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La emisión global de metano aumentó un 20% en las dos últimas décadas y registra un crecimiento aún más acelerado en los últimos cinco años según las mediciones que se realizan desde 1986.
Así lo refleja el Global Methane Budget 2024 publicado en la a revista Earth System Science Data, que ofrece un análisis exhaustivo de las tendencias del metano y sus implicaciones para el cambio climático.
El metano, que es 28 veces más eficaz para atrapar el calor que el dióxido de carbono a lo largo de un siglo y 80 veces más potente a lo largo de 20 años, ha visto su concentración atmosférica alcanzar 1.923 partes por mil millones en 2023.
Este nivel es 2,6 veces superior a los niveles preindustriales y el más alto en al menos 800.000 años.
A pesar de los compromisos internacionales para reducir las emisiones de metano, incluido el que apunta a una reducción del 30% para 2030, las tendencias actuales son preocupantes, advierten los expertos.
Las emisiones de metano procedentes de los combustibles fósiles, la agricultura y la gestión de residuos han seguido aumentando, siendo las actividades humanas las responsables de al menos dos tercios de las emisiones globales de metano.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático pronostica que, de seguir esta tendencia, las temperaturas globales podrían aumentar por encima de los 3°C para fines de siglo.
Los cinco principales emisores de metano antropogénico en 2022 fueron China (16%), India (9%), Estados Unidos (7%), Brasil (6%) y Rusia (5%). Cabe destacar que las emisiones provenientes de la explotación de carbón en China y la extracción de petróleo y gas en Oriente Medio son los principales contribuyentes.
En cambio, Europa y Australia han logrado reducciones exitosas en las emisiones de metano en las últimas dos décadas.