Comprar. Usar. Desechar. Comprar otra vez. El típico ciclo consumista es un círculo vicioso - no sólo produce copiosas cantidades de basura y contribuye de manera directa a los problema medioambientales que ya tenemos sino que además resulta doloroso para nuestras carteras.
De nuevo Suecia es el líder en cuanto a ideas innovadoras se refiere. Per Bolund, ministro de finanzas del Partido Verde que gobierna en coalición con el Partido Socialdemócrata, anunció que el gobierno dará exenciones fiscales a aquellos que opten por llevar a reparar sus pertenencias estropeadas, en vez de tirarlas a la basura y comprarlas de nuevo.
No es poco, ya que ha llevado a cabo una reducción del IVA desde el 25% que se paga actualmente al 12%. "La rebaja de impuestos es realmente sustancial, ya que la mayor parte del coste de una reparación es laboral, por lo que puede haber una gran diferencia de coste", dijo Per Bolund.
Suecia pasó de limitarse a reducir las emisiones de dióxido carbono en el país, a buscar también la reducción de emisiones que generan los productos fabricados fuera de Suecia.
Entre 1990 y hoy, Suecia ha reducido sus emisiones anuales de dióxido de carbono en un 23%. Actualmente, más de la mitad de su energía eléctrica proviene de fuentes renovables.
Ya podría aprender el resto del mundo de la política financiera de Suecia y su devoción por hacer un mundo más limpio y más verde.
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