martes. 19.03.2024
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Tienes que luchar contra las nauseas matutinas durante el primer trimestre de embarazo, lidiar con los cambios corporales en el segundo trimestre, y rezar para llegar al baño a medida que se acerca la fecha en la que sales de cuentas, por lo que hacer ejercicio puede ser en lo último que piensas.

Pero la investigación sugiere que el ejercicio tiene grandes beneficios tanto para ti como para tu bebé. De hecho, podría influir en la forma y predisposición para hacer ejercicio del niño en su infancia.

Incluso si solamente sales a caminar unos pocos metros o haces una sesión de estiramientos, este ejercicio puede aumentar tu estado de ánimo, mejorar tu sueño, mejorar la salud de tu piel o incluso tener menor riesgo de desarrollar diabetes gestacional e hipertensión inducida por el embarazo que las mujeres que no se mueven en absoluto.

Beneficios del ejercicio durante el embarazo para las madres

Si eres consciente de que practicar ejercicio regularmente, ya sea una clase de pilates, una clase de aquagym o una sesión de cardio, pueden ayudarte a controlar tu peso, prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2, y mejorar tu salud en general; durante el embarazo hay aún más razones para seguir moviéndose (o ponerse en movimiento), incluso si no has tenido una rutina de ejercicio anteriormente.

Se ha descubierto que practicar ejercicio durante el embarazo ayuda a mejorar la salud de la piel. Al aumentar el riego sanguíneo, moverse puede aumentar la nutrición de las células, dejándolas más fuertes y preparadas para el estiramiento de piel excesivo que va a suceder en los próximos meses.

Junto con estos cuidados que nos recomienda la web weloversize.com, se pueden evitar o minimizar el impacto de las estrías, una afección que es extremadamente común durante la gestación, y que puede rebajar el autoestima de la madre.

Hay más beneficios. También reduce el riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, las mujeres que practican ejercicio tienen menos probabilidades de desarrollar diabetes gestacional y menos probabilidades de tener cesáreas no planificadas.

De igual forma, también se reducen las probabilidades de sufrir complicaciones en el parto. Con solo practicar ejercicio tres veces a la semana, el riesgo de tener bebés macrosómicos (o bebés grandes) es menor, lo que a su vez reduce las complicaciones del parto vaginal y evita que el bebé corra el riesgo de sufrir lesiones durante el parto.

La recuperación tras el parto es más rápida, pues se parte de un buen estado físico que hace que puedas volver a tus tareas diarias más rápido. Y reduce considerablemente la depresión post-parto, pues el ejercicio libera endorfinas que ayudan a mejorar el estado de ánimo mientras disminuyen el estrés y la ansiedad.

Se sabe que las personas que hacen ejercicio, incluidas las mujeres embarazadas, tienden a tener una frecuencia cardíaca en reposo más baja que las que no lo hacen. Esta frecuencia cardíaca más baja pueden ser un signo de un corazón eficiente; mientras que la frecuencia cardíaca alta se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Y lo que es más sorprendente, el feto también tiene el ritmo cardiaco más bajo.

El ejercicio también baja la presión arterial, que suele aumentar durante el embarazo. Si está demasiado alta puede haber riesgo de preeclampsia, y esto puede evitarse simplemente manteniéndote activa.

Aunque parezca contradictorio, a veces descansar demasiado puede hacer que te sientas más cansada. Por lo tanto, si tu embarazo te lo permite, moverte puede hacer una gran diferencia en tu nivel de energía.

También dormirás mejor. El ejercicio moderado te ayudará a conciliar el sueño más rápido y de mayor calidad que si no te mueves en absoluto. Y al día siguiente te sentirás más descansada y con más energía. Incluso si la presión del bebé te produce dolores de espalda, puedes beneficiarte del ejercicio para reducir su incidencia. Ciertos ejercicios te ayudarán a lidiar con esta molestia durante las últimas etapas del embarazo.

¿Problemas para ir al baño? Activa tus intestino con una sesión de ejercicio regular y no volverás a quejarte del estreñimiento.

Antes se pensaba que el embarazo era casi como una enfermedad, una época en la que las mujeres necesitaban descansar para protegerse a sí mismas y a sus bebés. No fue hasta 1985 cuando se empezó a recomendar pautas para hacer ejercicio durante el embarazo, ahora consideradas conservadoras, que incluían sugerencias como mantener las actividades extenuantes durante 15 minutos o menos.

Los estudios actuales indican que el ejercicio durante el embarazo, lejos de dañar al feto, puede ser increíblemente beneficioso tanto para la madre como para el bebé. Y el momento oportuno es importante: el ejercicio durante el embarazo, a diferencia de la condición física antes del embarazo, parece tener beneficios extra.

Los beneficios del ejercicio durante el embarazo