martes. 19.03.2024

Con la imagen aún fresca en la memoria de la aparición de toneladas de peces muertos en la orilla del Mar Menor en agosto del año pasado, en el que supuso el peor y más prolongado episodio de mortandad de fauna y flora en sus aguas, los vecinos de las playas de la laguna volvieron a protagonizar este sábado 13 de Agosto  un acto reivindicativo con un abrazo al ecosistema a lo largo de las localidades en sus 73 kilómetros de costa al grito de «¡Mar Menor vivo!».

Los vecinos repitieron la icónica imagen del 29 de agosto de 2021 en defensa del Mar Menor, en una convocatoria que volvió a congregar en una hilera a miles de personas, 40.000 en total, según los organizadores.

Cabe recordar que el agua del Mar Menor ha batido este mes de agosto el récord de la serie histórica de temperaturas, al superar los 31 grados centígrados en varios puntos

Ciudadanos y colectivos insistieron una vez más en la necesidad de avanzar en la reducción de los aportes de nitratos procedentes de la agricultura y otros vertidos contaminantes a las aguas para recuperar la mayor laguna salada de Europa, con el temor aún latente a nuevos episodios de anoxia ante la delicada situación del ecosistema.

«Se podría repetir», advirtió desde Los Alcázares Jesús Cutillas, portavoz del grupo de coordinación Abracemos el Mar Menor, que pese a todo, quiso destacar la mejoría del aspecto del agua frente al año anterior.

«En los últimos meses, se han ido 5.500 hectáreas de agricultura ilegal y algo se tiene que notar, aunque el problema es que hemos forzado tanto el ecosistema que lo hemos puesto al límite», alertó. «Estamos aquí para seguir haciendo presión hasta que no quede una sola hectárea ilegal cultivada. Solo queremos que se cumpla la ley y, para ello, el Mar Menor necesita una defensa fuerte», proclamó.

Tere Conesa, miembro de la organización Banderas Negras, insistió en que la crisis ambiental no ha cesado: «La situación es la misma. Mientras no dejen de entrar nitratos, no vamos a salvar el Mar Menor. Este año se le ha lavado la cara porque no dejan de extraer algas, pero seguimos en vilo».

Los actos se sucedieron bajo un cielo gris, con un ambiente sofocante en plena alerta naranja de la Agencia Estatal de Meteorología por temperaturas extremas de hasta 44 grados en la Región, uno de los ingredientes más temidos por científicos y ecologistas por la aceleración que provoca en la reducción de unos niveles de oxígeno que este sábado arrojaron muestras de hipoxia en 6 puntos de 46 controles realizados por el Imida en el sureste de la laguna, donde el viernes llegaron a detectarse mínimas de oxígeno de hasta 3,14 mg/l. 

También constataron los técnicos un descenso de los niveles de clorofila y el incremento de la turbidez media del agua en la desembocadura de la rambla del Albujón, según informaron fuentes de la Consejería. «Tememos que con el calentamiento de las aguas podamos volver a tener otra anoxia», destacó Tere Conesa. «Esto no ha acabado».

Cabe recordar que el agua del Mar Menor ha batido este mes de agosto el récord de la serie histórica de temperaturas, al superar los 31 grados centígrados en varios puntos.

En la zona sur, una de las más degradadas de la laguna, Malú Sánchez Soriano, colaboradora en Los Urrutias de ILP, recalcó que «el agua sigue sin estar este verano en condiciones para bañarse». «Aquí no ves gente en el agua, no hay niños jugando en la arena y es una situación muy triste. Nos queda mucho por luchar para que las administraciones solucionen el problema», concluyó.

En Los Alcázares, la bailarina Natividad Herrero se vistió de sirena en una 'performance' para denunciar la situación del Mar Menor, a imagen y semejanza de un acto similar celebrado el verano pasado. También se repitió la reproducción de la canción 'Sol y sal' de Nunatak, convertida por los activistas en himno de la lucha por la regeneración de la laguna y que sirvió de colofón a la protesta que los asistentes despidieron entre aplausos.

Entre los presentes en el acto, en Los Alcázares estuvo el alcalde, Mario Cervera, que mostró su preocupación por las altas temperaturas, acompañado por el diputado socialista Juan Luis Soto, uno de los parlamentarios que apoyó la ILP en el Congreso. El eurodiputado socialista Marcos Ros también compartió reivindicaciones con los vecinos.

La movilización congregó a miembros de formaciones políticas como Unidas Podemos, con la presencia del concejal de San Javier, Matías Cantabella, entre otros, o Ciudadanos, con el secretario de Finanzas, Tomás Fernández, formando parte del abrazo en Santiago de la Ribera. 

Aniversario negro

El 14 de agosto se cumple un año de la tarde de domingo en que los bañistas de Islas Menores, Mar de Cristal y la Cala del Pino, en el término municipal de Cartagena, comenzaron a divisar con angustia la llegada de miles de peces y crustáceos sin vida a las zonas más superficiales, tras quedarse sin oxígeno en el que sería el inicio de la semana más negra para el ecosistema marmenorense.

La creación de una bolsa de anoxia de gran extensión siguió arrojando en los días posteriores ejemplares sin vida a las arenas de distintos puntos de la laguna. La muerte de peces por segunda vez, en dos veranos consecutivos y con una intensidad muy superior, generó una alarma que supuso un punto de inflexión para la movilización ciudadana, que cristalizó en el apoyo a la ILP de más de 630.000 personas, superando el objetivo del medio millón de rúbricas necesario para llevarla al Congreso.

«Los ecologistas llevaban diciéndolo décadas, que estábamos pasando los límites, pero no nos lo creíamos. Aquella aparición de peces muertos supuso que mucha gente se empezara a tomar el problema verdaderamente en serio, a exigir soluciones y a trabajar para defender la laguna», señaló Cutillas.

Al acto simbólico celebrado este sábado acudieron diversos invitados de fuera de la Región de Murcia, en su mayoría fedatarios que colaboraron para la consecución de firmas, procedentes de Navarra, Barcelona, Madrid y la plataforma que lucha contra la contaminación del Río Cega en Segovia, entre otros. Estos realizaron un recorrido en torno a las islas Perdiguera y del Barón y la Cala del Pino en un barco fletado por los organizadores, que partió de Puerto Bello, al comienzo de La Manga.

Vecinos y veraneantes abrazan el Mar Menor para reivindicar su recuperación