una persona y se invita al resto de la sociedad a participar en el velatorio. Tradicionalmente, la publicación de esquelas en la prensa tradicional de papel ha sido el método más utilizado. Sin embargo, esto está cada vez más en desuso y hoy en día se suele apostar por el medio online para dar a conocer esta información. Aquí, las redes sociales también han ganado peso gracias a su poder de transmisión de mensajes.

La evolución de los entierros en España