jueves. 28.03.2024
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Galileo decía que las matemáticas eran el alfabeto con el cual Dios había escrito el Universo. De tal manera el astrónomo quería explicar que  las matemáticas son un lenguaje en que está construido nuestro mundo, y si quieres entenderlo — necesitas aprenderlas. Pese a ello, parece que ahora gran número de gente no tiene ganas de dominar este lenguaje, y los alumnos en las escuelas lo encuentran aburrido, difícil e incluso imposible de aprender.

"No se me dan bien las matemáticas", — una justificación más frecuente que se puede oír. Pero las investigaciones demuestran que la mayoría de las fallas observadas en el aprendizaje no se deben en absoluto a factores genéticos, sino a cómo se enseña en el entorno escolar. 

Habitualmente hay un profesor que imparte las clases de la misma manera a todos los alumnos en su clase, no tiene recursos para comprobar el nivel de comprensión de cada alumno. Pero cada uno tiene su ritmo, y cuando uno ya está listo para aprender el tema nuevo, el otro necesita más tiempo para practicar. Al final toda la clase pasa al tema nuevo, pero algunos se quedan con "los huecos" en sus conocimientos, que se hacen más profundos con cada tema. En este caso, encontrar un tutor puede ser la solución, para esto existen varias plataformas, por ejemplo Busca Tu Profesor. 

Otra razón por la que surge la dificultad en el aprendizaje es que las matemáticas tienen carácter acumulativo. Si para un alumno es complicado  interiorizar lo más básico, será una tarea casi imposible entender algo más avanzado. 

Además, las matemáticas exigen un gran esfuerzo de atención porque requiere razonamiento deductivo, pero nuestro cerebro es económico por naturaleza y se resiste a hacer ese gasto. Las matemáticas son un lenguaje específico, que nosotros no usamos y no aprendemos desde la infancia, no lo necesitamos para entender el mundo cuando somos pequeños. Hablar en la legua de números es cómo cambiar de idioma, pero aquella que no usa signos con un significado verbal, sino que lógico. 

Pero la mejor parte de este problema es que se puede resolver, aunque cuesta un cierto nivel de esfuerzo. Te damos cinco consejos que te ayudarán a ti o a tus hijos a mejorar en matemáticas. 

Empieza desde inicio

«La práctica, hace al maestro», pero en el caso de las matemáticas la clave es hacerlo desde el inicio. Si ahora tienes algunas dificultades con los temas más avanzados, pregúntate por qué, qué cosas no entiendes en esta unidad o qué te complica la comprensión. Así puedes encontrar el punto de referencia para buscar dónde está el origen del problema. Dicen que es imposible volver atrás en el tiempo, pero con el aprendizaje es todo lo contrario, cuando vuelves para repasar algunas cosas que no comprendías antes, hay una buena oportunidad para memorizarlo aún mejor. Y puedes hacerlo tantas veces como sea cómodo para ti. 

Encuentra tu estilo de aprendizaje 

Los científicos dicen, que  «en el ámbito más concreto de las matemáticas es muy posible que los alumnos que obtienen notas más altas en matemáticas la consigan porque se les está enseñando en la forma que mejor va con su estilo peculiar». Así que los profesores pueden intervenir para cambiar su estrategia de enseñanza y acomodar aquellos que tienen notas más bajas. Pero a veces el profesor está limitado por otros factores externos, que no le permiten ser más flexible en sus métodos de enseñanza. 

Pero a veces hay que tomar el control de la situación, especialmente cuando no hay oportunidad de influir o cambiar el estilo del profesor que te imparte las clases de matemáticas. En este caso tienes que averiguar tú mismo la forma más eficaz para aprender. Te damos algunas ideas: 

  • Estilo Activo. La gente que prefiere este estilo se implica muy rápido en los nuevos conocimientos. Aprenden completando los ejercicios y practicando varios trabajos. 

  • Estilo Reflexivo. La filosofía de los reflexivos consiste en reunir datos y analizarlos antes de llegar a una conclusión. Este estilo funciona bien en grupos, porque para los reflexivos es importante escuchar y contemplar a los otros. 

  • Estilo Teórico. Los teóricos parten los problemas por etapas lógicas. Para ellos es 

importante vincular los conocimientos de teorías, principios y modelos para poder  después analizar y sintetizar las teorías.

  • Estilo Pragmático. Aplicar las ideas en práctica es el punto fuerte

de las personas que prefieren este estilo. Son muy impacientes en cuanto haya oportunidad para aplicar y experimentar con lo aprendido. 

Encuentra un tutor y aplica tu estilo de aprendizaje 

La gran ventaja de tener un tutor de matemáticas es que puedes definir tú mismo cómo aprender y en qué ritmo. Si no tienes bastante confianza en hacerlo solo, el profesor particular te guiará en este proceso. Además, él puede ayudarte a encontrar tus puntos débiles y repasar contigo el material necesario. Y si no te gustan los métodos de enseñanza puedes encontrar otro tutor, porque aquí sí que puedes influir y controlar el proceso.

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