viernes. 19.04.2024
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La normativa prohíbe varios artículos de plástico para 2021 como pajitas, cubiertos, platos, bastoncillos de los oídos, así como vasos y envases de poliestireno expandido (corcho blanco), entre otros

Después de meses de intensas negociaciones, la Unión Europea (UE) ha acordado una batería de normas pioneras para eliminar y reducir los plásticos de un solo uso en la UE. Es un paso importante que Greenpeace celebra, pero no aborda completamente la urgencia de la crisis de producción masiva a la que nos enfrentamos. Ha habido un fuerte lobby por parte de las empresas que controlan este sector que, al ser respaldado por algunos gobiernos, ha acabado debilitando y retrasando la ambición inicial de esta propuesta y el voto del Parlamento.

Según la responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, Alba García: “Las nuevas reglas que la UE pone hoy sobre la mesa son un excelente primer paso para combatir la contaminación por plásticos que está asfixiando nuestros ríos y océanos, pero existe el riesgo de que los productores de plástico, que se nutren de esta cultura de usar y tirar, no tengan que asumir ninguna responsabilidad de reduccióncuando se apliquen estas medidas. España ha sido uno de los países que ha apostado fuerte por medidas ambiciosas durante las negociaciones, pero ahora debe comprometerse también a responsabilizar a los productores para que reduzcan de forma drástica la producción de envases de plástico de un solo uso y fomenten los envases reutilizables, y a seguir limitando el uso de plástico de usar y tirar, que amenaza la naturaleza y nuestra salud”.

Las medidas finales de este acuerdo incluyen, entre otros puntos:

  • Prohibir varios artículos de plástico para 2021, incluyendo pajitas, cubiertos, platos, removedores de bebidas, bastoncitos de los oídos y palos de globos de plástico de un solo uso, además de plásticos oxodegradables o envases y vasos de poliestireno expandido.
  • Asegurar que los fabricantes paguen por la gestión de residuos y las limpiezas de varios artículos de plástico de un solo uso, como las colillas de cigarrillos y artes de pesca.

La Directiva obliga, por primera vez, a las marcas productoras a pagar por las limpiezas de espacios naturales

Sin embargo, el acuerdo no cumple con lo que se necesita para enfrentar la crisis de esta contaminación por plásticos en áreas clave, debido a que:

  • No hay ningún objetivo vinculante a nivel de la UE para reducir los envases de alimentación y vasos -excepto poliestireno-.
  • Hay un retraso de cuatro años, de 2025 a 2029, para garantizar que el 90% de las botellas de plástico se recojan de forma separada.

Esta Directiva, que los países miembros ahora tendrán que aplicar, puede ser un golpe importante a la contaminación por plásticos que nos afecta. Su impacto real depende de la ambición que los gobiernos tengan a la hora de implementarla. Greenpeace demanda al gobierno de España a que adopte objetivos ambiciosos de inmediatopara acabar con los plásticos de un solo uso y para garantizar que los productores paguen por la contaminación que generan. Cientos de miles de personas en España, y millones alrededor del mundo, ya han exigido ese cambio. Los Estados miembros tendrán dos años para trasladarla a las leyes nacionales, que deberían entrar en vigor a principios de 2021, como muy tarde.


Notas

Lo mejor de la Directiva

  • Prohibición a nivel de toda la UE de bastoncillos de algodón de plástico de un solo uso, pajitas, platos, cubiertos, removedores de bebidas, palos de globos, plásticos oxodegradables, envases y vasos de poliestireno expandido.
  • Estrategias de Responsabilidad Ampliada del Productor, que garantizarían que los fabricantes (incluidas las grandes marcas tabacaleras y los principales contaminantes de la industria del envasado como Coca Cola, Pepsico o Nestlé) paguen por los costes de la gestión de los residuos plásticos que generan, así como por las limpiezas de espacios naturales y por la sensibilización con respecto al impacto del plástico de un solo uso, como las colillas de cigarrillos, el objeto que se encuentra con más frecuencia en todas las limpiezas de Europa.
  • Permiso para que los países de la UE puedan adoptar sus propias restricciones adicionales, aunque no las contemple la Directiva, como limitar la puesta en el mercado de envases y vasos de plástico.
  • Obligación para los países de la UE de reducir los residuos de post-consumo de los filtros de productos de tabaco que contienen plástico.
  • Para las artes de pesca, una estrategia de Responsabilidad Ampliada del Productor y un requisito para que los Estados Miembros monitoreen las tasas de recolección y establezcan objetivos de recolección nacionales.
  • Asegurar que todas las botellas de bebidas se produzcan con un 30% de contenido reciclado para 2030.
  • La obligación de etiquetar, en los productos de consumo, la presencia de plásticos y sus impactos ambientales. Al mismo tiempo, se deberán incluir indicaciones sobre cómo eliminar esos desechos.
  • Las medidas acordadas se aplican a todos los plásticos de un solo uso enumerados en los Anexos de la Directiva, incluidos los bioplásticos y plásticos biodegradables.

Lo peor de la Directiva

  • No recoge ningún objetivo vinculante a nivel de la UE para reducir el consumo de otros envases de alimentos y vasos, y hay una falta de obligación para los países de la UE de adoptar esos objetivos. La Directiva manifiesta que los países deben “reducir significativamente” su consumo, dejándolo de forma vaga y abierta a interpretación. (Por ejemplo, las medidas para responsabilizar a los productores de plásticos, no serán obligatorias sino voluntarias, sin mínimos establecidos).
  • Supone un retraso de cuatro años para alcanzar el objetivo de recolección del 90% de los envases de bebidas, de 2025 a 2029, con un objetivo intermedio del 77% para 2025.
  • Supone una demora de tres años, de 2021 a 2024, para asegurar que los envases de plástico para bebidas tengan los tapones adheridos.

Fin para las pajitas, los cubiertos y varios artículos de plástico