martes. 19.03.2024
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A pesar de la insistente propaganda oficial sobre la mejora de la situación económica, lo cierto es que la situación de vulnerabilidad de muchos sectores de la población no disminuye

Para CCOO la pobreza energética continúa siendo un grave problema que, pese al reciente compromiso de numerosas corporaciones locales y otras instituciones para solucionarlo, sigue afectando a millones de familias en España. Es conocido que la situación de pobreza energética se produce por tres factores combinados, el aumento del desempleo y la bajada generalizada de la renta familiar que se ha producido en estos años, junto al incremento de los precios de la energía (electricidad, gas, gasóleo y butano) y el deficiente aislamiento térmico de una parte importante de las viviendas en España. Esta combinación causal hace que una parte creciente de la población, y especialmente pensionistas, jubilados y personas en situación de desempleo y sin ingresos, tengan dificultades para encender la calefacción, disponer de agua caliente o, incluso, cocinar. Se calcula que esto afecta al 9% de los hogares españoles (4 millones de personas).

La subida de la luz en estos últimos años ha ahondado las dificultades de las familias y disparado las tasas de pobreza energética de la sociedad. Es dramático que alrededor de cuatro millones de españoles tengan problemas para asumir el coste de la energía necesaria para mantener una vida digna. Muchas familias se encuentran en la encrucijada de pagar su factura de la electricidad y del gas o los gastos de alimentación. La pobreza energética afecta directamente al bienestar, la higiene y la salud de las personas y puede generar aislamiento social y geográfico.

A pesar de la insistente propaganda oficial sobre la mejora de la situación económica, lo cierto es que la situación de vulnerabilidad de muchos sectores de la población no disminuye. El número de desempleados sigue siendo demasiado elevado (en enero de este año 5.446.000), aumenta la cifra de los que no cobran prestación y los que la perciben estas son cada vez más bajas. La tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo ya es sólo del 55,2% con un descenso del 4% en comparación con el año anterior y del 32% en relación a su valor máximo alcanzado en 2010 cuando llegó al 81%. Según Cruz Roja las personas mayores que no pueden pagar la vivienda, la calefacción o comer carne o pescado ha aumentado del 5,5% en 2012 al 15% en 2014.

Incluso entre las personas con empleo la falta de ingresos suficientes para tener una vida digna sigue siendo un problema de primera magnitud ya que las rentas del trabajo han disminuido en los últimos años, especialmente entre ciertos colectivos laborales. Se calcula que casi 6 millones de trabajadores cobran menos del Salario Mínimo Interprofesional. Es conocido que la pobreza ya no es sinónimo de desempleo. Hay un número creciente de trabajadores también pobres.

La debilidad de la recuperación económica y, sobre todo, que la mayor parte del empleo que se crea si sitúe en actividades turísticas y comerciales de tipo estacional y de temporada hace que haya que tomar medidas de choque frente a este problema. CCOO ha planteado una revalorización del SMI para alcanzar 800 euros mensuales y una prestación de ingresos mínimos que garantice una aportación económica para todas las personas que carezcan de empleo o de ingresos suficientes.

Para atajar el problema específico de la pobreza energética se han planteado medidas como el establecimiento de precios sociales de la energía favorables para las familias con bajos ingresos económicos, o la creación de un auténtico bono social para aquellos hogares con poder adquisitivo reducido o en riesgo de exclusión social, impidiendo el corte de suministro a estas familias. Mientras aumenta la pobreza energética sin articular mecanismos para solucionarlo, las grandes compañías eléctricas siguen acumulando cuantiosos beneficios. Iberdrola, Endesa o Gas Natural lograron en 2012 un margen de beneficio del 6,78% frente al 2,62% de eléctricas europeas como E.On, Enel, EDF y RWE. Es decir que en España mientras unos se empobrecen mucho otros se enriquecen demasiado.

Otro conjunto de medidas necesarias y complementarias es la rehabilitación de las viviendas de esos sectores vulnerables ya que precisamente muchas de ellas tienen una pésima calidad en cuanto al aislamiento térmico. A pesar de la existencia de la ley y del Plan Estatal de Rehabilitación Edificatoria y de Renovación Urbana (ambos de 2013) apenas se han promovido medidas de rehabilitación de viviendas o de barrios.

Hay que tener en cuenta además que las personas que están en situación de pobreza y que no pueden pagar sus suministros energéticos, menos capacidad tienen de invertir en medidas de eficiencia energética de sus hogares por lo que es fundamental desarrollar una financiación pública específicamente dirigida a estos sectores. En estos casos hay que diferenciar entre quienes tienen la vivienda en régimen de propiedad o en alquiler y en estos últimos casos entre los que son alquileres privados o viviendas municipales alquiladas. Los ayuntamientos tendrían que estar en primera fila para acometer reformas integrales especialmente en barrios desfavorecidos donde se suele acumular simultáneamente la pobreza y las viviendas de mala calidad.

La Federación de Pensionistas de CCOO ha realizado una campaña para instar al Gobierno a la puesta en marcha de un auténtico bono social, a que prohíba a las eléctricas los cortes de suministros a personas con bajos ingresos y a establecer un sistema de conformación de precios de la energía que haga reducir la factura para las familias y limite los sobrebeneficios de las grandes compañías del oligopolio energético. Se trata de garantizar el acceso de toda la población a los suministros energéticos básicos. CCOO participa tambien en las concentraciones y acciones de sensibilización que durante el invierno convoca la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético y otras organizaciones sociales contra la Pobreza Energética. Estas iniciativas pretenden dar visibilidad social a un problema que es preciso abordar desde los diferentes ángulos que hemos señalado y mostrar la solidaridad con todas las personas que sufren la falta de suministro energético.


Julián Gutiérrez del Pozo | Secretario General de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO
Carlos Martínez Camarero | Secretaría Confederal de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO

Proteger a los sectores sociales más vulnerables de la pobreza energética