viernes. 19.04.2024
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Teniendo a mano cada vez más servicios online, aprovechando nuevas herramientas para instaurar cosas antes impensables como el teletrabajo, los negocios de medio mundo se han dado cuenta de algo: necesitan tener conexiones VPN.

Una VPN (Virtual Private Networks o Red Privada Virtual) se encarga de hacer las veces de filtro seguro, a la vez que garantiza que, por ejemplo, los trabajadores que lleven a cabo sus labores en remoto, puedan conectarse sin problemas a la empresa para trabajar sin que haya riesgo alguno. En un negocio se maneja información especialmente sensible, y cualquier brecha de seguridad es algo que debe evitarse.

Precisamente por eso cada vez se buscan más VPN de pago de calidad. Las opciones que hay sobre la mesa actualmente son especialmente buenas, sobre todo las que provienen de empresas profesionales y con una amplia reputación. Sin embargo, ¿qué opción debe escogerse si se es un profesional, o si se es un particular?

Sea cual sea el caso, hay que valorar una serie de factores importantes antes de empezar a usar este tipo de tecnologías. Aquí vamos a verlos y a profundizar en ellos. Cuando hay tecnología de por medio, y también aspectos como la protección de la privacidad, siempre se debe andar con seguridad.

Qué debes tener en cuenta a la hora de elegir VPN

Cuando vayas a elegir un VPN para tus conexiones, debes tener en cuenta principalmente tres factores. Es importante aclarar que evidentemente una empresa no debe permitirse el uso de un VPN gratuito, ya que no garantiza tanta seguridad ni tanta eficiencia como una opción de pago.

Dejando eso a un lado, los tres elementos principales a valorar ante cualquier oferta que se encuentre son la ubicación de los servidores, las restricciones y, por último, la información que almacenan. ¿Por qué estos tres puntos principalmente? Eso es algo en lo que vamos a ahondar a continuación, pero tienen mucho que ver con velocidades, privacidad y seguridad.

Ubicación de los servidores

La localización real de los servidores que se encargan de hacer de “filtro” para la conexión VPN es importantísima. El primer motivo de esto es que determina el ping que puedes tener, dado que las distancias hacen muchísimo, y por tanto afecta también a la velocidad con la que se realiza la transmisión de información.

Por otra parte, la ubicación también afecta a los contenidos disponibles. Hay muchas webs y contenidos que tienen bloqueos regionales o que se adaptan automáticamente a la ubicación desde la que se conecta el usuario. Eso puede hacer que, si usas un VPN de Estados Unidos por ejemplo, las webs te carguen en inglés, veas publicidad de dicho territorio, etc.

Información almacenada

Debes tener muy en cuenta que los VPN van a monitorizar toda la información que se mueva en ellos, precisamente por eso no es aconsejable acudir a una cualquiera en el caso de tener que hacer algo con información delicada. Ahora bien, por mucho que monitoricen, eso no implica que lo almacenen todo. Ese es otro factor muy a tener en cuenta para elegir.

Los hay que simplemente almacenan datos como fechas o direcciones IP, junto con el ancho de banda que se ha utilizado. No obstante, hay otros que van un poco más lejos, guardando hasta información sobre los pagos realizados. Es cierto que muchos de estos son compatibles con criptomonedas, y eso te permite guardar anonimato al pagar. Pero, aun así, deben ser algo a evitar.

Precisamente los buenos VPN de pago son mucho más seguros en este sentido. Son más transparentes con sus clientes y garantizan una protección de su privacidad absoluta.

¿Restricciones?

Es muy raro dar con un VPN que sea incompatible con algún tipo de equipo, con algún sistema operativo. No obstante, eso no debe impedirte comprobar qué clase de restricciones tienen las opciones que estás valorando. Los hay que solo funcionan en determinadas plataformas y también otros que, por su parte, limitan considerablemente la velocidad de subida y bajada de datos en internet.

Sobre esto último, cabe destacar que los que son de pago no ponen este tipo de trabas. Cuando contratar un VPN profesional, no hay ninguna limitación a la hora de navegar o descargar, cosa que les da un importante punto a favor. Por otra parte, la ubicación de la que hablábamos antes también influye en el tipo de restricciones con las que te puedes topar.

Con todo, hay circunstancias en las que, salvo que sea expresamente necesario, no se tiene por qué usar ningún tipo de VPN. Es cierto que las empresas lo necesitan especialmente, sobre todo ahora que el teletrabajo está tan activo. Pero hay ocasiones en los que no se tiene que recurrir a ello porque, simplemente, no hay tanta dependencia de estructuras online.

A pesar de eso, en el caso de que una persona o un negocio lo necesite, estos son los tres factores a valorar antes. Dar el paso de usar un VPN sin tener esto en cuenta puede ser un error considerable.

Cómo elegir un buen VPN