Más de la mitad de los residuos abandonados en calles y espacios naturales son latas y botellas
Amigos de la Tierra ha impulsado la campaña #DoylaLata para mostrar uno de los problemas más habituales en la gestión de residuos. En las últimas semanas, varios grupos de la organización están realizando recogidas para visibilizar el abandono de residuos. La campaña también está teniendo eco en las redes sociales a través de una foto-acción bajo el hashtag #DoylaLata para visibilizar este problema en diferentes zonas de nuestra geografía.
La generación ingente de residuos y su tratamiento posterior es una de las problemáticas comunes en todos los municipios españoles. El 67% de todos los residuos municipales van a parar a los 149 vertederos o a las 10 incineradoras repartidos por el Estado. Encontrar soluciones eficaces para cada tipo de residuo es uno de los retos pendientes de las comunidades autónomas.
Las recogidas de residuos reivindicativas que se han organizado hasta la fecha, han puesto de relieve que más de la mitad de los residuos abandonados en calles y espacios naturales son latas y botellas. Por este motivo, Amigos de la Tierra quiere centrar su campaña de residuos en estos envases de bebidas.
En total, los españoles consumimos 51 millones de latas y botellas al día, 18.000 millones al año. Sin embargo, con la gestión actual solo se recuperan 3 envases de cada 10. La cantidad de materiales que se desperdician y abandonan y, a su vez, el dinero público invertido para su limpieza es un coste muy alto para la ciudadanía y el medio ambiente. La puesta en marcha de soluciones como el sistema de retorno de envases, cuyo objetivo es recuperar los envases a través de dotar de valor económico al propio envase, es un sistema que cuenta con porcentajes de reciclaje muy altos; es el caso de Alemania con un reciclaje del 98%.
En estos momentos, la Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares se están planteando la incorporación de esta solución a la gestión de residuos, un sistema complementario al actual del contenedor amarillo, que permitiría incrementar el reciclaje de residuos, sin coste extra para la ciudadanía.
