sábado. 20.04.2024
11

Todos recordamos lo que sucedió al inicio de la pandemia. Cuando en España empezamos a ser conscientes mínimamente de lo que se nos venía encima y de que era necesario protegerse contra un virus desconocido ante el que ni las autoridades tenían claro cómo actuar, los productos sanitarios volaron literalmente de las farmacias y parafarmacias. Las estanterías se quedaron vacías y la saturación del mercado no hacía posible reponerlas.

Las mascarillas llegaron a multiplicar por 15 su valor y guantes, hidrogeles y, ¡hasta termómetros!, desaparecieron de un día para otro. Poco a poco, a medida que la situación epidémica avanzaba, la población, en busca de mejorar su estado general de salud, empezó a demandar otros productos cómo los complejos vitamínicos para tratar de mejorar el sistema inmunológico.

Hoy sabemos que, durante la primera ola, las ventas de combinados multivitamínicos crecieron un 34% según ha publicado Cofares, lo que ayudó a alcanzar un aumento medio cercano al 10% computando todo el año 2020. Un aumento significativo, aunque incomparable con los superventas (mascarillas, geles y guantes) que crecieron por encima del 1200%.

Entre los complejos vitamínicos, los de mayor demanda fueron aquellos más comerciales, como Supradyn, Pharmaton o Multicentrum que literalmente volaban y era imposible conseguirlos, incluso en cualquier parafarmacia online. Las compañías farmacéuticas tuvieron que aumentar la producción y agotaron las existencias de vitamina C y D en sus laboratorios.

Los farmacéuticos, pieza clave para solventar consultas relacionadas con el Covid

No solo por influencia del virus, gran parte de la población tuvo problemas de salud durante 2020. El miedo a sufrir contagios, el estrés provocado por la situación y la ansiedad de los meses de confinamiento provocaron un mayor consumo de medicamentos ansiolíticos, relajantes y antidepresivos. Pero dado que estos son sólo administrados bajo receta médica, quien no pudo conseguirlos tiró de alternativas naturales de venta sin receta tales como el triptófano (como antidepresivo) o la melatonina y valeriana (para mejorar la relajación y el descanso).

Los más buscados en nuestros días, cuando ya el panorama es menos desalentador, son aquellos que buscan mitigar los efectos secundarios de un año distinto para el organismo: obesidad, caida del cabello o el estreñimiento, entre muchos otros.

Teniendo en cuenta todo esto, parece claro que habría sido imposible solventar la solución sin la inestimable ayuda de las 22.000 farmacias públicas que existen a lo largo de la geografía española. Según afirma Luis González, presidente y cabeza visible del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, “la labor de los farmacéuticos ha sido clave para que los pacientes pudiesen seguir con sus tratamientos”, poniendo como ejemplo el programa de dispensación de medicamentos a domicilio que pusieron en marcha el pasado año.

Los farmacéuticos merecen ser tratados como sanitarios. El desarrollo de programas farmacoterapéuticos reduce hasta la mitad el número de problemas de salud y hasta un 60% las hospitalizaciones

Abastecer de todos estos productos que en muchos momentos escaseaban, además de la medicación habitual, ha sido solo uno de los desafíos que han tenido que asumir durante la pandemia las más de 22.000 farmacias comunitarias que hay en España. “Su labor ha sido clave para que los pacientes siguieran con sus tratamientos”, dice Luis González, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, y para ello reforzaron el programa de dispensación de medicamentos a domicilio tanto en las ciudades como en zonas rurales para que los enfermos no tuvieran que desplazarse.

Los trabajadores del sector farmacéutico reclaman ser sanitarios

Los farmacéuticos reclaman ser tratados como sanitarios. Dicen que sus programas farmacoterapéuticos reducen un 60% las hospitalizaciones

Además de atender a más de 5,5 millones de enfermos por consultas relacionadas con el Covid durante la crisis sanitaria, las farmacias han realizado (y aún realizan) test de antígenos en aquellas autonomías que les han dejado. Y la industria farmacéutica ha hecho posible el tratamiento hospitalario de más de 7.000 pacientes de grupos de riesgo durante la pandemia.

¿Alguien tiene alguna duda de que merecen este reconocimiento?

Los españoles siguen prefiriendo las parafarmacias para abastecerse contra el Covid