jueves. 28.03.2024
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Foto: Victoria Vergara

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Surfear no carece de impacto medioambiental. Esto es una realidad de la que todos somos ya conscientes, por mucho que se intente dorar la píldora y camuflar con ingeniosas campañas de marketing este hecho. Se debe, en parte, a los materiales usados para la práctica del deporte en sí: por un lado los neoprenos y por otro, lo que nos incumbe en este artículo, los materiales que se utilizan para la fabricación de las tablas.

Veamos primero de dónde venimos en la producción de tablas de surf. La primera tabla de la que se tiene constancia estaba fabricada en tres tipos de madera: Acacia Koa, Artocarpus Altilis y Erythrina Sandwicensis. En 1926, Tom Blake diseña la primera tabla hueca en madera de secuoya. Más tarde, en 1932, la madera de balsa ganó popularidad por reducir un 60% el peso de la de secuoya, y más adelante la madera contrachapada empezó a entrar en escena. El desarrollo tecnológico impulsado durante la Segunda Guerra Mundial permitió acceder a nuevos materiales, y en 1946 Pete Peterson utilizó por primera vez la fibra de vidrio, creando así tablas más ligeras y fáciles de girar. Poco después, en 1950, aparecen por primera vez las tablas hechas de espuma de poliuretano, aún mas ligeras pero con capacidad para resistir la presión de las olas.

Acacia Koa, fuente National Tropical Botanical Garden

Si bien la madera de secuoya y balsa fueron materiales usados hasta los años cincuenta, la progresiva transición hacia materiales como la fibra de vidrio o la susodicha espuma marcaron la tendencia actual de la producción industrial de tablas de surf. La combinación de espuma de poliuretano, fibra de vidrio y capas de resina de poliéster son la base sobre la cual el diseño de tablas de surf ha progresado y perfeccionado su técnica.

El impacto medioambiental de estos materiales es notable. La espuma de poliuretano está formada por dos monómeros, el isocianato (dervidado del petróleo) y un diol. Al reaccionar, forman el polímero que se conoce como poliuretano, que formará cadenas de baja densidad. La resina, necesaria para que la tabla no se moje y se dañe así, está formada por la condensación de polímeros que dan lugar a poliésteres. Durante el proceso de curación se liberan componentes orgánicos volátiles a la atmósfera.

Las nuevas tendencias de resina de epoxy y espuma de poliestireno llevaron a la creación de tablas de mayor durabilidad. Aunque la espuma de poliestireno se puede reciclar, existen problemas medioambientales añadidos al uso del poliestireno expandido. Este tipo de material es de fácil fragmentación en trozos pequeños que pueden entrar en la cadena trófica de los animales marinos o aves. En 2015, durante la campaña global de limpieza de playas impulsada por Ocean Conservancy, se encontraron alrededor de 950 000 trozos de espuma de poliestireno expandido.

 

¿Qué opciones tenemos entonces? Casi las mismas que se nos ofrece en el resto de la economía de mercado actual. Intentemos comprar material de segunda mano, la economía circular reduce el impacto medioambiental. Si no hay más remedio que comprar una tabla, busquemos materiales duraderos, de bajo impacto ecológico y que nos encaminen así hacia una práctica ética del surf. Tenemos por ejemplo a Kun Tiqi, que han vuelto a los orígenes con la madera de balsa, la más ligera del mundo, que proviene de una plantación familiar en Ecuador cultivos mixtos sostenibles juntos a plantas de plátano, yuca y frijoles. La madera Balsa es un material de rápido crecimiento (en tres o cuatro años, el árbol  alcanza los 10 metros y un diámetro de 30- 40 centímetros) y biodegradable. Kun Tiqi también utiliza una alternativa a la resina de poliéster. Esta alternativa más ecológica se compone de un 55% de aceite vegetal. La gran resistencia de este tipo de mandera hace que durante el laminado se aplique una sola capa de fibra de vidrio, hecho sobre el cual afirman seguir trabajando dado que esta asociado al uso de energías fósiles

Tenemos también el ejemplo de Vannav, que trabaja con madera de paulownia, una madera que es prácticamente imputrescible y cuyo árbol es también de crecimiento rápido (hasta 15 metros en un período de 8 años). Es una madera de gran resistencia con una densidad similar a la de balsa (250-290 kg/m3). La elaboración de las mismas es artesanal

Finalmente, cabe destacar a richpeoplethings, con proyectos muy interesantes de tablas de corcho. En definitiva alternativas a la producción en masa generalizada, donde hay cabida a ideas originales y con una visión crítica hacia la sostenibilidad de la práctica del surf

 


 

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