Desde la irrupción de internet en la década de los 90, multitud de sectores económicos en países por todos los rincones del mundo han sufrido una radical transformación de sus estructuras de negocio. La industria del juego ha sido una de las más afectadas, y el caso de España es un perfecto ejemplo de ello.
Nuestro país cuenta con una gran tradición en lo que se refiere a juegos de azar y apuestas, pero durante décadas se trataba de un negocio mayoritariamente en manos del sector público - que, por otra parte, siempre ha conseguido pingües ingresos fiscalizando las ganancias del juego. No obstante, este modelo ha sufrido una gran metamorfosis con la popularización de internet, la liberalización del sector y la consecuente entrada de empresas privadas.
Corría el año 2008 cuando fue abierto en Madrid el primer local de apuestas de España gestionado por una compañía privada, dando inicio a un nuevo entorno de competencia entre el operador público - Loterías y Apuestas del Estado, que había monopolizado el mercado hasta entonces - y operadores de juego privados. Años antes, a principios de esa década, habían empezado a llegar al país algunas de las mejores casas de apuestas ofreciendo sus productos a través de internet.
Las distintas webs de apuestas que fueron surgiendo desarrollaron sus operaciones inicialmente en un contexto de alegalidad, pues no existía en España ley alguna que regulase las actividades de juego online. Con el paso de los años, se fue evidenciando la necesidad de desarrollar una regulación que diese cobertura expresa al juego en internet, pero ésta no llegaría hasta 2011. Fue ese año cuando año se aprobó la Ley de Regulación del Juego, que vino a enmendar la situación y sigue aún vigente.
Desde junio de 2012, fecha de entrada en vigor de la ley, las empresas de juego online cuentan con la seguridad de operar en un entorno estable y seguro desde el punto de vista jurídico, y ello ha resultado en un auténtico boom, pues el número de páginas de apuestas deportivas en España no ha parado de crecer. Actualmente, existen más de 30 webs de apuestas legales en España, las cuales se someten a la regulación de la Dirección General de Ordenación del Juego. Este organismo, que fue uno de los frutos de la citada ley, se encarga de supervisar y sancionar a las empresas de juego online, así como de emitir las licencias de actividad pertinentes.
Las casas de apuestas deportivas inundan la red
Otro factor que incentiva la entrada de empresas online es el hecho de que, si bien son cada vez más los apostantes españoles que juegan en internet, sólo suponen el 13% del total. Esa cifra llega hasta el 50% en otros países europeos con mercados digitales maduros, lo que deja a las claras que todavía existe un gran margen de crecimiento. Aunque el entorno regulatorio es favorable para las páginas de apuestas en España, debes saber que no todas las que puedas encontrar son legales, y puedes tener problemas si apuestas en una web que opere sin licencia.
Con más de 30 empresas operando online legalmente, y otras ilegales, el aficionado tiene ante sí decenas de ofertas y promociones para apostar, lo que a la postre resulta en mejores condiciones, pero a la vez dificulta la labor de filtrar y comparar para la mejor alternativa encontrar. Internet está repleto de bonos de bienvenida, apuestas gratis, bonos de recarga, ofertas de casino… y ofertas sin depósito, no tan numerosas, pero sin duda las más populares. Dicho lo cual, quizá te interese echarle un vistazo a esta selección de bonos sin depósito de páginas de apuestas 100% legales y con licencia en España.
Este año no ha sido una excepción a la tendencia de crecimiento en el número de empresas. De las casas de apuestas nuevas llegadas a España, la última en incorporarse ha sido LeoVegas - por supuesto, cumpliendo la ley y con su licencia en regla. Esta empresa de origen sueco ha lanzado en el verano de 2019 su web de apuestas española, en la que ofrece juegos de casino y apuestas deportivas, y recibe a nuevos clientes con atractivas ofertas de bienvenida de las que ya te puedes beneficiar.
